Integrantes de la caravana migrantes lograron entrar este martes a los Estados Unidos, luego que inspectores de aduanas y fronteras les permitieron la entrada; ahora las personas centroamericanas deberán enfrentar un largo proceso legal para obtener el asilo que solicitan.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos no precisó cuántos miembros de la caravana lograron cruzar la frontera, sin embargo, los líderes del movimiento señalaron que se dio permiso a ocho personas.
La caravana atravesó todo México desde Centroamérica para llegar a la frontera con Estados Unidos; se estima que más de 140 migrantes siguen esperando en México para cruzar el paso fronterizo de San Ysidro, en San Diego, uno de los más transitados del país.
De acuerdo con el diario San Diego Tribune, fueron 14 las personas que lograron ingresar a territorio estadounidense; además señaló que entre el grupo se encuentran dos madres hondureñas, cada una con dos hijos.
Por su parte, abogados estadounidenses de inmigración, que ofrecieron asesoramiento legal gratuito en Tijuana la semana pasada, advirtieron a los migrantes que podrían ser separados de sus hijos o que podrían estar detenidos durante meses.
Los solicitantes de asilo generalmente son detenidos durante tres días en la frontera y luego son entregados al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas.
Si pasan una evaluación inicial con un funcionario de inmigración, los solicitantes pueden quedar detenidos o salir en libertad en Estados Unidos, pero con un monitor de ubicación en el tobillo, hasta que sus casos se resuelvan, algo que podría demorarse varios años.
Casi el 80 por ciento de los solicitantes pasaron la evaluación inicial entre octubre y diciembre, pero pocos de ellos obtendrán la protección de forma definitiva.
Funcionarios del gobierno de Trump criticaron lo que calificaron de “vacíos legales” y políticas de “detener y soltar” que permiten a los solicitantes de asilo quedar en libertad mientras sus casos avanzan en los tribunales.
El presidente tuiteó el lunes que la caravana “muestra lo débiles e ineficaces que son las leyes migratorias estadounidenses”.
El secretario de Justicia de Estados Unidos, Jeff Sessions, se comprometió a enviar más jueces de inmigración a la frontera si era necesario y amenazó con abrir procesos penales. Su departamento dijo el lunes que presentó cargos por entrada ilegal al país contra 11 personas identificadas como miembros de la caravana.