El 28 de diciembre pasado Arturo Gómez Pérez, alcalde de Petatlán, municipio ubicado en la Costa Grande de Guerrero, fue asesinado a tiros cuando cenaba en una pozolería en la cabecera municipal.
Un tipo encapuchado disparó contra él desde afuera de la fonda Casa Vieja.
El edil no murió en el instante, sino horas después en el hospital donde fue trasladado para atenderlo de las heridas de bala que recibió en su cuerpo.
Gómez Pérez – militante del PRD y quien se perfilaba para reelegirse en el cargo – fue sepultado dos días después en el panteón municipal de Petatlán entre lágrimas y lamentos de los habitantes de este pueblo.
La Fiscalía General de Guerrero no ha informado de avances en la investigación de este crimen, pero se presume que los autores de la ejecución del edil son integrantes del crimen organizado que tienen el control de esta zona conocida por la producción de amapola.
La muerte del alcalde de Petatlán desató una crisis de ingobernabilidad en el municipio guerrerense: el edil suplente rechazó tomar protesta.
El Congreso llamó a Jesús Gómez Pérez, suplente del edil ejecutado, pero este rechazó tomar protesta como marca la ley.
Gómez Pérez -quien era hermano del edil ejecutado -alegó problemas de salud para declinar.
“Tomando en consideración que el C. Arturo Gómez Pérez, presidente constitucional de este municipio falleció, que en consecuencia por ley me corresponde asumir dicho cargo por ser suplente, con fundamento en la Ley orgánica del Municipio Libre, me permito informarles que me encuentro imposibilitado para asumir dicho cargo por estar delicado de salud”, escribió Gómez Pérez en la carta que envió al Congreso para anunciar su declinación.
“En consecuencia renuncio a este derecho de asumir la presidencia de este municipio de Petatlán”.
Tampoco ningún integrante del Cabildo de Petatlán, como correspondía, quisieron entrarle a asumir las funciones de alcalde.
La crisis obligó al gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, a proponer a Leticia Rodríguez Armenta, viuda del edil asesinado, como sucesora de su marido.
El Congreso del Estado le tomó protesta a Rodríguez Armenta el pasado 16 de enero como alcaldesa suplente. Testigos que estuvieron en la toma de protesta recuerdan que a la mujer le temblaba las manos cuando hizo su juramento.
En Petatlán la violencia se ha agudizado en los últimos años. El 15 de noviembre pasado, el secretario de Obras Públicas fue torturado y asesinado.
En agosto un empleado municipal fue asesinado. La semana pasada fue ejecutado en Zihuatanejo Gabriel Hernández Alfaro, dirigente del partido Encuentro Social en Petatlán, el pueblo donde nadie quiere gobernar por temar al narco.