Petróleo con tintes electorales

Legisladores de izquierda alertaron sobre el manejo electoral que el Gobierno federal podría dar al amortiguamiento de la crisis por la baja en los precios del petróleo y la depreciación del peso frente a la moneda mexicana.

Diputados y senadores alertaron que el Gobierno Federal echará mano de todos los recursos los fondos y las coberturas del petróleo disponibles para el 2015, en los primeros seis meses del año.

¿El motivo? Evitar a toda costa que la situación del país se vea deteriorada antes de la jornada electoral del 7 de junio.

El precio del barril de petróleo fue fijado en la Ley de Ingresos para el 2015 en 79 dólares por barril. En los últimos días, el precio del barril de crudo ha estado por debajo de los 40 dólares, casi la mitad de lo previsto para el próximo año.

Carol Antonio Altamirano, diputado del PRD, alertó sobre el manejo que la Administración Pública Federal le está dando a la baja en los precios del crudo, pues no se han tomado medidas responsables que eviten una caída en los ingresos estatales.

“Esto tiene claramente un tinte electoral. Ahorita el Gobierno tratará de echar mano de todos los fondos complementarios y las coberturas pero aún así no alcanzará para solventar lo que resta del año.

“Va a ser en el segundo semestre, a partir de julio, cuando veamos que se van a endurecer las medidas de recaudación, comenzarán los recortes, y entonces sí veremos la verdadera cara de lo que está ocurriendo”, sostuvo Antonio.

Esta crisis por la falta de ingresos petroleros ocurrirá a pesar de la contratación de coberturas para el petróleo mexicano.

A fines del 2014, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, expuso que los ingresos petroleros del 2015 estaban garantizados por la contratación de coberturas petroleras.

Dichas coberturas, tuvieron un costo de 10 mil 467 millones de pesos.

Con la contratación de estas coberturas, que funcionan a manera de seguro, el Gobierno mexicano adquirió la opción de venta que le dan el derecho, pero no la obligación, de vender el barril de crudo a un precio de  76.4 dólares.

El diferencial de 2.6 dólares en el precio del barril (para llegar a los 79 dólares fijados en la Ley de Ingresos), será tomados de una subcuenta creada en el Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros, llamada “Complemento de coberturas 2015”, que tendrá recursos por 7 mil 944 millones de pesos.

Sin embargo, las coberturas cubren el diferencial de precio de solamente 228 millones de barriles, cuando se planea exportar 398 millones de barriles en el 2015.

Un aproximado de 170 millones de barriles, 42 por ciento de la producción, quedarán fuera de la protección de las coberturas y serán vendidos a los bajos precios del mercado.

Además de los fondos de la subcuenta para el 2015, el Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros cuenta con 33 mil 641 millones de pesos adicionales.

Se cuenta, también, con el recién creado Fondo de Compensación para las Entidades Federativas, aprobado en la Reforma Energética para mitigar los cambios en las fórmulas de participación de los recursos federales.

Dicho Fondo cuenta con recursos por 11 mil 800 millones de pesos.

Antonio Altamirano sostiene que el Gobierno federal busca echar mano de los recursos de todos esos fondos con tal de paliar la situación de cara al proceso electoral y no afectar al PRI con una crisis económica inminente.

“Si fueran responsables, desde ahorita se estarían aplicando medidas y recortes a cosas que no son prioritarias, pero esto no está ocurriendo, por lo que el madrazo fuerte vendrá a partir de julio”, acusó el diputado perredista.

A pesar de ser miles de millones de pesos de los que el Gobierno federal puede echar mano para aminorar el efecto en la baja de los precios del crudo, no alcanzarán para paliar los efectos del mercado internacional.

Por cada dólar que baja el precio del barril de crudo, México deja de recibir ingresos por  4 mil millones de pesos. Se calcula que con los niveles actuales de depreciación, el país perderá 156 mil millones de pesos.

Dolores Padierna, senadora por el PRD, sostuvo que estos recursos son insuficientes, pues la pérdida sería de más de 150 mil millones de pesos.

A esto se suma la falta de responsabilidad del Gobierno federal para tomar las medidas necesarias para evitar una crisis económica de altos vuelos.

“El propio presidente pone la línea, dicta la línea electorera de que ahorita se maneje todo esto en total engaño y sigilo a la población, esperando el momento electoral. Están cuidando al PRI, están cuidando a los priistas.

“Y aunque la crisis venga después, prefieren que al presidente de la República y al pueblo de México se los cargue el payaso a cambio de ganar las elecciones intermedias, Luego será otra cosa, ya se verán los recortes al gasto social”, afirmó Padierna.

Crisis para los estados

El panorama empeora para los estados del país, que verán seriamente afectados sus ingresos en este 2015, ya que el dinero que entre por concepto del pago de coberturas, no serán repartidos a los estados.

En la recaudación federal participable, que se reparte en las entidades federativas, están los ingresos petroleros, pero no el que proviene de las coberturas, pues es dinero que la Secretaría de Hacienda tiene contemplado en otro rubro.

Para Mario Delgado, aún senador de la bancada del PRD –aunque esta semana anunció su renuncia a ese partido y su adhesión al Movimiento de Regeneración Nacional-, los estados podrían enfrentar una crisis “muy seria” a partir de julio próximo.

“Lo que está haciendo (el Gobierno Federal) es simular que no pasa nada para que en el periodo electoral, de aquí a junio, no tengan que hacer ningún ajuste al gasto y en el segundo semestre empezar a hacer los ajustes.

“Si cae el precio del petróleo, es seguro que los estados van a recibir este impacto. Y estamos hablando de que si el precio del petróleo se mantiene en 40 dólares por barril, pues van a recibir menos de la mitad de los ingresos petroleros que esperaban”, expuso Delgado sostuvo que esperar hasta el segundo semestre para hacer ajustes al gasto, tanto federal como de los estados, puede resultar peligroso porque no se planea correctamente cómo aminorar el impacto y se hacen recortes a diestra y siniestra, sin pensar en cuidar el gasto social o de activación económica.