El sistema de información criminalística conocido como Plataforma México resguarda una base de datos sobre personas fallecidas sin identificar en el país, que arroja para el caso de Jalisco 4 mil 108 registros al día de hoy, de acuerdo con un informe generado por la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
Estos datos en posesión de la dependencia que encabeza el secretario Alfonso Durazo Montaño confirman la crisis forense por la que atraviesa el estado de Jalisco y el resto del país, al sumar en total casi 40 mil casos de personas fallecidas cuya identidad nunca fue determinada por las autoridades.
“De la búsqueda realizada en esta unidad administrativa, se informa que al cierre de febrero de 2019 se encontraron 39 mil 992 registros de fallecidos no identificados”, se lee en el informe rendido el pasado 6 de junio por la Dirección General de Gestión de Servicios, Ciberseguridad y Desarrollo Tecnológico de la Secretaría, obtenido a través del recurso de revisión RRA 5790-19.
La información revela que la saturación de los servicios forenses del país antes que comenzar a resolverse se está agravando con rapidez, pues apenas en enero pasado la cantidad de personas difuntas sin ser identificadas a nivel nacional no llegaba a los 37 mil casos.
Así lo había señalado el 17 de enero de 2019 el entonces titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Roberto Cabrera Alfaro, quien afirmó que “según datos de Plataforma México, a la fecha se cuenta con el registro por huella dactilar de 36 mil 708 personas fallecidas sin identificar en el país”
Sin embargo, al solicitarle a la Secretaría de Durazo Montaño que actualizara ese dato contenido en la Plataforma México que expuso Cabrera Alfaro, arrojó una nueva cifra de casi 40 mil fallecidos que persisten en calidad de desconocidos en el país, develando así un incremento en este rezago forense del 8.94 por ciento (3 mil 284 nuevos casos).
La crisis en Jalisco registrada por Plataforma México
En los registros de Plataforma México, Jalisco es el cuarto estado del país con mayor crisis forense al contar con más de 4 mil casos de personas fallecidas no identificadas por las autoridades locales.
En el caso de Jalisco el dato es relevante, pues actualmente se tiene conocimiento de 5 mil 752 personas no localizadas y otras mil 752 desaparecidas en el estado, es decir, un total de 7 mil 504 individuos cuyo paradero es desconocido.
La Secretaría, sin embargo, asegura que desconoce qué destino se les dio a los miles de cuerpos sin identificar en Jalisco y en el resto de los estados. Es decir, cuántos se encuentran aún almacenados en el Servicio Médico Forense local, o cuántos fueron inhumados en fosas comunes y panteones o tuvieron otros tratamientos.
“No es competencia de esta Secretaría contar con los registros pormenorizados de las personas fallecidas no identificadas. Lo anterior, debido a que de conformidad con el artículo 111 de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, el Registro Nacional de Personas Fallecidas no Identificadas y no Reclamadas se encuentra a cargo de la Fiscalía General de la República (FGR)”, señaló.
Este registro que aún está en desarrollo por la FGR formará parte del Banco Nacional de Datos Forenses y a decir de la Secretaría contendrá “información sobre los datos forenses de los cadáveres o restos de personas no identificadas y no reclamadas, del lugar del hallazgo, el lugar de inhumación o destino final y demás información relevante para su posterior identificación”.
Callejón sin salida
El Gobierno federal ha intentado resolver casos de desaparición haciendo cruces de datos entre los registros de huellas dactilares de fallecidos sin identificar y los que posee en la materia el Instituto Nacional Electoral (INE) de los votantes mexicanos.
Sin embargo, hasta ahora los resultados no han sido exitosos.
“El último ejercicio que hizo el gobierno anterior fue intentar identificar a muchas de las personas que se encuentran en los servicios forenses, cruzando la base de datos del INE, lo cual no es una tarea sencilla, simple y sencillamente porque la huella dactilar que toma el INE no coincide necesariamente con una huella en frío, es el término técnico que utilizan los médicos forenses”.
Además, dijo, hay distintas formas de tomar la huella, “ya sea en firme o rodada, etcétera, lo cual genera una enorme complejidad”. De esta manera, este cotejo entre las bases de datos de huellas dactilares de fallecidos y del INE habría arrojado apenas algunos cientos de casos de probable identificación.
“De esos cuatro mil 500 cruces, donde supuestamente se habían identificado a las personas, solamente pudieron corroborarse alrededor de 350. Y de esos 350, los propios familiares han cuestionado la identificación”, dijo.
Por ello, Encinas Rodríguez advirtió aquella ocasión que la identificación de los miles de cuerpos que continúan sin ser reconocidos representa un reto mayúsculo para las autoridades del país.
En enero pasado el número de las personas no identificadas era de 37 mil y para el mes de febrero la cifra se incrementó a casi 40 mil
“No es un asunto sencillo. Los sistemas más desarrollados pueden ayudar, contando con toda la información, entre 15 días y un mes para desarrollar una identificación eficiente (sic), aunque el promedio internacional puede llevarse entre uno y tres meses, lo cual va a implicar una carga de trabajo enorme”.