Desde niña, a Pola Chiver le inculcaron un valor fundamental: ayudar a los demás. Una enseñanza que hoy en día sigue abanderando, y la cual ha ayudado a salvar muchas vidas.
Pola Chiver es la directora y presidenta de la Fundación P.O.L.A, una organización sin fines de lucro que concretó en 2016 con el apoyo de su comunidad judía con el único objetivo de darle una mano a los más necesitados: familias de escasos recursos con hijos diagnosticados con alguna enfermedad crónica o terminal.
Fue en 2013 cuando Pola Chiver decidió empezar a apoyar a estas personas, luego de que en el área de oncología del Hospital Siglo XXI se percatara de que distintos niños y niñas no concluían sus tratamientos no por falta de interés, sino por escasez de recursos económicos.
“Desafortunadamente el sistema de salud en México está hecho a medias. Son niños que se atienden en hospitales, pero ahí sólo les hacen sus tratamientos, como quimioterapias, hemodiálisis, etcétera, pero ¿qué pasa cuando salen?
“Los niños necesitan medicamentos, material médico para poder seguir con sus estudios, (así como) transportes y despensas. Cuando alguien se enferma en casa y la familia es de escasos recursos, impacta muchísimo, porque o comen o compran todo lo que necesitan para poder continuar”, dice Pola en entrevista.
Ante esa situación, Chiver comenta que en ese entonces, junto a algunos de sus conocidos, decidió comenzar a apoyar a al menos ocho familias del Hospital Siglo XXI con algunas aportaciones económicas mensuales, a fin de que no se vieran en la obligación de detener los tratamientos de sus hijos a cambio de cubrir otras necesidades.
Hoy en día, esos niños han aumentado al menos a 80 gracias al desarrollo de la Fundación P.O.L.A, y a la suma de más personas que desean ayudar con apoyos económicos o en especie, como medicamentos o pañales, los cuales en muchas ocasiones los padres de familia no logran costear.
“Generalmente me dicen ‘qué padre que regalan sonrisas’, y sí, es importante la parte emocional para cada tratamiento, pero el apoyo económico, el cómo apoyamos a las mamás, con eso les quitamos ese peso de encima de no tener qué comer en casa por tener que comprar el material o los medicamentos de los niños. Es como decirles ‘aliviánate, aquí está lo de tu hijo, sigan comiendo’”, comenta Pola.
De acuerdo con ella, las personas que deciden hacer donaciones a la organización se convierten en padrinos de un niño, con quien logran tener comunicación cada mes a través de una videollamada para contarle cómo sigue su tratamiento, o con el envío de cartas que cada menor escribe de manera personal.
Pero además de los padrinos, en la organización también reciben donaciones de parte de diversas empresas con las que logran concretar alianzas, brindándoles con ello despensas de manera mensual y equipo médico y de curación.
En Fundación P.O.L.A, independientemente de la enfermedad con la que hayan sido diagnosticados los menores, desde cáncer hasta insuficiencia real, a cada uno se le intenta apoyar con los mismos recursos, dejando atrás a los llamados “niños invisibles”, quienes debido a que su diagnóstico es menos conocido que otros, no llegan a ser tan tomados en cuenta por otras organizaciones.
“Esa parte es la que hacemos nosotros, gritarle al mundo que no solamente existe el cáncer, sino que hay muchos padecimientos que los niños sufren igual o peor (…) Creemos que todos merecen la misma oportunidad de tratamiento y de vivir, de que los apoyen”, remarca Pola Chiver.
La importancia de ayudar
Al tener un techo bajo el cual dormir, todas las extremidades y los cinco sentidos, Pola Chiver asegura que eso es suficiente para estar agradecido y decidir apoyar al otro que, por diferentes motivos, no tuvo las mismas oportunidades.
“La forma de agradecer que tenemos vida, salud, un techo, es ayudando a los demás, porque a veces no valoramos el que podemos ver, oler, que tenemos piernas. Aquí en la Fundación hay muchos niños que perdieron una de sus piernas por algún tumor, o la vista al recibir radiaciones en sus tratamientos, y nosotros no nos damos cuenta de esos pequeños detalles.
Con la Fundación P.O.L.A, Chiver agrega que además de apoyar a las familias de escasos recursos para que sus hijos no abandonen sus tratamientos médicos, también le dan a los niños y niñas una oportunidad de hacer amigos, tomando en cuenta que la mayor parte de su tiempo lo pasan en hospitales y no en las aulas escolares, donde los menores suelen interactuar con otros.
“Los niños en la Fundación P.O.L.A encontraron aquí un sentido de pertenencia, son niños que no van a la escuela y viven en el hospital. Tengo menores de 11 años que no saben leer.
Aquí encuentran eso, gente como ellos que pasan por lo mismo. Eso es lo que se forma aquí, que realmente somos una familia”, señala Chiver.
Con esa unión, las y los niños que “tocan campana” y superan su enfermedad, continúan siendo parte de Fundación P.O.L.A para seguir animando a sus amigos, pidiéndoles que no dejen de luchar, así como sus padres, que son parte elemental para salir adelante.
Conócelos
Para conocer más sobre las labores de la Fundación P.O.L.A, o si quieres realizar algún tipo de donación, visita sus redes sociales oficiales
• Facebook: Fundación Pola AC
• IG: @fundacionpolaac