La Policía Federal, encabezada por el comisionado Manelich Castilla Craviotto, aseguró a los miembros de la caravana migrantes que ninguna autoridad hará uso de la fuerza y les ofreció refugiarse en un albergue para 5 mil persona con atención médica, alimentos y agua, ubicado en Tapachulas, Chiapas.
En el kilómetro 5 de la carretera que conduce desde esta localidad hasta Tapachula, los migrantes encontraron un retén con unos 300 policías federales, por lo que detuvieron su marcha 100 metros antes de encontrarlos.
Un comandante operativo, de nombre Jorge Trujillo, explicó que se buscará tener un diálogo con los migrantes para convencerlos de que vayan al albergue en Tapachula e informarles que no había instrucción de impedirles el paso.
Minutos más tarde y mientras había incertidumbre en la caravana, arribó el titular de la Policía Federal, quien dialogó con los migrantes, una vez que el operativo policial que se había dispuesto fue retirado para evitar tensiones.
Ahí, Castilla Craviotto ofreció a los migrantes garantías de que tendrán el paso libre y aseveró que el acompañamiento de la policía a su cargo sólo busca garantizar su seguridad y permitir que el contingente se compacte para una mejor conducción hacia Tapachula.
Insistió en que hay un albergue con suficiente espacio, atención médica, agua y alimentos, donde se pueden hospedar de manera digna en el camino.
Sin embargo, en entrevista posterior con los medios de comunicación aquí reunidos, el comisionado reiteró que es decisión de los migrantes la forma en que se trasladan y si aceptan o no la oferta de las autoridades mexicanas para ubicarse en el recinto ferial Expo Mesoamericana, hoy habilitado como refugio temporal.
Castilla Craviotto agregó que le ofreció a los migrantes el acompañamiento pacífico de la Policía Federal y que de ninguna manera tiene instrucciones de detenerlos, sino por el contrario acompañarlos para su seguridad con independencia de las decisiones migratorias que tome el instituto nacional en la materia.