Una de las líneas de investigación que tiene la Procuraduría de Justicia del Estado apunta a que los asesinatos del panista Hernán Belden Elizondo y del sampetrino David Villarreal Fernández estarían ligados entre sí.
Homicidios en los que ambos habrían sido víctimas solamente por ser identificados como dos civiles que compartieron actividades con determinados círculos de la sociedad, pero no necesariamente porque estuvieran involucrados con la delincuencia.
Estas ejecuciones que en los últimos días sacuden al municipio de San Pedro formarían parte de una cadena de pugnas y de ajustes de cuentas protagonizada por dos de los cárteles de la droga que operan en la ciudad.
¿El motivo? La disputa por la plaza de San Pedro entre los integrantes del Cártel de los Beltrán Leyva y el grupo criminal de Los Zetas.
Hoy las autoridades saben con certeza que ni Belden Elizondo, ni Villarreal Fernández, fueron privados de su libertad el viernes pasado con la intención de secuestrarlos.
En ninguno de los dos casos sus respectivos captores se comunicaron con los familiares para exigirles dinero como rescate, con el plan de liberarlos más tarde.
Los dos, tanto Belden Elizondo como Villarreal Fernández, estarían sentenciados de muerte cuando fueron capturados.
Hay similitudes entre ambos homicidios que ya son investigadas en la averiguación que abrió apenas el martes la Procuraduría de Justicia del Estado.
Los dos sampetrinos fueron privados ilegalmente de su libertad el mismo día, con apenas horas de diferencia.
Y también fueron encontrados muertos con un breve intervalo de tiempo.
La otra importante conexión entre ambos crímenes es el involucramiento del polémico alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández.
Fue el edil panista sampetrino el que confirmó el viernes pasado la privación ilegal de la libertad contra Villarreal Fernández, así como contra Belden Elizondo.
La tarde del miércoles, el gobernador Rodrigo Medina aseguró que la Procuraduría de Justicia tenía elementos para descartar el móvil del secuestro en el asesinato del ex legislador albiazul.
“Estamos investigando un homicidio y no un secuestro”, declaró el mandatario estatal.
“Fue un asesinato dirigido hacia la persona de Hernán Belden”.
El día de ayer también el alcalde Mauricio Fernández declaró que Belden Elizondo y Villarreal Fernández fueron capturados para ser ejecutados y no para secuestrarlos.
“Los dos fueron para mí, desde mi punto de vista, ejecuciones y no secuestros”, comentó Fernández.
Belden Elizondo fue privado de su libertad la mañana del martes en la colonia Doctores, en Monterrey, casi 12 horas después de que Villarreal Fernández fuera capturado en el corazón de San Pedro, a media cuadra de la iglesia de Fátima.
La medianoche del jueves Villarreal Fernández fue detenido por sus captores junto con un sobrino del propio alcalde Mauricio Fernández y otro del ex gobernador Fernando Canales Clariond.
Sin embargo, extrañamente ellos fueron liberados horas después sin mediar pago de rescate.
Pero no así Villarreal Fernández, quien apareció ejecutado a balazos tres días después en el arroyo El Capitán, en San Pedro.
Las autoridades estatales investigan la participación del Cártel de los Beltrán Leyva en la desaparición de Villarreal Fernández en San Pedro.
Las coincidencias entre los casos de Belden Elizondo y Villarreal Fernández no terminan.
Los dos cuerpos sin vida de los sampetrinos también aparecieron con apenas horas de diferencia.
Los restos de Belden Elizondo fueron hallados el martes al mediodía en La Huasteca, ubicada en el municipio de Santa Catarina.
Pero no fue hasta la medianoche del martes que la Procuraduría de Justicia confirmó que se trataba del cuerpo del ex legislador panista.
Una hora después de que la Procuraduría estatal confirmara oficialmente la muerte de Belden Elizondo, el cuerpo ejecutado del ex empleado municipal de Monterrey apareció con disparos en el Arroyo El Capitán, en la colonia Fuentes del Valle.
Villarreal Fernández trabajó en el Municipio de Monterrey en la administración del ex alcalde Adalberto Madero, como supervisor de la Dirección de Alcoholes.
Esta área ha estado bajo sospecha de estar controlada por el grupo de Los Zetas y relacionada con el cobro de piso a los antros y bares que operan en Monterrey.
Incluso Rogelio González Heredia, ex director de Alcoholes de Monterrey durante la gestión del ex alcalde Fernando Larrazabal, fue detenido por la Marina en el 2010 y vinculado con la organización criminal de Los Zetas.
El alcalde Mauricio Fernández acusó a Villarreal Fernández, el día que anunció su levantón, de tener fama de “Diablo” o “Traviesillo”.
Venganza, móvil contra Belden
El asesinato de Hernán Belden Elizondo, ocurrido el viernes pasado, habría sido una venganza perpetrada por el grupo de Los Zetas por el “levantón” que sufrió David Villarreal Fernández en San Pedro.
Este es uno de los móviles que investiga la Procuraduría de Justicia del Estado, encabezada por Adrián de la Garza.
¿Por qué Hernán Belden?
Él cumplía cabalmente el perfil sampetrino: empresario, político panista, miembro de familia prominente de San Pedro y con una trayectoria considerada intachable.
Belden Elizondo estaba contemplado para formar parte del gabinete de la próxima alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, ocupando la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Económico.
Esto ya no ocurrirá.
Belden Elizondo fue privado de su libertad la mañana del viernes y habría sido asesinado a golpes minutos después, en la misma Huasteca de Santa Catarina.
La camioneta blindada propiedad de Belden Elizondo fue encontrada por la Policía Ministerial ese mismo día abandonada en los Condominios Constitución.
No hubo petición de rescate ni comunicación de los captores con la familia de Belden Elizondo.
El municipio de Santa Catarina donde se abandonó el cuerpo de Belden Elizondo es dominado por el grupo criminal de Los Zetas, que controlan la venta de droga y los secuestros en la zona.
En los últimos meses Los Zetas han realizado incursiones violentas en el municipio de San Pedro, una plaza que se supone está bajo el control del Cártel de los Beltrán Leyva.
A esta organización se le atribuyen plagios y secuestros de ciudadanos sampetrinos ocurridos en los últimos meses, como el del empresario Damián González del Río, asesinado luego de que su ex chofer se acercó a Los Zetas para plagiarlo en venganza por haberlo despedido.
Por ello González del Río fue asesinado aunque su familia había pagado su rescate.
Además, la etapa de transición en el Municipio de San Pedro, con la salida del alcalde Mauricio Fernández y la llegada de Ugo Ruiz, sería vista por Los Zetas como una oportunidad para extender sus operaciones en este municipio.
El domingo pasado el mismo alcalde Mauricio Fernández atribuyó a este grupo de la delincuencia organizada el secuestro de Belden Elizondo.
También, en las últimas semanas Los Zetas tienen divisiones entre dos de sus líderes, Miguel Ángel Treviño “Z-40” e Iván Velázquez Caballero “El Talibán”, lo que obligaría al máximo capo Heriberto Lazcano “El Lazca” a tomar partido en esta pugna al interior de la organización.
Las autoridades esperan que esta confrontación y los asesinatos de Belden Elizondo y Villarreal Fernández detonen una escalada de violencia en Monterrey y San Pedro.
Incluso desde ayer elementos de la policía estatal Fuerza Civil instalaron retenes y controles en diferentes puntos de San Pedro, principalmente en las entradas y salidas de este municipio.
Por lo pronto en San Pedro se viven momentos de tensión entre las autoridades municipales y estatales.
El día de ayer Fernández declaró que Belden Elizondo posiblemente ya se encontraba muerto cuando dio a conocer su secuestro, el pasado viernes al mediodía.
Pero el edil no explicó quién le confió esa información o cómo la obtuvo.
Jorge Domene, vocero del Estado, dejó entrever ayer la posibilidad de que el alcalde sampetrino Mauricio Fernández fuera llamado a declarar por el caso de Hernán Belden.