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Miguel Alonso Raya, coordinador de los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD), es enfático cuando habla de la renovación de su partido: hay que erradicar los vicios para alcanzar la transformación.
“Requerimos mostrarnos como una fuerza capaz de disputar, de ganar, y eso implica corregir seriamente y con mucha responsabilidad los vicios que se han ido acumulando en el partido.
“(Los vicios son la) corrupción, inercias, burocratismo, colocar más el interés personal más que el interés de los ciudadanos, gana el individualismo frente al interés colectivo, la falta de formación de cuadros, las deficiencias que aparecen en nuestros gobiernos –porque a veces no podemos diferenciarnos entre lo que hace un gobierno nuestro de lo que hace uno del PAN o uno del PRI-“, comentó Alonso Raya, en entrevista con Reporte Índigo.
En pleno proceso de sucesión por la presidencia de su partido, el perredista no se descarta para dirigir el destino del más importante partido de izquierda en México.
Sin embargo, fiel a su naturaleza, es cauto. El congresista no quiere ser de los que figuran levantando la mano asegurando que tiene la receta ideal para corregir el rumbo del PRD.
Él prefiere que sea el colectivo que conforma a su partido, el que tome la decisión del papel que le tocará jugar en los próximos años dentro de su proceso de cambio.
“No me descartó, pero no soy de los que alza la mano para decir: ‘siento que yo soy y que a mí me corresponde y yo puedo y debo dirigir el partido’. No. Hay que contribuir con mucha modestia y con mucha responsabilidad a instrumentar lo que acordó el Consejo y ayudar a que esto siga adelante”.
“Sí (es un sueño dirigir al partido), pero cuando tienes las condiciones. Uno siempre tiene que ver la complejidad, la problemática que enfrenta el partido, y luego verte al espejo y ver si tú tienes o no las condiciones para responder, como debe ser, a esa problemática. Nunca hay que perder el piso, nunca hay que dejar de ser autocríticos y siempre hay que medir qué sí es posible, en qué puede uno contribuir, y en qué no”, sostuvo Alonso.
El coordinador de los diputados federales del PRD lleva la rebeldía en la sangre. Se dio cuenta desde sus primeros años que pasó en Puerta del Monte, en Guanajuato.
Cuando era adolescente, estudiante de secundaria, comenzó a interesarse por los temas del socialismo y la equidad social.
Entró a estudiar en la Escuela Normal Rural Luis Villarreal de El Mexe, en Hidalgo. Pisó las mismas aulas que los guerrilleros Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas, que también estudiaron en esa escuela.
Desde ahí, Alonso Raya conformó un grupo en el que clandestinamente organizaron a las normales rurales del país.
Se convirtió el secretario general de la sociedad de alumnos de “La Mexe”, como le llamaban de cariño, y luego en secretario general de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México.
Militó luego en el Partido Socialista de los Trabajadores. Rompió con ese partido y se unió al Partido Popular Socialista.
De ahí, siguió el Frente Democrático Nacional y el nacimiento del PRD, del que forma parte en la corriente Nueva Izquierda, la misma del actual dirigente Carlos Navarrete.
Y aunque reconoció que las corrientes de pensamiento le dan a su partido un toque plural que no tienen otros, Alonso Raya aceptó que las “tribus” que conforman al PRD de hoy se han convertido en un lastre para su avance, por lo que se debe cambiar la forma en que actúan.
“Hay que reglamentar para que no se conviertan las expresiones y las corrientes en grupos de presión y eso degenere, y veamos a un partido lleno de presiones y chantajes por posiciones del poder y no debatiendo programas, propuestas, para poder responderle a la gente.
“Hay que reformar la base del partido, entre ellos a sus expresiones y sus corrientes. Pero anularlas sería anular la vida democrática de un partido de izquierda (…) No digo que sea sencillo, porque evidentemente en la izquierda todo el tiempo ha habido corrientes de opinión. El problema es cuando se transforman en grupos de presión”, expuso.
Además de las presiones internas, fueron los hechos del exterior los que pusieron en jaque al partido de izquierda que aparte de perder votos en las pasadas elecciones, también perdió mucha de la credibilidad que tenía en ciertos lugares, como la Ciudad de México.
Uno de esos hechos externos fue la desaparición de los 43 estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero.
“No podemos negar que una sacudida para el PRD, fue Ayotzinapa”, sentenció.
Sin embargo, el parlamentario consideró que el partido del sol azteca tomó una culpa que no le tocaba, pues se llevó la factura más costosa por el caso de los jóvenes desaparecidos, aunque la responsabilidad no les correspondía del todo.
“Yo digo que cometimos un error, porque nosotros rápidamente nos cargamos -como izquierda, más con la actitud que se tiene cuando fueron asesinados jóvenes y cuando desaparecen- y cargamos con una cosa que no nos correspondía cargar. Ahí está. No han podido, hasta ahora, explicarnos cuál fue el móvil de lo que pasó la noche del 26 de septiembre del año pasado en el caso de Iguala.
“No tenemos en la cárcel a los que originaron, a los que tienen claridad del motivo real de lo que ahí sucedió en esa noche terrible, de los cuchillos largos, de Iguala”, reflexionó el político.
Diálogo sí; complacencia no
En el ánimo de ser un partido de izquierda moderno que no se oponga a todas las propuestas en automático, Alonso Raya apuntó que se debe mantener un buen diálogo con el gobierno, pero siempre diferenciando la propuesta de la izquierda.
“Fuimos a firmar el Pacto por México. Un pacto que, desde nuestro punto de vista, se traicionó, se desvirtuó, y que tuvimos que abandonar en su momento. Cabe decir que la imagen que tenía el gobierno de la República a nivel nacional e internacional cuando estaba en discusión el Pacto, nada tiene que ver con la imagen que tiene hoy.
“El partido debe marcar su distancia como un partido de izquierda, opositor, sentándose a dialogar con el gobierno cuando sea necesario, pero tienes que desmarcarte. Yo no comparto las políticas que el gobierno está instrumentando. No son las políticas más adecuadas, no son las que nos van a ayudar a resolver los problemas”, afirmó.
Lo mismo ocurre con las alianzas. Para el parlamentario, el PRD no debe cerrarse a la posibilidad de pactar coaliciones electorales con otros partidos de izquierda o con el PAN en estados donde solo así podrían competir para lograr o mantener la transición.
La suma de aliados incluye a Morena y su líder, Andrés Manuel López Obrador.
Alonso cree firmemente que la construcción de un nuevo PRD pasa por la suma de liderazgos de izquierda, sean o no del partido, de académicos que aporten ideas al debate y de aquellos que han dejado al partido del sol azteca por alguna diferencia con la forma en que se conducía.
“Hay que hacer el esfuerzo de que todos se sumen, figuras como Cuauhtémoc (Cárdenas), Andrés (Manuel López Obrador) u otros, hay que hacer el esfuerzo y hay que sentar las condiciones.
“Estamos sentando las bases para platicar con todos ellos, los que se fueron y los que están en la sociedad y que quieren ver un México diferente, sentarnos a platicar con todos y buscar la manera de encontrar los puntos de coincidencia para caminar juntos”, expuso.
La elección de la nueva dirigencia nacional del PRD se realizará a mediados de septiembre, una vez que se fijen las bases para el relevo en el partido del sol azteca.
Y se destapa Ríos Piter
A todos los aspirantes que han levantado la mano para ser tomados en cuenta en el relevo de la dirigencia nacional del PRD, ayer se sumó abiertamente el senador Armando Ríos Piter.
“A mí me encanta la idea de que hay que renovar el PRD, me encantaría el honor, me llena de satisfacción la posibilidad de pensar en la renovación del partido y yo dirigirlo”, dijo ayer, en entrevista.
El legislador guerrerense coincidió en que el próximo dirigente del partido del sol azteca deberá encabezar un proceso de transformación interior y comentó que eso solo puede lograrse quitando el lastre de las corrientes internas.
“Hay que sacarlo de la inercia en la que ha caído porque las corrientes, porque los intereses, porque la inercia lo han llevado a esa lógica y hay que cambiar eso y sin duda alguna me gustaría formar parte de esa transformación”, aseveró.