La guerra declarada

El momento llegó: los senadores del PRD entraron en un franco enfrentamiento por mantener el control de la bancada de ese partido en la Cámara Alta.

El punto culminante del pleito entre Alejandra Barrales, presidenta nacional del sol azteca, y el senador Miguel Barbosa, quien hace unas semanas declaró su apoyo a Andrés Manuel López Obrador, ocurrió ayer, cuando la lideresa regresó a ocupar su escaño para recuperar el control de la bancada.

Imelda García Imelda García Publicado el
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El momento llegó: los senadores del PRD entraron en un franco enfrentamiento por mantener el control de la bancada de ese partido en la Cámara Alta.

El punto culminante del pleito entre Alejandra Barrales, presidenta nacional del sol azteca, y el senador Miguel Barbosa, quien hace unas semanas declaró su apoyo a Andrés Manuel López Obrador, ocurrió ayer, cuando la lideresa regresó a ocupar su escaño para recuperar el control de la bancada.

Barrales afirmó anoche que ni siquiera pasó por su cabeza renunciar a la presidencia nacional del PRD porque hizo una consulta con los órganos jurisdiccionales del partido y le corroboraron que no violaba el estatuto.

A lo que sí renunció, dijo, es al ingreso que percibía como presidenta nacional del PRD, por lo que seguirá desempeñando esa función sin cobrar.

“Abiertamente lo digo, el motivo de mi reincorporación (…) fue apoyar a Dolores Padierna y a Fernando Mayans”, afirmó Barrales.

La senadora sostuvo que no ha definido cuánto tiempo permanecerá en el Senado, y dijo que lo consultará con sus compañeros para quizá pedir licencia nuevamente una vez que haya estabilidad nuevamente en la bancada del PRD en la Cámara alta.

Dolores Padierna explicó que se convocó a los 12 senadores con militancia activa en el PRD para tomar la decisión, y aunque se debía hacer la reunión 48 horas después de haberlos citado, se votó unánimemente para que se pudiera hacer esta misma noche por “causas de urgencia”.

La perredista dijo que urgía tener definida la coordinación del grupo parlamentario pues el próximo martes se llevará a cabo la elección, en la Junta de Coordinación Política, de quien será propuesto como nuevo fiscal anticorrupción.

Hasta antes del regreso de Barrales al Senado, el grupo parlamentario del PRD tenía 19 senadores; de ellos, 15 habían expresado su apoyo a Raúl Morón como coordinador, en rebeldía a la decisión de la dirigencia nacional de que fuera Dolores Padierna la nueva coordinadora.

Además de volver al Senado, Barrales negoció y logró que algunos senadores devolvieran su apoyo a la dirigencia nacional.

Operó políticamente para convencerlos de volver al redil partidista.

Padierna llamó a darle vuelta a la página y dijo que invitaría a quienes son afiliados al PRD y a quienes no, se les invitará a conformar un bloque de senadores de izquierda para trabajar juntos.

A ambos les fueron entregadas constancias oficiales de su nombramiento, mismas que deberán presentar a la Mesa Directiva del Senado.

Y volver, volver…

Alejandra Barrales decidió volver al Senado en medio de una tormenta que comenzó hace unas semanas, cuando Miguel Barbosa –excoordinador de los senadores- anunció que su apoyo en el 2018 era para López Obrador.

La adhesión de Barbosa al tabasqueño fue la gota que derramó el vaso. Vendría después la destitución del poblano ordenada desde el CEN y el nombramiento de Dolores Padierna como nueva coordinadora.

Sin embargo, 15 senadores formaron un bloque contra la decisión del CEN y nombraron a Morón su nuevo coordinador. De ellos, solo 8 siguen siendo miembros del PRD.

Los senadores Angélica de la Peña; Dolores Padierna; Isidro Pedraza; y Luis Sánchez, se quedaron del lado de la dirigencia nacional. A ellos se sumó ayer Barrales.

La operación de Barrales para regresar al Senado se dio en medio del escándalo por la revelación que hizo la cadena Univisión de que posee un departamento en Miami, Florida.

En una sorpresiva decisión, enviando un oficio al Senado en la madrugada del jueves, Barrales anunció que regresaría a la Cámara Alta.

“Mi determinación tiene como único propósito fortalecer al PRD e incidir en la solución de los graves problemas del país”, afirmó Barrales en un comunicado.

De inmediato, el grupo opositor acusó que con su regreso, Barrales violaba el propio estatuto vigente del PRD.

Sin embargo, los afines a Barrales apuntaron que los estatutos se reformaron en octubre del 2015 y ella fue electa senadora en el 2012, por lo que no se le puede aplicar esa regla.

“Claro que se puede. Ella fue electa senadora antes de la reforma estatutaria; ella es electa senadora en el 2012, antes de esta reforma estatutaria. No se le puede aplicar retroactivamente”, dijo Guadalupe Acosta Naranjo.

El Senado anunció de forma oficial que la presidenta del PRD se reincorporaría a su actividad como legisladora.

En contra

Estos senadores formaron un bloque contra la decisión del CEN y nombraron a Morón su nuevo coordinador

> Miguel Barbosa

> *Luz María Beristáin

> *Lorena Cuéllar

> Mario Delgado

> Alejandro Encinas

> *Luis Humberto Fernández

> *Fernando Mayans

> *Iris Vianey Mendoza

> *Raúl Morón

> Armando Ríos Piter

> Zoé Robledo

> Benjamín Robles

> *Adolfo Romero Lainas

> Rabindranath Salazar

*Siguen siendo miembros del PRD

A favor

Estos senadores se quedaron del lado de la dirigencia nacional

>Angélica de la Peña

>Dolores Padierna

>Isidro Pedraza

>Luis Sánchez

>Alejandra Barrales

Jaloneo por coordinación

Barrales convocó a los senadores de su bancada, afiliados todavía al PRD, para que en la sede nacional del partido –no en las instalaciones del Senado- se llevara a cabo la elección oficial de Dolores Padierna como nueva coordinadora del grupo parlamentario y de Fernando Mayans como vicecoordinador.

A la reunión fue convocada también la Comisión de Elecciones del PRD, para intentar dar legitimidad a la decisión.

De los 15 que estaban en el bloque opositor, logró convencer a tres: Fernando Mayans, Iris Vianey Mendoza y Adolfo Romero Lainas asistieron a la reunión, junto al bloque de los cinco que permanecieron con la dirigencia.

Más temprano, Raúl Morón y su grupo afín juntaron firmas entre los senadores para ratificarlo como coordinador. Firmaron un total de 12 senadores.

Mayans, empero, asistiría a la reunión convocada en el CEN, donde se nombró a Padierna como coordinadora.

Sin contar a quienes ya no son militantes, la bancada perredista solo tendría 12 senadores. Para elegir a su coordinador se requiere la mitad más uno de los votos; es decir, Barrales requería al menos 7 senadores; por ello, su operación política se concentró en convencer a tres del bloque opositor para lograr los votos necesarios.

Tagle, daño colateral

El regreso de Alejandra Barrales a su escaño como senadora provocó un daño colateral: la salida de Martha Tagle del Senado.

Suplente de Barrales, Tagle había tomado el escaño en agosto del 2015 y desde el primer momento se declaró senadora independiente, dejando la bancada del PRD.

Según su propio dicho, la decisión de Barrales de regresar a su escaño la tomó por sorpresa.

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