Las alumnas que regresaron a clases a la Preparatoria 7 se encontraron en las aulas con los mismos maestros que acusaron de acoso sexual.
“Cuando iniciamos el paro, las mujeres teníamos claro que lo fuerte de nuestro pliego petitorio era la destitución de maestros y compañeros señalados de acoso así como la renovación de toda el área de Jurídico pero el viernes vimos que nos mintieron. Cuando regresamos al plantel estaban los maestros denunciados y dieron clase como si nada hubiera pasado”, dice Marcela, cuyo nombre verdadero se omite por seguridad.
En entrevista con Reporte Indigo, estudiantes denunciaron que pese a la realización de mesas de diálogo y la promesa de las autoridades de resolver sus demandas, estas fueron ignoradas.
Las alumnas más jóvenes de la UNAM exigieron la destitución de maestros y compañeros acusados de agredirlas tras dejar atrás el miedo y evidenciar actos que consideran acoso y violencia sexual que viven día con día en salones y pasillos de su escuela.
Tras dos meses de paro de actividades, la Preparatoria 7 “Ezequiel A. Chávez” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) regresó a actividades el 31 de enero luego de que estudiantes declararan un paro de labores tras hacer públicos los presuntos casos de acoso.
De acuerdo con la alumna, la renovación del departamento jurídico se da luego de que varias estudiantes denunciaron casos de violencia de género que vivieron, pero los abogados las revictimizaron o trataron de convencer para que no interpusieran una denuncia institucional.
“Te dicen que mejor no lo hagas o cuando les cuentas los hechos te dicen que fue tu culpa. Por eso, entre nuestras exigencias también destacamos la necesidad de tener abogadas con perspectiva de género para que deje de pasar esto, pero tampoco lo vemos cumplido”, comenta Marcela.
Para Daniela, lo más grave de la inacción de las autoridades es que deja desprotegidas a las jóvenes víctimas de violencia de género.
Para las alumnas, ver a los profesores denunciados por acoso entrar al plantel, fue un golpe duro pues con ello entendieron que en realidad la UNAM no tiene mecanismos de protección para las víctimas de agresiones.
“En esta escuela pedimos la destitución del profesor de Fotografía, quien tocaba a sus alumnas en el salón de revelado y les hacía propuestas indecorosas”, apunta Daniela. Por su parte, Marcela añade que el maestro de Danza de la mañana “con el pretexto de enseñarte los pasos te toca de manera indebida”.
“Queremos que nos demuestren que nada ni nadie está por encima de nuestra seguridad y que ningún maestro es intocable”, expresa la alumna.
Daniela y Marcela enfatizan que para maestros acusados de acoso sexual no hay otra petición más que la efectiva destitución, ya que hubo casos en los que se recurre a la simulación, como fue el del maestro de Educación Física, a quien solo se le cambió a la Preparatoria 2 “Erasmo Castellanos”.
Quieren estudiar sin agresores en Preparatoria 7
Ir a la escuela sin miedo y con la seguridad de que nada les va a pasar dentro y fuera de las aulas es lo que más anhelan las estudiantes, en cambio, la realidad a la que se enfrentan cada vez que se dirigen a clases es tener que convivir con sus agresores.
“Varias compañeras se sienten vulnerables de tener que estudiar o tan solo convivir con el agresor, ya sea maestro o compañero. Acá no entienden que al no escucharnos y no hacer nada están poniendo en riesgo nuestra salud mental y emocional. No es fácil tener que sentarte todos los días con alguien que te hizo daño pero a ellos no les importa eso, solo quieren que hagamos como si todo fuera normal, que olvidemos que no están violentando”, relata Marcela.
Además de la violencia de género que viven por parte de profesores y directivos, las estudiantes señalaron que también algunos de sus compañeros las han dejado sin apoyo.
“Aquí no hay respaldo ni empatía por parte de nuestros compañeros, parece que lo único que les importa es que no haya paro y puedan tener clases. No entienden que esto no lo hacemos por un beneficio individual, sino por uno grupal, queremos que todos se sientan seguros en la escuela y nadie tenga que vivir el acoso sexual”, explica Daniela.
Ambas estudiantes, integrantes del colectivo feminista de la Preparatoria 7, detallaron que su página de Facebook ha recibido amenazas y ataques contra ellas y que, cuando lo denunciaron, las autoridades prometieron dar cursos de concientización y sensibilización a la comunidad pero nunca se llevaron a cabo.
Además, se denunció que el pasado 9 de diciembre, cuando la escuela estaba en paro, un hombre con una pistola entró a las instalaciones, encerró a quienes estaban de guardia y saqueó la Dirección. Ante dichos hechos, la UNAM anunció que interpondría una denuncia contra quien resulte responsable de los destrozos en la institución.
Por la falta de apoyo de las autoridades y compañeros, las estudiantes consideraron que la UNAM encubre a los acosadores sexuales y responsabilizan a la institución académica de cualquier cosa que les pueda pasar en el contexto de la violencia machista que impera en el plantel.
“Hay algunos grupos que están armando sus horarios sin que les dé clase el maestro acosador, aunque sabemos que esa no es la solución al problema es una manera de poder tener seguridad”, dice Marcela.