Presa Peñitas, desastre anunciado en Tabasco
Las recientes inundaciones en tierras tabasqueñas confrontan al Gobierno estatal y a la CFE por el manejo de la Presa Peñitas; desde hace 12 años, un estudio del Senado advertía tomar medidas en la región proclive a estos riesgos, tras las anegaciones de 2007 que dejaron a 1.2 millones de damnificados
Laura IslasLa Presa Peñitas, en Tabasco, está en medio de la polémica de nueva cuenta. Las recientes inundaciones registradas en la entidad confrontan al Gobierno estatal y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), incluso provocaron la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta problemática no es nueva, un informe elaborado en 2008, a solicitud de la Comisión de Asuntos Hidráulicos del Senado de la República, alertaba que la planicie tabasqueña seguiría teniendo afectaciones por sus condiciones naturales, por lo que era necesario realizar acciones para mitigar los daños.
A 12 años de ese estudio y a 13 de las históricas inundaciones que dejaron a más de 1.2 millones de damnificados en Tabasco y Chiapas -en octubre del 2007-, las autoridades federales prometen finalmente atender el problema.
Tras el conflicto entre el Gobierno de Tabasco, encabezado por el morenista Adán Augusto López, y la CFE, a cargo de Manuel Bartlett, el presidente López Obrador anunció un nuevo modelo en el manejo de las hidroeléctricas, después de que a principios de octubre pasado la tormenta Delta y las descargas de la Presa Peñitas provocaran crecidas de agua que dejaron a más de medio millón de afectados.
La situación ha sido crítica para la entidad en este año. El fin de semana pasado ocurrieron más inundaciones por los frentes fríos 9 y 11 que dejaron a más de 65 mil damnificados; y en los próximos días se esperan más lluvias y desbordamientos. Incluso, siete ríos están en semáforo rojo por el Instituto de Protección Civil de Tabasco (IPCET).
2020, año de inundaciones
Las lluvias por los frentes 4 y 5, así como las descargas de la Presa Peñitas, provocaron inundaciones, y dañaron el patrimonio y la rutina de 623 mil 624 tabasqueños de 14 municipios, también dejaron como saldo cuatro personas fallecidas.
Días después, el gobernador López Hernández reclamó al director de la CFE por las afectaciones derivadas de los desfogues de la presa para evitar su saturación. Dijo que actuaría por la vía jurídica contra quien resultara responsable.
Tras los reproches, el presidente, originario de Tabasco, realizó una visita técnica a la presa el 18 de octubre y dijo que hubo un mal manejo de la hidroeléctrica, por lo que anunció medidas para evitar inundaciones.
El jefe del Ejecutivo federal también acusó que antes las termoeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad quedaban rezagadas, ya que eran detenidas para darle preferencia a las privadas.
Sin embargo, el gobernador López Hernández nuevamente le reclamó el 4 de noviembre a Bartlett Díaz por anunciar nuevos desfogues de la Presa Peñitas y responsabilizó a la empresa productiva del Estado de los perjuicios ocasionados.
“Le aclaro, los tabasqueños nunca hemos dicho que el manejo irresponsable y mercantilista con el que CFE opera la extracción de la presa Peñitas haya causado inundaciones en Villahermosa”.
“Lo que sí afirmamos es que con esa insensibilidad e irresponsabilidad inundaron Nacajuca, Jalpa y Cunduacán, y vamos a presentar las denuncias y demandas para que la CFE indemnice a los tabasqueños que resultaron damnificados y repare la infraestructura dañada o destruida”, publicó a través de su cuenta de Twitter.
Al respecto, López Obrador deslindó de culpas a la CFE durante su conferencia mañanera de ayer.
El presidente señaló que las inundaciones pudieron deberse a un error de cálculo y posiblemente soltaron más agua para evitar que se rompiera la presa.
También, achacó las afectaciones a la corrupción de años anteriores, ya que se permitía construir en lugares bajos. “Se hicieron unidades habitacionales donde no debiera darse permisos para construir”, dijo.
Advertencia sobre Presa Peñitas ignorada
Las anegaciones que azotaron Tabasco a principios de octubre fueron advertidas hace casi 12 años, luego de las históricas inundaciones de hace más de una década
El “Informe de las inundaciones de 2007 en el estado de Tabasco. Diagnóstico preliminar” establece que la planicie tabasqueña seguiría teniendo afectaciones por su condición natural.
El documento muestra que el territorio está sujeto a crecidas frecuentes y destaca una serie de inundaciones anteriores ocurridas en los años 1975, 1990 y 1999, por lo que consideraba necesario preparar a la sociedad para enfrentarlas.
“Es importante para ello contar con mapas de riesgo, o actualizarlos, realizar un ordenamiento territorial que prevea zonas de inundación que sean de válvula de control para proteger a las zonas urbanas, y fomentar la participación social en la gestión integral de crecientes.
“Adicionalmente, será conveniente que en los nuevos asentamientos de la población desplazada, se tenga cuidado de evitar nuevamente su ubicación de zonas bajas que seguramente se volverán a inundar en próximos eventos de carácter extremo”, se lee.
El estudio preliminar también recomendó la elaboración de un estudio completo y detallado de las inundaciones en Tabasco, tanto para prevenir sus efectos negativos como para extraer las lecciones y aprendizaje que permitan extender las acciones y recomendaciones de otras regiones de México en la misma o peor situación de peligro.