Entre presiones, reanudan TLCAN
Los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá han retomado las pláticas para llevar a cabo la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, acción a la que ya se suman miembros del gobierno entrante y que llega después de que Donald Trump pidiera a López Obrador acelerar el proceso
Imelda García[kaltura-widget uiconfid=”38728022″ entryid=”0_z10iccpd” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] Finalizada la pausa por las elecciones en México, en medio de presiones comerciales y después del ultimátum del presidente estadounidense Donald Trump, hoy reiniciará el acercamiento de México y Estados Unidos rumbo al reestablecimiento de las mesas de trabajo de la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en la ciudad de Washington.
La novedad de este acercamiento será la incorporación de miembros del equipo de transición del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, a la delegación mexicana de negociadores, quienes acudirán como observadores.
Aunque públicamente se ha dicho que los representantes del nuevo gobierno no intervendrán en la discusión, la nueva relación del virtual presidente electo con los gobiernos de Estados Unidos y Canadá deja ver que la influencia de los representantes de López Obrador será determinante.
En hechos sin precedentes, delegaciones del más alto nivel de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá han venido a México a encontrarse con el ganador de las elecciones para iniciar la relación con el próximo presidente, aun cuando faltan meses para su toma de protesta.
Esta semana, futuros secretarios del nuevo gobierno asistieron a la Cumbre de la Alianza del Pacífico en la que se acordó la integración con el Mercosur, y ahí comenzaron a tener contacto con presidentes y funcionarios de otros países.
Hoy los secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y de Economía, Ildefonso Guajardo, se reunirán con Robert Lighthizer, representante comercial del gobierno de Estados Unidos.
Esta reunión será un preámbulo para que se reanuden los trabajos de renegociación del TLCAN para terminarlos, de ser posible, antes del mes de noviembre, cuando se elija a los nuevos congresistas de Estados Unidos.
Con el viento en contra
La reanudación de las mesas de trabajo para la renegociación del TLCAN comenzará con el viento en contra por las presiones y la guerra comercial que ha desatado el mandatario estadounidense, Donald Trump, contra varios países, incluidos sus socios comerciales.
La pausa en los trabajos se dio también porque los congresistas estadounidenses habían fijado el 17 de mayo como fecha límite para que el Ejecutivo de su país les anunciara la inminencia de un acuerdo y poder analizarlo y aprobarlo a la brevedad.
La prisa obedece a que en noviembre próximo hay elecciones intermedias en Estados Unidos y los republicanos podrían perder el control del Legislativo que mantienen ahora.
Una revisión del acuerdo a manos de los demócratas posiblemente complicaría su tránsito y aprobación en Estados Unidos.
Durante las semanas que se mantuvo la pausa, el gobierno de Donald Trump tomó decisiones comerciales que inyectaron presión a la relación comercial entre sus socios en el TLCAN.
El 1 de junio comenzaron a aplicarse los aranceles del 25 y 10 por ciento al acero y al aluminio proveniente de Canadá y México, que habían entrado en vigor en marzo para otros países.
Esto provocó que estos dos países comenzaran a cobrar aranceles a exportaciones de ciertos productos estadounidenses, como manzanas, carne de cerdo, arándanos y quesos, además de que México llevó una denuncia ante la Organización Mundial del Comercio.
Estados Unidos haría lo propio contra los aranceles impuestos por México a sus productos.
Ahora, el reinicio de las pláticas para la renegociación del TLCAN comenzarán con el ultimátum impuesto a México por el presidente Donald Trump al gobierno electo de México.
“Considero que una renegociación exitosa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte nos guiará a aún más empleos y mejor pagados para los empleados mexicanos y estadounidenses que tan duro trabajan —pero sólo si lo podemos hacerlo rápido, pues de otra manera tendré que elegir un camino muy distinto al presente.
Lo anterior no es de mi preferencia, pero sería mucho más redituable para los Estados Unidos y sus contribuyentes”, escribió Donald Trump a Andrés Manuel López Obrador en una carta, respondiendo otra que el virtual presidente electo mexicano le envió el 13 de julio.
Cambio de Discurso
Las negociaciones para la renovación del TLCAN entre México y Estados Unidos no han sido tarea fácil:
La influencia de AMLO
A partir de hoy, miembros del equipo del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador ya participarán en las mesas de renegociación del TLCAN.
El acercamiento que el virtual presidente electo ha tenido con Estados Unidos y Canadá, además de la buena relación que ha mantenido con la administración del presidente Enrique Peña Nieto, han permitido que miembros del equipo de transición acompañen a la delegación mexicana.
López Obrador ha dicho, eso sí, que lo harán como observadores y respetarán en todo momento las decisiones que tomen los enviados de la actual administración.
“Somos respetuosos del gobierno actual del presidente Enrique Peña Nieto y del trabajo que han venido realizando los funcionarios del gobierno mexicano: el secretario de Relaciones Exteriores; el secretario de Economía y el grupo que ha estado durante algún tiempo en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Somos respetuosos de las autoridades actuales. Estamos iniciando esta relación (con Estados Unidos) informando en todo al gobierno actual y, en las pláticas que pensamos van a reabrirse para continuar las negociaciones del Tratado, nosotros vamos a participar en calidad de observadores”.
Al canciller Videgaray y el secretario Guajardo los acompañará a Washington Jesús Seade, quien coordinará los trabajos de renegociación una vez que el nuevo gobierno tome posesión el 1 de diciembre próximo.
Seade afirmó que más que coordinación entre los equipos del presidente Enrique Peña Nieto y del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, lo que hay es unión para alcanzar un acuerdo comercial trilateral.
“Vamos a ver la temperatura y, más que eso, a ver las actitudes. Recibimos una visita buenísima del ministro Pompeo y otros ministros con él, las señales fueron excelentes y esperemos que esas señales se traduzcan en una disposición de avance. Sólo podemos esperar, es prematuro ir más allá de esto”, afirmó Seade en entrevista.
El trabajo de la renegociación se realiza entre ambos equipos, sostuvo, pero la voz cantante la llevan los funcionarios del actual gobierno, particularmente el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, al lado de quien permanecerá colaborando y discutiendo estrategias y procedimientos para tratar de cerrar un buen acuerdo comercial.
Cuestionado sobre la postura de Donald Trump de proponer un acuerdo bilateral con México y otro con Canadá en vez de uno trilateral como el que existe hoy día, Seade comentó que para ellos, la voz oficial es la que llevaron los funcionarios estadounidenses al encuentro con las autoridades mexicanas y los miembros del nuevo gobierno.
“Sacar el TLCAN adelante es una prioridad y lo vamos a hacer. A él (Donald Trump) le gusta mucho explorar ideas y generar presiones, pero la voz oficial que interpretamos es la que él dio, seguramente, con instrucciones muy precisas, a sus tres ministros y un asesor de muy alto nivel”, dijo.
Cambio de Discurso
Sin embargo, la victoria en las urnas de López Obrador, parece haber ayudado a que el trato entre ambos países mejore
Las presiones de Trump
Aunque las autoridades mexicanas ven posible el escenario de que la renegociación del TLCAN culmine en un par de meses más, hay temas que continúan en un impasse en la negociación.
El principal, es la intención del gobierno estadounidense de establecer una cláusula para dar por terminado el TLCAN cada cinco años, lo que obligaría a una revisión cada lustro, lo que no da certidumbre a las inversiones a largo plazo, según han advertido México y Canadá.
Aun así, el secretario de Economía se mostró optimista de que pronto se llegará a la conclusión de las negociaciones.
“Podemos sentirnos orgullosos que casi dos terceras partes de lo que consiste el acuerdo (TLCAN) están prácticamente concluidas (…)
En los próximos meses y definitivamente antes del proceso de elección que se experimentará en Estados Unidos, estamos tratando de avanzar constructivamente esta negociación.
Creemos que existe la posibilidad de encontrar una pista de aterrizaje segura”, expuso ayer Ildefonso Guajardo, luego de una reunión con la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland.
Conforme ha pasado el tiempo de la negociación, que comenzó hace casi un año, el 15 de agosto del 2017, también se han añadido presiones políticas del mandatario estadounidense para renegociar el TLCAN.
Una de ellas es que México se comprometa a dar refugio a las personas de Centroamérica que cruzan el país para llegar a Estados Unidos a solicitar asilo para bajar el número de solicitudes que llegan cada año en su frontera sur.
México se ha negado a adoptar esta medida porque le implicaría costos millonarios para absorber a quienes buscan llegar a Estados Unidos, además de que sería difícil insertarlos en la sociedad mexicana.
Ante esas presiones y otras que han afectado no sólo al TLCAN, sino a la relación entre México y Estados Unidos, el virtual presidente electo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, propuso una agenda de desarrollo en la que pidió al gobierno estadounidense comprometerse no sólo a la cooperación con México, sino con otros países de Centroamérica, para evitar que las personas tengan que salir de sus comunidades por falta de empleo o inseguridad.
Trump respondió a López Obrador que coincide con esa visión, por lo que sus equipos trabajarán en conjunto para explorar los mecanismos sobre cómo puede darse esa cooperación.
En México, la aprobación del nuevo TLCAN estará en manos del Senado de la República, que tendrá mayoría de Morena y sus aliados, el PT y el PES, a partir del 1 de septiembre, cuando arranquen los trabajos de la 64 Legislatura
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