PRI: oposición sin rumbo
Tras ser relegados a nivel nacional como la tercera fuerza política en las pasadas elecciones, el panorama marcado para el tricolor se vislumbra más complicado que nunca. La ausencia de nuevos liderazgos y una militancia dividida por la falta de rumbo en las cúpulas, la maquinaria priista comenzó a tambalear al entrar en los desconocidos caminos la oposición
Salvador VegaPara el Partido Revolucionario Institucional solo existen los recuerdos. Aquellos en donde el instituto, cual si fuera un enorme ferrocarril político, avanzaba a toda velocidad sobre las vías del tiempo; sexenio tras sexenio. Esta imagen persistió en el discurso de sus representantes nacionales tras el fracaso que sufrieron en las pasadas elecciones.
Ahora, tres semanas después de la llegada del nuevo gobierno, el priismo enfrenta su primera dosis de realidad dejando al descubierto la grave desorganización que persiste entre sus filas y la falta de rumbo una vez asentados como partido opositor
El martes, en medio de una acalorada discusión por la Ley de Ingresos para el 2019 en la Cámara de Diputados, referente al precio de las gasolinas, la bancada del PRI encabezada en esta ocasión por el diputado Enrique Ochoa Reza, dieron muestra de la falta de estructura al interior de su partido al anunciar que se retiraban del recinto, sin siquiera haber emitido una votación.
Los hechos comenzaron cuando el diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, increpó tanto a panistas, priistas y perredistas por haber votado en años anteriores en favor de los gasolinazos, un hecho que enfureció a los opositores. Después de un intercambio de acusaciones, Pablo Guillermo Angulo del PRI pidió el uso de la palabra para mencionar que el nuevo gobierno le cargará 16 mil millones de pesos de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) al bolsillo de los mexicanos, faltando así a su promesa de reducir el costo de los hidrocarburos.
Los representantes blanquiazules se sumaron a la protesta y con pancartas en mano, tomaron la tribuna presidida por la diputada de Morena, Dolores Padierna.
Tras gritos y empellones entre panistas y morenistas, el diputado Enrique Ochoa tomó el micrófono y desde su escaño se manifestó.
“Este debate es un debate necesario para la República, para poder llevarlo a cabo se deben tener condiciones de civilidad democrática en este parlamento. En la ausencia de una conducción pacífica y democrática, ante la presencia de violencia verbal, de insultos y violencia física nos retiramos de este salón de sesiones, por la manera en que no aceptan debatir”, dijo Ochoa.
La declaración del exdirigente del PRI desató la rechifla de un sector pero al mismo tiempo las dudas de gran parte del pleno, quienes cuestionaron a la bancada tricolor debido a que la discusión que se generó en la Cámara baja era tan solo el preámbulo para la votación de la iniciativa de reducción del recurso.
Este tropiezo se hizo más evidente con la réplica del diputado también tricolor, Pedro Pablo Treviño.
“Sí, sí nos vamos a ir porque no estamos de acuerdo con lo que aquí se está haciendo. Pero lo vamos a hacer después de evidenciar que están votando a favor de quedarse con el IEPS en la gasolina y que la gasolina no va a bajar de precio como se lo prometieron al pueblo de México”, afirmó Teviño.
Militancia dividida
Luego de la discusión sobre la iniciativa de la Ley de Ingresos para el 2019 los priistas se retiraron de la Cámara de Diputados, en un acto que los integrantes de la fracción denominaron como una “protesta”, pero que fue interpretada por una acción desorganizada e impulsiva que no fue bien vista o recibida por buena parte de las bases militantes del propio partido.
Lo anterior deja al descubierto la situación que vive el PRI, agrietado después de que Morena arrasó en los comicios de julio.
“Nosotros pensábamos que el PRI podría tener una actitud diferente a la lamentable y penosa actuación que ha tenido desde las elecciones hasta la fecha”, comentó César Augusto Santiago Ramírez, presidente de la agrupación política “Alternativa”, una de las alas más críticas dentro de la militancia priista a nivel nacional. Para él, actitudes como las demostradas por los actuales líderes merman en gran medida la credibilidad del partido.
Para César Augusto Santiago la falta de andamiaje político que impulse por un rumbo claro al priismo, es la causa de que buena parte de la militancia a nivel nacional esté optando por otras opciones de adherencia.
Santiago Ramírez, mencionó también que actitudes como el “aferrarse a defender a las cúpulas empresariales” o el seguir imponiendo a familiares o amigos para las dirigencias estatales en lugar de dar oportunidad a la base militante, son los factores principales del desgaste del PRI en el 2018.
“Me pareció un error terrible poner a un presidente del PRI como Enrique Ochoa, que no era militante del partido y que se había ufanado de ser un ‘político apartidista’. Luego, poner a un candidato que tampoco era militante del PRI a la Presidencia (José Antonio Meade), que cada que le preguntaban alguna cuestión propia del partido decía ‘que lo contesten los priistas’. Por último, poner a un vocero de la campaña que es un personaje experto en ópera que era del PAN, el senador (Javier) Lozano, y a un coordinador de campaña que tampoco era del PRI (Aurelio Nuño) y luego, cuando viene la elección, le echan la culpa a los priistas del por qué no votaron por el candidato del partido”, reflexionó el político en entrevista con Reporte Indigo.
A pesar de admitir que sus opiniones no son bienvenidas en la cúpula de su partido, César Augusto Santiago expresa el momento que, en su consideración, sigue representando la fractura más grave del priismo en su historia moderna.
“Cuando mataron a Colosio en la campaña se acabó el modelo priista tradicional. No puede ser que a un candidato que está presentando una corriente renovadora, progresista que quiere actualizar la vida pública como lo quería hacer Colosio, termine con un balazo en la cabeza. De ahí en adelante el PRI se convirtió en un partido de defensa del capitalismo más rancio y antiguo a ultranza, nos olvidamos de la gente”, refirió Santiago.
Desde su perspectiva, el panorama actual para la militancia del partido es incierto, debido a que tan sólo este año, el PRI terminó con un prestigio cuestionable derivado de escándalos de corrupción en gobiernos estatales.
“Si (los priistas) no entendemos esa lección, si seguimos aferrados a lo mismo, pues ahí va a seguir el PRI: como un partido testimonial y con actitudes patéticas como las del martes en la Cámara de Diputados”, concluyó.