Este 2018, la lucha electoral no se limita al ring de las campañas.
La bancada del PRI en el Senado ha emprendido una ofensiva contra Damián Zepeda, el presidente nacional del PAN, a quien acusa de recibir dinero público para su campaña política como alcalde de Hermosillo, en el 2015.
La acusación sucede después de que el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, acusara a la Secretaría de Hacienda de retenerle 700 millones de pesos del programa de Fortalecimiento Financiero.
Esto, luego de que las investigaciones por el presunto desvío de recursos de ese programa a campañas electorales del PRI terminara en la detención de Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, exsecretario general adjunto del tricolor durante la presidencia de Manlio Fabio Beltrones.
En días pasados, Zepeda acusó públicamente que la Fiscalía de Sonora prepara una carpeta de investigación en su contra en represalia por las pesquisas que el gobierno panista de Chihuahua hace contra los priistas.
No dijo, sin embargo, de qué se trataba esta supuesta investigación.
Lo dicho: la batalla electoral ha alcanzado más allá de los candidatos y sus partidos.
La acusación
Los senadores del PRI se encargaron de hacer público el motivo por el que se investiga a Damián Zepeda en Sonora, entidad gobernada por la priista Claudia Pavlovich.
En un punto de acuerdo presentado en la Comisión Permanente, la bancada del PRI pidió a la Auditoría Superior de la Federación investigar un presunto desvío de dinero público a favor de la campaña de Zepeda, en 2015.
Ese año, Zepeda contendió por la alcaldía de Hermosillo abanderado por el PAN, pero perdió la elección frente al priista Manuel Ignacio Acosta, “Maloro”.
Los tricolores acusan que se habrían desviado 700 millones de pesos a través de obras asignadas por el Consejo Estatal de Concertación de Obra Pública (CECOP) de Sonora entre el 2013 y el 2015, durante el mandato del gobernador panista Guillermo Padrés.
El PRI basa su acusación en notas de prensa donde se ha publicado esta información.
“En días recientes, distintos medios de comunicación han documentado una presunta red de corrupción que presumiblemente habría desviado recursos públicos por un monto de 700 millones de pesos, para financiar la campaña de Damián Zepeda Vidales a la presidencia municipal de Hermosillo en el año 2015.
El tricolor acusa que Zepeda tenía una posición privilegiada para la asignación de recursos económicos, pues fue presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público y secretario de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública.
Su modus operandi, señalan, era gestionar desde la Cámara de Diputados los recursos que eran canalizados al municipio de Hermosillo a través del CECOP.
“Cabe señalar, que tan sólo en el ejercicio correspondiente al 2014, la CECOP habría asignado 19 obras a 10 empresas relacionas con el ahora presidente nacional del PAN, Damián Zepeda”, sostienen los legisladores.
Los priistas acusan que esta práctica recuerda al escándalo de los moches, en que se denunció que se solicitaba una comisión de entre el 17 y el 20 por ciento a alcaldes y gobernadores a cambio de que se les asignaran recursos para obras, desde la Cámara de Diputados.
El exhorto de los senadores priistas es a que la Auditoría Superior de la Federación investigue estos presuntos desvíos.
Se cura en salud
Damián Zepeda se adelantó a que el caso tomara más notoriedad para salir al paso y acusar que todo se trata de una represalia por lo que ocurre en Chihuahua.
Rodeado de algunos de los personajes más cercanos a él dentro de su partido, Zepeda sostuvo que “en política no hay casualidades” y que todo ocurre días después de que él mismo acudió a la FEPADE a presentar una denuncia por el desvío de recursos públicos en Chihuahua.
“Tengo información de que la Fiscalía en el estado de Sonora está fabricando con mentiras, con declaraciones falsas, un expediente en mi contra. Me informan que están utilizando enemigos políticos personales y presionando a personas con problemas legales para declarar en mi contra”, reclamó Zepeda.
El presidente nacional del albiazul acusó a otro panista de ser uno de los operadores de esa ofensiva en su contra.
Se trata de Alejandro López Caballero, exalcalde de Hermosillo y exsecretario de Finanzas del estado, al que calificó de su “enemigo político personal”.
Zepeda exigió al Gobierno estatal que no se utilice la justicia con fines políticos.
Uno de los políticos que reaccionó a la queja de Zepeda fue el expresidente Felipe Calderón, también panista, quien a través de Twitter desacreditó la percepción de persecución del líder nacional del blanquiazul.
“Si fuera falsa no tendría de qué preocuparse. No tendría por qué arroparse en su cargo ni con la dirigencia del PAN. Es público y notorio cómo se manejaban las cosas en Sonora”, escribió el expresidente de la República en Twitter.
Tal parece que la acusación del PRI despertó viejos rencores al interior del PAN… en plena campaña electoral.