La corriente Democracia Interna, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), hizo un llamado a la actual dirigencia priista para que en la elección de los próximos dirigentes a nivel federal y estatal se democraticen los procesos y se tome en cuenta a la militancia.
Mediante una carta, pidieron a la cúpula dejar el discurso de “unidad” y tomar en cuenta las voces de militantes que piden un cambio de fondo pues, aseguraron, “el partido está roto, dividido en dos partes”.
La organización interna del tricolor consideró importante rescatar al partido de “una enfermedad que parece terminal”, cuya cura sería la democracia y el rescate de los principios ideológicos.
De la misma manera, acusaron a la administración del presidente Enrique Peña Nieto de ser participe de la derrota del partido en el pasado proceso electoral pues, “no entendió el mensaje ciudadano” tras las fallidas administraciones panistas que dejaron al país inmerso en la inseguridad y la pobreza.
“La administración peñista no entendió el mensaje ciudadano y no acertó a disminuir significativamente la pobreza y a combatir con eficacia la violencia, la inseguridad y la impunidad. Tampoco mejoró la percepción sobre la corrupción en el gobierno y, desafortunadamente, las reformas estructurales no han dado los resultados prometidos”, refirió Democracia Interna.
Por lo anterior, pidieron que se renueven los comités estatales o municipales “que estén vencidos” y que la elección se realice por consulta directa a militantes y simpatizantes.
De igual manera, pidieron acelerar la Presidencia de transición, misma que, a su parecer, debe ser ocupada por un priista con suficientes méritos, “con prestigio y merecedor del respeto de todos” y que concluya el periodo estatutario en agosto de 2019.
Democracia Interna insistió en que la elección para la dirigencia 2019-2023 se debe realizar por consulta directa a militantes y simpatizantes y debe ser transparente y equitativa, “sin dardos cargados”.
Los firmantes consideraron que la Comisión de Reflexión, que se instaló tras la derrota del PRI, no puede sustituir ni orientar los cambios que se tendrían que hacer en el partido para enfrentar su nueva etapa como oposición, ya que estos se tienen que discutir en la Asamblea Nacional a la que la próxima dirigencia tendrá que convocar después de que entre en funciones en 2019.
“Democracia Interna habrá de realizar en los siguientes meses mesas de discusión en el país para recoger el sentir de la militancia sobre el futuro del partido y sobre la propuesta central de esta expresión política, la democracia al interior, que consideramos el pilar sobre el que debe descansar cualquier intento de rescatar al partido, para presentarlas y someterlas a discusión a la Asamblea”, especificó el documento.
