La seguridad del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) no depende de la Policía Auxiliar, sino de una empresa que fue beneficiada de manera irregular y que ya incumple con su situación contractual.
Este órgano colegiado adjudicó un contrato por 6 millones 561 mil 308 pesos a la empresa CAITS Seguridad Privada S.A. de C.V. a cambio de resguardar el edificio sede, la bodega y sus 40 consejos distritales.
La decisión fue tomada de manera unilateral, por la presidencia que encabeza la bejaranista Diana Talavera, y encomendada al Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios Generales del IEDF.
Por eso, no importó la ausencia de un proceso de licitación. Tampoco que la empresa contara con una antigüedad menor a los seis meses. Ni si realmente cumplía con sus obligaciones.
El asunto ha generado polémica dentro del Consejo General de la institución, encargada de velar los procesos electivos de la capital del país. Y por eso la mayoría de los consejeros electorales piden una explicación a su presidenta.
Para muchos resulta sospechosa la forma en que se dio la contratación de CAITS. Y es que no solo se eludió un proceso de licitación, obligado por ley, sino que se contrató a una compañía creada apenas cuatro meses antes de que tomaron protesta los actuales consejeros.
El contrato identificado con el número C.P.AD.-016-13, y del cual Reporte Indigo posee una copia, indica cuáles son las obligaciones de la empresa y cuáles sus ofertas; de ahí se desprenden sus inconsistencias.
El punto es que se trata de una empresa que pide dos vehículos en comodato (para uso de sus elementos), que ofrece hombre armados con chalecos antibalas y perros de ataque. Pero no cumple.
Por ello, ya preparan modificaciones al contrato original. En vez de exigirle a esta compañía que cumpla con sus obligaciones estipuladas en el contrato.
La llegada de CAITS
A principios de año, la presidencia del IEDF informó a sus pares que la seguridad, que hasta entonces corría a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSP-DF) había incrementado sus costos.
Es así como a través de la Secretaría Ejecutiva y la Administrativa del IEDF comenzaron a buscar una opción para resguardar a bajo costo, los inmuebles de la institución.
Inmediatamente después surgió, en las áreas correspondientes, la instrucción de encargarle esta tarea a una compañía, que no tenía ni el año de antigüedad y por la vía de adjudicación directa.
La beneficiada fue CAITS Seguridad Privada Sociedad Anónima de Capital Variable que, de acuerdo con el acta constitutiva, fue creada el 1 de agosto del 2012.
La sociedad mercantil está conformada por los señores Christian Sánchez Sánchez, Pablo Torres Jiménez y Juan Javier Torres Jiménez, con el objeto de ofrecer los servicios de seguridad privada.
El argumento para adjudicarle este contrato a dicha empresa consistió en que se hizo una excepción a los procedimientos de licitación, por la urgencia de preservar la integridad física de las personas y de los inmuebles.
El Acuerdo AU-01-03-2013 señala que el Comité llegó a un acuerdo con la compañía debido a que el tema representa una necesidad prioritaria de la institución.
Sin embargo, este argumento no es válido, en virtud de que no se cumplen los puntos necesarios para saltarse un procedimiento de licitación. Esto solo es válido cuando peligre o se altere el orden social.
También se señala que una licitación hubiera retrasado la contratación de una empresa por lo menos 22 días, pero según un análisis interno del propio instituto, esos días podrían gozar de seguridad gratuita de la SSP-DF.
El contrato se firmó aún con todas estas observaciones. Y a cambio, CAITS ofreció 8 oficiales armados (4 por turnos de 24 horas), con un costo mensual de 19 mil 100 pesos cada uno. Cuatro oficiales de protección (De lunes a sábado) y 2 oficiales armados para el almacén.
El incumplimiento
Como parte del contrato, y según el dictamen técnico del IEDF con fecha de 26 de febrero de 2013, la empresa ofrece “uso de unidades caninas para reducir el riesgo de utilizar armas de fuego”.
Y sus elementos deben contar con: Permisos para portar armas. Portar armas y chalecos antibalas. Contar con personal suficiente y capacitado.
Sin embargo, mediante recorridos por el inmueble, se pudo constatar que los elementos de seguridad no portan armas ni chalecos, lo cual es violatorio al contrato signado con el IEDF.
Tampoco se ha observado algún perro dentro de las instalaciones centrales, la bodega o alguno de los 40 consejos distritales que tiene este órgano colegiado.
Es más, el contrato que firmó el instituto y la empresa tienen aspectos inusuales: posibilidad de modificar las especificaciones contractuales en caso de algún incumplimiento.
Al interior del IEDF, este y varios temas se han vuelto una preocupación para los consejeros electorales, ya que a consideración de la mayoría, Diana Talavera (presidenta) toma decisiones equivocadas y unilaterales.
Por eso se ha constituido una mayoría en su contra, donde se está quedando sin posibilidades de proponer a los directores ejecutivos de las áreas acéfalas del IEDF.
Incluso, ya se comienza a analizar la posibilidad de removerla del cargo de presidenta una vez que concluya el proceso electivo de los nuevos Comités Vecinales.
Y es que adicionalmente, ella responde a los intereses de la corriente bejaranista, donde existe una disputa de poder entre el mandatario local, Miguel Ángel Mancera, con René Bejarano.