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Los cambios que se perfilan en Pemex previos a la reforma energética recaen en los proyectos “no convencionales”, pero sus privilegios fiscales se mantienen intactos.
Emilio Lozoya Austin, director general de Pemex, dijo en el Congreso Mexicano de Petróleo que los retos principales de la petrolera están en estos yacimientos.
Aguas profundas, playas subsalinos, yacimientos no convencionales, reactivación de campos maduros y proyectos de recuperación secundaria serían las prioridades de la paraestatal, según este discurso.
Entre las líneas estratégicas para este desarrollo, está “elevar la eficiencia operativa para mejorar el desempeño actual”.
Este desempeño, sin embargo, muestra que Pemex tiene pérdidas recurrentes, en especial en los proyectos que pagan menos impuestos.
El anexo estadístico de la petrolera al 31 de diciembre de 2012 muestra que tuvieron pérdidas en sus utilidades totales. Los números negativos están en su mayoría en Refinación, Petroquímica, Gas y Petroquímica Básica, en ese mismo orden.
Dentro de la única subsidiaria que presentó ganancias, es decir, Pemex Exploración y Producción (PEP), fueron los proyectos no convencionales los que pagaron menos al país.
Privilegios fiscales
De acuerdo con la Ley federal de Derechos, Pemex debe pagar impuestos por la explotación de crudo, pero éstos no están regulados de igual forma para todos los proyectos.
El artículo 254 de esta ley permite que PEP deduzca de impuestos 2.5 dólares (35 pesos) por cada barril que produce.
Pero los proyectos “no convencionales”, como Chicontepec, aguas profundas y los campos marginales, le permiten deducir 32.5 dólares por cada barril que extraen.
Entre estos proyectos, que han generado pérdidas millonarias a la paraestatal y ganancias mayoritarias a las empresas se servicios, el “privilegio” es de 26 dólares por barril de petróleo.
Este régimen permite que, según las ganancias del año pasado, Chicontepec haya podido deducir el equivalente a 10 mil millones de pesos de impuestos.
Si esto se cobrara, sería igual a lo que pagan juntas un millón de familias mexicanas con ingresos de ocho mil pesos mensuales.
Ganan antes de impuestos
El reporte que entregó Pemex a los inversionistas en noviembre de 2012 muestra que la subsidiaria con mayores ganancias es Pemex Exploración y Producción, mientras las pérdidas más sostenidas están en Refinación.
Durante el año pasado, en promedio le costó a Pemex 28 dólares producir un barril de petróleo, considerando los costos, las inversiones y los intereses por sus deudas.
Lo pudo vender en 100 dólares y pagó por esta venta 67 a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
A pesar de estos gastos en impuestos, la única subsidiaria que aún presenta ganancias es PEP, ya que en promedio ganó cinco dólares por cada barril extraído, aún después de gastos de operación e impuestos.
A diferencia de este caso, Refinación perdió 11 dólares por cada barril producido en 2012, Pemex Gas y Petroquímica perdieron tres dólares por barril y el resultado financiero de toda la paraestatal fueron pérdidas de nueve dólares por barril.
El proyecto Chicontepec
El proyecto llamado Aceite Terciario del Golfo, conocido como Chicontepec, es la mejor muestra de que estos impuestos reducidos no mejoran las ganancias de los proyectos.
El problema está, según el abogado René Sánchez Galindo, en que cada año la Comisión de Energía en la Cámara de Diputados aprueba más de 20 mil millones de pesos en presupuestos para distintos proyectos, pero se revisan a fondo cuando mucho unos 500 mil.
Como asesor de dicha Comisión en la 61 Legislatura, entre 2009 y 2012, conoció que se hacían reuniones para ver “cuántos postes de luz se van a poner en determinada comunidad del país, cuántas presas se tienen que mejorar, algunas obras menores”.
Uno de estos casos fue Chicontepec. Durante los tres años que duró esa legislatura se convocaron varias veces a comparecencias de funcionarios de Pemex para explicar los números reales del proyecto, que presentó pérdidas por más de 18 mil millones de pesos solamente el sexenio pasado (Reporte Indigo, 22 de octubre de 2012).
Sánchez Galindo asegura que esas comparecencias fueron reuniones informales, ya que el PAN nunca quiso aceptar que hubiera una reunión formal.
“Se comprobó que había pérdidas, teníamos la información que nos entregó la ASF de que era un mal negocio a pesar de ser el petróleo, pero la respuesta de Carlos Morales (subdirector de Pemex Exploración y Producción) fue: hagamos más pozos, mientras más pozos hagamos, más negocio será”, recuerda Sánchez Galindo.