Problemas de pacto
La labor de parto para que nazca el pacto nacional entre las tres principales fuerzas políticas de México, tiene complicaciones.
El PRI tenía por objetivo que este acuerdo se firmara antes del primero de diciembre, día de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto.
Aunque todo parecía que sería un alumbramiento natural, una especie de preeclampsia política por parte de la izquierda, específicamente en el PRD, detuvo el nacimiento.
Armando Estrop
La labor de parto para que nazca el pacto nacional entre las tres principales fuerzas políticas de México, tiene complicaciones.
El PRI tenía por objetivo que este acuerdo se firmara antes del primero de diciembre, día de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto.
Aunque todo parecía que sería un alumbramiento natural, una especie de preeclampsia política por parte de la izquierda, específicamente en el PRD, detuvo el nacimiento.
De hecho el miércoles se enviaron los correos electrónicos para invitar al evento cumbre en Querétaro, donde se firmaría este pacto. Minutos después el mismo remitente pedía ignorar la invitación.
El gran proyecto con el que se quería abrir camino al regreso del priismo a Los Pinos entró al quirófano llamado negociación. Ahí permanecerá hasta que haya mejores condiciones para poder lograr una amalgama de ideas de todos los partidos.
Al ver que se complicaba la llegada del pacto, los tres principales partidos decidieron ayer darle buena cara a la emproblemada situación.
La situación es compleja pero el pacto no se ha abortado. Los cirujanos que están realizando la delicada operación política esperan que la próxima semana se pueda firmar, una vez que pase la toma de posesión de Enrique Peña Nieto.
Hay que destacar que aunque son los líderes de los tres partidos más grandes los que dan la cara y logran los acuerdos, atrás de ellos existen operadores que han participado activamente.
José Murat por el PRI, Santiago Creel por el PAN y Jesús Ortega por el PRD han sido los artífices tras bambalinas que han buscando alcanzar los consensos necesarios para firmar el pacto.
Urge acuerdo
Pedro Joaquín Coldwell, líder priista, hizo un “mea culpa” por parte de todos. Insistió en que los partidos exageraron en sus capacidades y facultades, lo que cansó a los ciudadanos. Por eso urge este nuevo pacto.
En el dibujo discursivo que hizo dio cuenta que en este plan sólo están involucrados tres partidos políticos.
“En uso de nuestras libertades hemos abusado en las confrontaciones y en los disensos. El pueblo de México nos está reclamando a las fuerzas políticas organizadas que no solo compitamos, sino que seamos capaces de alcanzar acuerdos que en lo fundamental se traduzcan en políticas públicas que ayuden a la buena marcha del país.
“Que ayuden a que tengamos un mayor crecimiento económico y un mejor sistema de seguridad en todas sus facetas, tanto en la pública, jurídica, como en la social. Que tengamos educación de calidad y nos parece que en los últimos días se han venido dando estas muestras de los tres principales partidos políticos a través de un diálogo que ha sido muy respetuoso”.
Insistió –sin pregunta de por medio– en que ya no son los priistas de antes. Ya cambiaron, y ahora son modernos.
“No es un PRI que esté viendo hacia la regresión, ni hacia la reinstauración de un sistema político que ha sido agotado. El PRI de esta hora está por la modernidad y por la renovación del país en todos sus órdenes”.
Miguel Osorio Chong, acompañado de Luis Videgaray, a nombre del equipo de transición, reafirmó la postura del líder priista de que para el pacto, sólo hay tres invitados.
“A la invitación hecha por los tres dirigentes al equipo de transición, nos daremos a la tarea de que una vez que se tenga el documento final, poder convocar a las otras fuerzas políticas del país, que es muy importante que puedan estar en la firma de este acuerdo, para que no solamente validen, sino para que se incorporen a las reformas que requiere”.
Al interior del PRI no vieron con buenos ojos que el hidalguense diera luz verde a la publicidad del pacto nacional sin tener bien amarrados todos los hilos. Eso le generó una serie de críticas entre los consejeros de Peña Nieto.
Tan no están las cosas como debieran que en la rueda de prensa el PRI moderno no aceptó preguntas de los medios de comunicación.
“Con oportunidad se les dará la fecha de esta firma y tan se están poniendo de acuerdo los partidos políticos que hay que decirles que no hay preguntas ni respuestas”.
En 2005, con Vicente Fox como presidente, se firmó el Pacto de Chapultepec. Este acuerdo nació como un proyecto que llamó a la civilidad política. Igual que el que hoy proponen los priistas.
En aquella ocasión se propuso por las organizaciones no gubernamentales y se fueron adhiriendo líderes de partidos políticos, empresariales y sindicales que pedían promover el estado de derecho, la seguridad fiscal, jurídica, crecimiento económico y seguridad social. Para cuando se anunció este evento ya todos estaban de acuerdo. No hubo dislates ni dos pasos hacia atrás.
Si bien no tuvo los resultados deseados, el día del anuncio de las buenas intenciones todos estaban de acuerdo.
El anuncio
El pasado martes Pedro Joaquín Coldwell junto al coordinador de los diputados Manlio Fabio Beltrones y de los senadores, Emilio Gamboa, presentó la idea de firmar un pacto nacional.
En él se busca generar las reformas legislativas necesarias para que exista una sociedad de derecho en donde estaría todo lo relacionado a la seguridad social universal.
Otro tema está enfocado en el crecimiento económico, el empleo y la competitividad. Que incluya reforma hacendaria eficiente y equitativa, así como la modernización del Sector Energético del País.
Un tercer rubro serían acuerdos para la seguridad y la justicia.
También se requiere un acuerdo para la transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción. Temas en los que, hasta ahora, no han coincidido ni diputados ni senadores.
Buscarían consenso en proyectos para la gobernabilidad con reformas como la política y electoral. Para el anuncio de que por ahora no hay pacto no se invitó a los coordinadores parlamentarios priistas.
El contagio de la división
Jesús Zambrano aceptó en la rueda de prensa que las cosas no están fáciles al interior del partido. Los representantes de las Cámaras, que es donde se concretará este proyecto, brillaron por su ausencia.
“No ignoro que tenemos tensiones internas importantes en el PRD. Pero es mucho más importante nuestra responsabilidad con los casi 16 millones de mujeres y hombres que votaron por nosotros el pasado primero de julio”.
Y de esa división forma parte el líder perredista, pues se unió a la idea de que el pacto es tripartita.
“Está claro que es el tiempo para que las grandes reformas que requiere nuestra patria para elevar la calidad de vida de la gente solamente podrán darse con el esfuerzo común de las principales fuerzas, por lo menos que hoy estamos aquí, frente a ustedes”.
Zambrano insistió que la contienda electoral quedó atrás y se debe de empezar una nueva forma de hacer política. Planteó que la reconciliación nacional es un asunto que debe estar en la mesa del juego político.
“Está claro que llega un momento en el que debemos de empezar a escribir un nuevo capítulo por el bien de México”
La corriente Izquierda Democrática Nacional, encabezada por Dolores Padierna y por el Secretario General del PRD Alejandro Sánchez Camacho no están dispuestos a aceptar el pacto.
Jesús Zambrano se contradijo. En la rueda de prensa, acompañado de sus pares partidistas, habla de las bondades del acuerdo. Pero cerca del mediodía en su cuenta de Twitter aseguró que no había condiciones para firmar el acuerdo, al menos antes del primero de diciembre.
Convidados de piedra
Gustavo Madero y los panistas que lo acompañaban, entre ellos Juan Molinar Horcasitas, recibieron la pena del fin de sexenio.
Hablaron poco y pocos se interesaron por su discurso. Madero asegura que su posición es dejarle al nuevo gobierno todas las condiciones para que haya continuidad y las buenas expectativas continúen.
Se felicita a sí mismo y felicita a los demás líderes de partido.
Santiago Creel no dijo nada. El ex secretario de Gobernación y dos veces aspirante a la presidencia, ni siquiera habló. Por parte de los panistas tampoco estuvieron los coordinadores parlamentarios.
Al final de la rueda de prensa Molinar Horcasitas, exsecretario de Comunicaciones y Transportes, le decía casi al viento que no respondería a las preguntas. Solo dos reporteros se acercaron a él, y ninguno insistió en preguntar. A los otros funcionarios los rodeaban los comunicadores.
Y es que al interior del PAN no sólo los afecta todavía la catástrofe electoral de julio. Ahora cada paso que da el equipo de lo que será el próximo presidente de la República parece una descalificación al gobierno de Felipe Calderón.
Las iniciativas de Enrique Peña Nieto son para modificar la administración pública federal, para que haya mayor transparencia, para desaparecer secretarías. Al interior de Acción Nacional todo esto se toma como un rompimiento al terso pacto de sucesión que deseaba Calderón.
Con todo esto el escenario para el nacimiento de este pacto se va cerrando.
Los que no fueron requeridos darán la muestra de lo que piensan del próximo sexenio en la toma de protesta de Peña Nieto. Movimiento Ciudadano, el Partido del Trabajo y el ala radical del PRD tienen preparados actos de protesta en contra del mandatario priista entrante.
El niño-pacto es muy prematuro. Se avizora mucho más que los dolores de parto. Hasta ahora todo indica que se requerirá cesárea.
MOLESTIA EN AMARILLO Y TRICOLOR
El secretario del PRD Alejandro Sánchez Camacho, aseguró que la aprobación del pacto, liderado por el PRI, corre a cargo de la Comisión Política Nacional del partido del sol azteca
Por Adriana Amezcua
Este jueves el PRD ratificó que la comisión que integró el pasado 12 de noviembre es la instancia oficial de interlocución en las mesas de diálogo para la conformación del Pacto por México.
En la Comisión Política Nacional, celebrada ayer, se reiteró que dicha instancia encabezada por la presidencia nacional y la secretaría general de ese partido, es la única reconocida y facultada para establecer puentes de entendimiento con las fuerzas políticas.
Además, Alejandro Sánchez Camacho puntualizó que “el tema de fondo es que una decisión para esta agenda de trascendencia nacional la tendrán que resolver los órganos de dirección de partido: el Consejo y el Congreso Nacional”.
En entrevista con Reporte Indigo informó que ya se trabaja sobre la composición de una agenda nacional donde destaca el “consolidar una reforma de Estado y un cambio al modelo económico neoliberal”.
El perredista sostiene que una de los primeras iniciativas que podría contener un acuerdo nacional sería, por ejemplo, que el PRI y el PAN se pronunciaran por suspender los incrementos mensuales a los combustibles:
“Es el primer acuerdo que podrían votar en la Cámara de Diputados como una señal de que de verdad quieren el acuerdo nacional”.
Jesús Zambrano ayer decidió no quedarse en la reunión de la Comisión Política Nacional. Se le vio más tarde, en la conferencia de prensa con los líderes del PRI y el PAN, insistiendo en que antepondrá el bienestar de los acuerdos por el país, sobre los conflictos internos del partido que dirige.
“Tenemos tensiones internas importantes en el PRD pero… nuestro deber es con el bien del país, no para atender y quedar atrapado en la lógica de las disputas internas”, dijo el presidente nacional.
Al respecto, el segundo de a bordo del partido del sol precisó: “sería muy lamentable que se insista en una ruta personal… Sería muy cuesta arriba que los órganos de dirección avalemos una firma que no es producto de una discusión ni del conocimiento de lo que está planteando”.
Sánchez Camacho refirió que del documento Pacto por México, del que se enteraron los perredistas por las noticias, tienen varias versiones.
En una de ellas se expone que se quiere privatizar a Pemex y, por medio de una reforma hacendaria, generalizar el IVA.
Por ello insisten en que deben “primero conocer los documentos, esa agenda y dar a conocer la nuestra a través de las instancias de dirección del partido”.
Sánchez Camacho dice que “políticamente sería una situación muy difícil para Zambrano” si insiste en manejarse sin consultar a todas las corrientes del partido que representa.
Reconoció también que sí hay un desacuerdo interno en el PRD “pero no es una crisis profunda y estamos haciendo oficio político para salir bien pero hay que esperar más”.
Perredistas cuestionados off the record dijeron que, por el momento, al caer por tierra el Pacto por México que de origen impulsó Zambrano, se pierde “una muy buena oportunidad para que el PRD se ubique como líder opositor propositivo”.
La molestia por el pacto que Nueva Izquierda no supo conducir dentro ni fuera del PRD, se respira en amarillo y tricolor.