Prometer no empobrece
A lo largo del proceso electoral los cuatro candidatos que aspiran a la presidencia han lanzado un sinfín de propuestas con el objetivo de atraer al electorado y recibir su apoyo, sin embargo, muchas de éstas no cuentan con un respaldo ya sea constitucional o administrativo que garantice su factibilidad
Laura Islas[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_3udn8u4q” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] En su carrera por llegar a la Presidencia de la República, los cuatro aspirantes han realizado un sinfín de compromisos, algunos incluso, muy difíciles para poderlos llevar a la práctica, ya sea porque son inviables financieramente, porque violan los derechos humanos o por el tiempo que llevaría implementarlos, pero como dice el dicho popular: “prometer no empobrece”.
Entre este tipo de promesas hechas por los candidatos se encuentran dar becas a todos los jóvenes del país, a las amas de casa, a los estudiantes, reducir el precio de la gasolina, crear refinerías, cortar la mano a los ladrones, dar créditos para que los padres inscriban a sus hijos a escuelas privadas, reducir el IVA, incrementar el salario mínimo o echar para atrás reformas ya implementadas.
Aunque este tipo de promesas son muy complicadas de implementar, se hacen apelando a las emociones de las personas en un país donde hay muchas carencias que necesitan ser solventadas, lo cual aumenta su atractivo para esos sectores a los que van dirigidas y les podría ayudar a obtener apoyos, explica David Morales, académico de la FES Acatlán de la UNAM.
“Esas ideas no tienen necesariamente un amarre ideológico, entonces más bien apelan a la emoción de los afectados en un país lleno de inseguridad, donde la gasolina es muy cara, donde hay problemas en la familia, con profunda desigualdad, marginación; entonces están apelando a la masa de votantes”, dice.
Morales también explica que hay otros factores que deben de tomarse en cuenta en las propuestas que hacen los candidatos como la conformación del Congreso, pues es importante saber si tendrán mayoría o no, así como el tiempo que tardan las iniciativas en ser aprobadas.
Para Salvador Mora, profesor de tiempo completo de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, ninguno de los candidatos ha explicado cómo van a cumplir con muchas de sus promesas, las cuales aunque pueden parecer atractivas, administrativamente y presupuestariamente son inviables.
El académico alerta que generar expectativas demasiado altas con tal de ganar el sufragio puede resultar muy costoso, e incluso puede provocar un déficit de legitimidad al gobierno en turno, ya que administrativamente no se va a lograr todo lo que se propone.
“Hay casos de gobernadores que proponen y al final acaban siendo gobiernos fallidos de alguna manera, la ecuación es simple, tú estableces expectativas muy altas, propones cambios profundos y radicales, y entonces esos cambios profundos y radicales se van a convertir en factores de imputación mañana por parte de la población que se va a sentir decepcionada”, señala.
“A mí me parecen lamentables este tipo de posturas que hacen los candidatos de una manera bastante irresponsable, en la medida de que vienen de una serie de agendas que evidentemente uno esperaría que fueran producto de una reflexión, de una evaluación real del país, parecería que el país de donde ellos realizaron su revisión para llegar a esa propuesta es irreal”, agrega.
AMLO y el reto de sus propuestas
Una de las principales propuestas del candidato que encabeza las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, abanderado de los partidos Morena-PT-PES, es la rehabilitación de las 6 refinerías existentes y la construcción de 2 más, en vez de importar crudo.
Sin embargo, para especialistas, es un proyecto viable sólo a largo plazo, del que tiene que considerarse el proceso de planeación, así como de concreción del inicio de la construcción de una refinería, además de que debe de pasar por el Congreso para su aprobación y presupuestación.
“El asunto es que tienen una dificultad muy fuerte, tanto presupuestal como técnicamente y en el tiempo para su concreción, sobre todo por el número de refinerías. Ojalá nos calle la boca, si es que llega a ganar”, señala el acadé- mico de la UNAM, David Morales.
Otra de las propuestas del tabasqueño en su decálogo para cambiar a México, y que ha provocado polémica, es la construcción de dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía para resolver el problema de la saturación en el actual aeropuerto de la Ciudad de México, sobre todo porque ya se realiza la construcción del Nuevo Aeropuerto (NAIM).
Por el tema, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia (JHH), ha tenido enfrentamientos con los empresarios, quienes consideran inviable que el proyecto sea suspendido, sin embargo, en fechas recientes, López Obrador, ya consideró la posibilidad de que sea construido siempre y cuando lo financie la industria privada.
El tres veces aspirante a la presidencia también ha ofrecido eliminar la corrupción e incluso ha dado cifras y montos de lo que estima es el total de lo que se pierde en términos de corrupción. También ha dicho que él no es corrupto y que encabezará un gobierno honesto.
“Lo que no ha explicado con mucha claridad es cómo esos grandes montos en realidad se traducen de manera específica en ingresos que no está recibiendo el Estado”, señala Javier Martín Reyes, profesor asociado del Centro de Investigación y Docencia Académica (CIDE).
El académico explica que aunque se elimine la fuente de la corrupción no necesariamente se trasladan esas cantidades al Estado, a excepción de los casos de obras públicas donde se simularon contratos o prestaciones de servicios.
“Lo que sí no nos queda claro es cómo ese gran monto del que habla se traduce en realidad en una mejor recaudación en los tres niveles, una cosa es la federación, otra son los estados y otra son los municipios”, señala.
Martín Reyes también indica que aunque la voluntad es importante, ésta siempre va a tener límites, y en el caso de esta propuesta aún no se han presentado todos los documentos ni el plan específico para combatir la corrupción.
“Es un fenómeno sistémico, multifactorial, en el cual están involucrado un enorme número de actores que no necesariamente son estatales, también los privados sufren de corrupción, lo que tendríamos que ver es cuál es la política pública clara en materia de combate a la corrupción que están proponiendo los candidatos”.
En el tema de la amnistía tampoco hay claridad ni existe un documento que explique a qué se refiere exactamente y las definiciones dadas han sido parciales y un poco dispersas, explica el profesor del CIDE.
Anaya busca conquistar con dinero
El candidato blanquiazul, Ricardo Anaya, ha sido acusado de populista con su propuesta de bajar el precio de la gasolina, debido a que los altos costos del combustible han lastimado la economía de los mexicanos de manera muy profunda.
De ganar las elecciones del 1 de julio, el abanderado de la Coalición “Por México al Frente”, prometió que bajará el precio a través de un programa integral, ya que el 40 por ciento del costo son impuestos.
“Bajó el precio del petróleo y sube el precio de la gasolina, porque cada vez se le han puesto más impuestos a la gasolina, eso 14 14 portada no es aceptable”, dijo el aspirante blanquiazul en un evento, sin embargo, por esta propuesta, fue criticado y calificado de populista por el candidato Andrés Manuel López Obrador.
“Háganme ustedes el favor, el burro hablando de orejas. Nuestra propuesta es una propuesta seria, ustedes saben hoy que el 36 por ciento de casi el 40 por ciento de lo que la gente paga por un litro de gasolina son impuestos, impuestos que está cobrando el gobierno”, replicó Anaya Cortés a su adversario de Morena.
El expresidente del PAN aseguró que no es una idea populista y que técnicamente está sustentada.
Otra de las propuestas de Ricardo Anaya que ha causado polémica es la renta básica universal, que consiste en dar a todos los mexicanos una cantidad de dinero mensual.
Las críticas que ha tenido esta propuesta es que no es viable financieramente y que no es necesario que todos los mexicanos reciban este recurso.
Aunque para Javier Martín Reyes, profesor asociado del Centro de Investigación y Docencia Académica (CIDE), es una propuesta interesante por el tipo de beneficios que potencialmente se podría traer por el cambio de las dinámicas entre empresas y empleados, hay interrogantes que no han sido resueltas.
“Ahí la gran duda es cómo el Estado mexicano, que históricamente ha sido muy malo para los impuestos, incluso desde una perspectiva comparada con países latinoamericanos, podría estar en condiciones de financiar una política de este tamaño”, señala.
Aunque Martín Reyes responde que el mismo candidato ha señalado que se podría arrancar de una manera paulatina, enfocándose en un primer momento en aquellos sectores de la población que tienen ingresos más bajos, aún así da la impresión de que no se ha presentado por escrito un análisis claro sobre cuál es la viabilidad financiera de este tipo de preguntas.
De ganar los comicios, el candidato también ha prometido que subirá el salario mínimo a 100 pesos, que habrá más y mejores salarios, que terminará con la brecha de género, que garantizará que los niños no tengan que trabajar y que atraerá mejores inversiones al país.
Meade y la apuesta de la continuidad
Al fiel estilo del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el candidato José Antonio Meade, promete que de ganar la presidencia entregará tarjetas a los ciudadanos como parte de su programa “Avanzar contigo”, el cual supuestamente partirá de una encuesta para conocer las necesidades de las personas.
El esquema es muy parecido a las tarjetas “salario rosa” que entregó el priista Alfredo del Mazo durante su campaña en 2017 para ser gobernador del Estado de México, así como de la tarjeta “La efectiva”, que se otorgó durante la administración del exgobernador Eruviel Ávila Villegas.
“Tendría que analizarse presupuestariamente qué tanto soporta un país esas dádivas, porque en realidad no es un programa serio el que te den un dinero para que se fortalezca la economía de las familias.
Para mí es una ocurrencia por el hecho de que no hay dinero que alcance, por ello se necesita que este tipo de ideas estén ligadas a propuestas serias de fortalecimiento financiero de las familias como la posibilidad de empleo, inversión y empoderamiento”, señala el académico David Morales de la UNAM.
El especialista dice que más que regalar dinero, lograr que las personas tengan prestaciones como seguro social, educación y salarios dignos tienen un mayor impacto en el combate a la marginación, la desigualdad y la mejor distribución de ingresos.
Salvador Mora, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, señala que las propuestas de arranque del abanderado de la coalición Todos por México, están muy ligadas con un proyecto de continuismo, lo que trae consigo una carga negativa.
Una de las propuestas que Meade ha realizado es pasar de 25 mil a 100 mil escuelas de tiempo completo con servicios de comedor y garantizar clases de inglés a los niños para que aprendan un segundo idioma, pero deberían de tomarse en cuenta si es posible con la infraestructura que existe, señala el catedrático.
“No se está dando cuenta de que incluso en este sexenio cumplir la meta de escuelas de tiempo completo no ha sido la medida más satisfactoria, creo que hay en ese sentido un candidato que quiere seguir apostando por una serie de agendas que evidentemente no son las que podemos sostener en un modelo”, explica.
La equidad salarial entre hombres y mujeres es otro tema que el aspirante ha señalado como prioritario, pero el problema es que no existen las condiciones en un espacio que ha sido altamente desigual, por ejemplo, en las maquiladoras del norte del país.
“(Estas) propuestas adolecen de la posibilidad de reflexión en la medida que no cuenta con la legitimidad ni los resultados, que fueron negativos desde este sexenio”, dice.
‘El Bronco’ y las ocurrencias
La propuesta más polémica y quizá conocida del candidato independiente, Jaime Rodríguez ‘El Bronco’, es “mocharle las manos a los funcionarios públicos que roben”, como lo dijo durante el primer debate presidencial del domingo 22 de abril.
Sin embargo, este tipo de actos están prohibidos en el país al ser violatorios de los derechos humanos y ser contrarios a la Constitución y a los Tratados Internacionales que México ha firmado.
“Además de calificarla de una ocurrencia como lo han dicho reiteradamente al propio candidato, requiere de la aprobación del Congreso, requiere de modificar la Constitución; tenemos derechos fundamentales desde la perspectiva de los derechos humanos, y lo último que pierde una persona, así sea el peor delincuente, son estos derechos”, dice el catedrá- tico David Morales, de la UNAM.
“Ese es un asunto grave, pero fundamentalmente estaría violando todos los principios de respeto a los derechos humanos, de los acuerdos y tratados internacionales que ha firmado México y también estamos retrocediendo muchos siglos en temas de administración de justicia”, señala.
Además, en el contexto en el que vive México, donde personas inocentes han sido ingresadas en la cárcel y posteriormente liberadas con una disculpa, en el caso de que a una persona se le ampute una mano siendo inocente no hay forma de repararle el daño.
Javier Martín Reyes, profesor asociado del Centro de Investigación y Docencia Académica (CIDE), explica que las propuestas de ‘El Bronco’ son claramente demagógicas y tienen un tono de provocación y de populismo, puesto que cualquier persona sabe que es imposible en términos constitucionales y legales mocharle la mano a una persona.
“Yo creo que es un candidato, uno, que no tiene la menor posibilidad de ganar las elecciones, que llegó a la boleta no porque haya juntado el número suficiente de firmas, sino porque hubo cuatro integrantes de la sala superior del Tribunal Electoral que le terminaron ganando la candidatura y que el papel que está jugando en la elección en términos generales me parece que es más en un tono de provocación”, señala.
Por lo que el abogado y politólogo explica que el conjunto de propuestas realizadas por este candidato hay que leerlas como las de un aspirante sin posibilidad de ganar ya que con ocurrencias y un discurso demagógico busca atraer a votantes.
Otras de sus propuestas polémicas han sido militarizar las preparatorias para inculcar disciplina a los jóvenes y evitar que se conviertan en delincuentes, así como expropiar a las bancas estadounidenses.
“Sabemos que Jaime Rodríguez Calderón no es un candidato que tenga la menor probabilidad de ganar las elecciones, entonces esta idea de la militarización de las preparatorias es un poco lo mismo, un discurso de mano dura, que lo que está buscando es tocar fibras muy sensibles de la sociedad”, dice.
Aunque por esta razón puedan sonar viables, sus propuestas carecen de cualquier tipo de seriedad, señala Martín Reyes.