Más de 613 mil hectáreas de cultivos en el país reportaron pérdidas totales a consecuencia de las lluvias provocadas por “Ingrid” y “Manuel”.
Para evitar más pérdidas en el campo debido a este tipo de eventos, México debe crear en el corto plazo un atlas de vulnerabilidad climática que muestre cómo se comportan los fenómenos meteorológicos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).
“Es ridículo empezar a cultivar cuando sabemos que se va a eliminar la cosecha con una lluvia fuerte, por ello se debe utilizar una agricultura climáticamente inteligente”, dijo en entrevista con CNNMexico Nuria Urquia, representante de la FAO en México.
En algunas zonas del país el calendario agrícola con el que se rigen los campesinos los salvó de las pérdidas.
Este fue el caso de algunos productores de Sinaloa consultados por CNN, quienes dijeron que no hubo ningún tipo de siniestro en las zonas de riego, pues la siembra de maíz inicia en octubre.
“Ingrid” y “Manuel” causaron afectaciones en 19 estados. Guerrero, el más afectado de todos, reportó pérdidas de 215 mil hectáreas, tres veces mayor que Tamaulipas y mucho más grande que Michoacán, Sinaloa, Veracruz, Zacatecas y Oaxaca, según el balance que ha ofrecido el Gobierno Federal en las reuniones de evaluación; sin embargo, la cifras definitivas se darán este 21 de octubre.
Para Urquia, crear este atlas serviría como base para hacer una planificación racional de los cultivos y saber exactamente qué cultivos se pueden plantar en qué zonas conforme a suelos y conforme al clima.
Los cultivos más afectados por los recientes ciclones fueron el maíz con 215 mil hectáreas en el país; 100 mil hectáreas de sorgo y otras de frijol, según la Sagarpa.
“Los fenómenos climatológicos son cada vez más fuertes y más frecuentes, en los últimos 10 años (…) y estos tienen un impacto en la capacidad de previsión, es difícil prever la cantidad de producción que va a tener el país y la cantidad de importaciones que va a tener que realizar para compensar las pérdidas”, dice la representante de la FAO.
CNN reportó que cafetaleros en Veracruz y Guerrero resultaron afectados por el exceso de humedad, así como productores de cacao, el cual minimizará la producción, de acuerdo con Sergio Arturo Inzunza Camacho, del Instituto para la planeación del desarrollo rural de México, un despacho encargado de asesorar a productores agrícolas en el país.
No todo fueron daños
Pero, a pesar de las enormes pérdidas humanas y materiales, “Ingrid” y “Manuel” no solo causaron daño.
Dentro de los efectos positivos, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que la lluvia de ambos fenómenos recargó al 100 por cieto 35 de las 146 presas monitoreadas.
El agua y la humedad residual serán benéficas para los cultivos, ya que las presas y los mantos acuíferos se están recargando, lo que a mediano y largo plazos sería aprovechado por el sector agroalimentario, dijo en septiembre pasado el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Enrique Martínez y Martínez.
Esto provocará una sobreproducción de cultivos el próximo año; sin embargo, lejos de ser totalmente benéfico para el sector agrícola, es una muestra de la dependencia del campo mexicano a los fenómenos climatológicos, coinciden productores y la FAO.
La solución
Según un análisis de la FAO realizado en junio de 2013, México debe considerar al campo como parte de la solución para generar alimentos, ingresos y empleo, y no la raíz de los problemas agrarios.
No cree
Aunque la agricultura familiar es un sector estratégico en México, pues alimenta a más de 112 millones de personas, según la FAO, la dependencia a los cambios de clima no ha permitido al campo mexicano crecer.