Protesta opaca conferencia de juez brasileño Sergio Moro
Los manifestantes reclamaron al magistrado sentencia a Lula da Silva sin pruebas
Carlos Salazar[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_lxwcm36c” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] Un grupo de manifestantes hicieron presencia en la conferencia que ofreció el juez brasileño Sergio Moro en el Colegio Nacional de la Ciudad de México para reclamarle su presunta parcialidad para perseguir la corrupción en el país sudamericano, y, sobre todo por su sentencia al expresidente Lula Da Silva.
Después de poco más de 10 minutos de haber iniciado su exposición, mientras explicaba el proceso judicial que ha llevado a la cárcel a algunos de los más prominentes empresarios y políticos brasileños, cinco personas se levantaron de sus asientos y comenzaron a increpar al panelista.
Los inconformes, pertenecientes al llamado ‘Colectivo México-Brasil contra el golpe’ reclamaban a Moro el haber sentenciado a Lula da Silva ya que según ellos, el juez no contaba con pruebas que respaldaran la sentencia y en cambio había desistido de juzgar a otros políticos de partidos de derecha.
El ministro de la Suprema Corte José Cosío -quien organizó la conferencia- tomó la palabra e invitó a los manifestantes a escribir sus inquietudes para que fueran leídas en una ronda posterior y que permitieran el desarrollo del coloquio.
Casi inmediatamente después de que retomó la palabra, el juez respondió a los inconformes, defendiendo los procesos juzgados con base a la ley, a los que se le dio máxima publicidad y que están abiertos a escrutinio.
“Es natural que tratándose de una figura pública tenga apoyo de personas fuera del país Siempre que hay un proceso en contra de figuras políticas habrá consecuencias políticas, pero todo eso ocurre fuera de las Cortes”.
Aunque durante el resto del encuentro hubo algunos reclamos espontáneos por parte de los manifestantes, el diálogo pudo continuar con cierta normalidad, aunque no dejó de percibirse cierta tensión e incomodidad en los panelistas, entre quienes también se encontraba María Amparo Casar.
Moro centró su exposición en narrar su experiencia como principal líder desde el poder judicial para comenzar con el proceso más grande en contra de la corrupción en Brasil, el cual sigue en desarrollo, y que ha logrado cambiar al menos de momento la percepción social de la impunidad como regla.
“En Brasil siempre ha existido una cultura de impunidad. No sabemos aún si será el comienzo del fin de los barones de la corrupción o si solo se trata de una excepción, es muy temprano para preverlo”.
Minutos antes de las 7 de la noche, el ministro Cosío dio por terminado el encuentro y los manifestantes, descontentos por considerar que el juez pasó por alto algunas preguntas importantes volvieron a desplegar sus mantas al tiempo que le gritaban ‘golpista’ o ‘inmoral’.
¿Y en México?
Muchas de las preguntas realizadas al juez Moro en la parte final del encuentro estuvieron relacionadas con las implicaciones de la investigación de la petrolera Odebrecht con posibles actos de corrupción de autoridades mexicanas, aunque Moro argumentó que en su calidad de juez no podía dar detalles sobre investigaciones en curso, aunque señaló que sí podrían existir casos de soborno en el país.
Lo que sí compartió con los asistentes fue que las pruebas en poder de las autoridades brasileñas están muy cerca de poder ser compartidas con autoridades de otros países para coadyuvar en sus propias investigaciones, aunque solo serán otorgadas a aquellos países que lo soliciten.
“Las pruebas estarán a disposición de los países. Es muy importante que propiciemos la cooperación, los países se tienen que unir para abarcar aquellos casos comunes, cuando los países no cooperan, quien gana es el criminal”, sentenció Moro.