Todo apunta a que la incertidumbre sobre el paradero de los normalistas de Ayotzinapa no llegará pronto a su fin.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó ayer que los forenses austriacos que colaboran en la identificación de restos que podrían ser de algunos de los 42 estudiantes desaparecidos en septiembre no encontraron rastros de ADN en los restos analizados.
La fiscalía explicó que el laboratorio de la Universidad de Innsbruck, en Austria, indicó que “un calor excesivo” dañó las muestras de ADN de los 17 fragmentos de huesos y dientes que recibió.
La universidad logró identificar en diciembre a solo uno de los 43 desaparecidos entre los restos que las autoridades enviaron al país europeo.
Ahora intentará hacer una prueba más. La PGR está a favor del intento, que según los científicos austríacos puede tomar alrededor de tres meses.
Familias no sabían
Vidulfo Rosales, abogado de las familias de los estudiantes, dijo que no se informó antes a los padres de los resultados ni de la decisión de hacer nuevas pruebas.
El Equipo Argentino de Antropología Forense señaló a The Associated Press que compartía lo hecho público por la Procuraduría y consideraba acertada la propuesta de nuevos análisis, pero manifestó su “preocupación” porque no se hubiera comunicado los resultados a los familiares antes de darlos a conocer a la prensa.
Rosales dijo que la posible destrucción de los restos “va a impactar en las creencias de los padres de familia”.