Además de los casi 20 mil millones de pesos que le facturó a Pemex en 2021, Cotemar arrancó el año presumiendo reconocimientos sobre la calidad de sus espacios de trabajo y su responsabilidad social como empresa. Siendo que su historial en cuanto a las condiciones laborales y seguridad industrial es, cuando menos, cuestionable.
En marzo pasado, la empresa dirigida por Alejandro Villarreal Martínez recibió el reconocimiento de “Great Place To Work” (GPTW) por segundo año consecutivo, se posicionó entre los 10 mejores lugares de trabajo para mujeres y cumplió una década con el certificado de Empresa Socialmente Responsable.
Para recibir la insignia de GPTW, Cotemar debió acreditar los estándares apropiados de compañerismo, credibilidad, imparcialidad, orgullo de pertenencia y respeto. En tanto que el certificado ESR evalúa la ética empresarial, el compromiso con la calidad de vida, las comunidades y el medio ambiente.
Aunque la firma presumió por todo lo alto estas condecoraciones, la realidad es que su historia como lugar de trabajo y como contratista de la principal empresa del Estado mexicano resulta bastante lejano de la imagen de excelencia.
Hace siete años, en abril de 2015, se produjo el incendio en la plataforma Abkatun Permanente que dejó un saldo de cuatro muertos y más de una decena de heridos. Seis años después, en agosto de 2021 y en la misma sonda de Campeche, fallecieron otros siete trabajadores, cuatro de Cotemar, tras la explosión de la plataforma E-Ku A2.
El saldo final por los accidentes ocurridos en plataformas operadas por Cotemar durante este periodo de seis años es de 15 trabajadores fallecidos. Pese a esto, la empresa siguió recibiendo contratos y ampliaciones, en tanto que Pemex se limitó a despedir trabajadores a manera de sanción, como ocurrió tras el incendio en E-Ku A2.
Apenas un mes antes de la explosión de 2021, la empresa ganó cuatro licitaciones con Pemex Exploración y Producción para dar mantenimiento a cuatro barcos procesadores de fluidos por casi mil 500 millones de pesos. Contratos que estarán vigentes hasta finales de 2023, abarcando casi toda la segunda mitad del sexenio en curso.
Cotemar también presumió sus donativos de equipo médico para la atención de la pandemia de COVID-19 durante 2020 y para apoyar en la campaña nacional de vacunación que arrancó en 2021. En contraste, se han reportado distintos brotes del virus en sus instalaciones, así como ciertas dificultades por parte de los mandos para permitir la atención médica en ellos.