Hay dos razones fundamentales que están detrás de las campañas electorales que arrancaron este domingo para las 51 alcaldías y las 26 diputaciones locales.
En primer lugar, está la consolidación de dos proyectos políticos que se disputan por el control del Congreso local.
Hay dos razones fundamentales que están detrás de las campañas electorales que arrancaron este domingo para las 51 alcaldías y las 26 diputaciones locales.
En primer lugar, está la consolidación de dos proyectos políticos que se disputan por el control del Congreso local.
Por un lado, los colaboradores del ex alcalde de Monterrey Fernando Larrazabal tienen en su mira las curules locales con el objetivo de catapultar al panista en las elecciones a la gubernatura de 2015.
El control del Congreso también es estratégico para Larrazabal porque la próxima Legislatura analizará la aprobación de las cuentas públicas que dejó el ayuntamiento regiomontano.
Los “larrazabalistas” que contenderán en distritos de Monterrey tan tradicionales como el 3 y el 7, donde está el voto duro panista, son sus colaboradores Adrián González y Juan Carlos Ruiz.
Y en la otra esquina están los amigos del gobernador priista Rodrigo Medina que también buscan la mayor cantidad de escaños en el Legislativo.
Los llamados “Medinitas” son jóvenes con poca experiencia, pero que quieren poner a disposición del mandatario el Congreso y que se traduce en un mayor respaldo político para las iniciativas del Ejecutivo.
Estos son Francisco Cienfuegos, Juan Manuel Cavazos, Édgar Romo y Francisco Salazar.
Medina quiere recuperar el control del Congreso luego de que estuviera bajo la tutela de Héctor Gutiérrez, quien solicitó licencia para ser candidato a la diputación federal por el Distrito 5.
La segunda razón por la que estas elecciones son trascendentales es porque se pelean las tres alcaldías más importantes de Nuevo León, en especial la de San Pedro, “La Joya de la Corona” panista.
Y es que por primera vez en la historia de este municipio, un político que no proviene del ala tradicional del PAN y sin apellido de abolengo contenderá contra el priista Othón Ruiz Montemayor.
Luego está Monterrey, en donde el cuestionado candidato del PRI Felipe Enríquez buscará imponerse sobre Margarita Arellanes, una panista cercana a Larrazabal y sin mucha experiencia política.
Esta alcaldía es fundamental para perpetuar el apoyo municipal hacia Larrazabal hasta las elecciones de 2015.
Y finalmente está Guadalupe. Ahí, la candidata del PAN Judith Díaz compite contra César Garza, un priista que en realidad tiene sus raíces en Apodaca.
Por estas razones, algo más está en juego en los ayuntamientos y las curules del Congreso local.