La foto de Marcelo Ebrard con Felipe Calderón y Miguel Ángel Mancera en la inauguración de la Línea 12 ya es historia. Después del gran estreno existen al menos 49 compromisos pendientes que la constructora ICA aún no ha cumplido y que originan reclamos de vecinos, comerciantes y otras autoridades afectadas.
Uno de los principales conflictos tiene que ver directamente con los vecinos de la zona que resultaron impactados por el paso de la llamada Línea Dorada. El metro ya da servicio y las constructoras están empantanadas en resolver a quién pagar y a quién no.
En informes internos a los que Reporte Indigo tuvo acceso se destaca el hecho como prioridad “dado que es un problema social que cada día aumenta”, puntualiza el documento.
Como consecuencia de la construcción de la megaobra, muchos vecinos reclamaron y reclaman daños en sus inmuebles, pero las compañías involucradas en compensar los daños no creen a todos y argumentan que muchas casas estaban afectadas mucho antes de los trabajos del metro.
La semana pasada todavía se registraron reuniones con los vecinos en conflicto, que han presentado a un perito particular que se mantiene firme en reclamar daños para los afectados.
Los quejosos son vecinos de Zapotitlán y exigen el pago por los daños a los predios que se localizan en Francisco Villa número 54; Narciso Mendoza 11 y Avenida Tláhuac 6626, por mencionar algunos de los que no han logrado resolverse.
El informe firmado por el ingeniero Benjamín de J. Mora O del Proyecto Metro, refiere que el experto particular que presentan los vecinos sostiene que la causa de los daños es la obra de la Línea 12.
“Con lo cual no coincidimos. No obstante reconoce que los agrietamientos del subsuelo datan de muchos años atrás en coincidencia con el estudio de PEP Ingeniería S.A de C.V”, destaca.
También lo descalifica por la falta de conocimiento en el tema: “Ratifico lo manifestado en mi dictamen en el sentido de que el perito (de los vecinos) no es especialista ni exhibió solvencia en el conocimiento del asunto que nos ocupa ni en materia de estructuras y valuación”.
Por eso, en la lista de pendientes del consorcio se marca como prioridad agilizar las visitas a los inmuebles “aparentemente” dañados para determinar si son procedentes o no las quejas, deslindar responsabilidades y de ser procedentes se finiquiten.
Otros de estos inmuebles cuyos daños están en tela de juicio para aceptar o no la deuda se encuentran a lo largo de avenida Tláhuac, en el tramo avenida Canal de Garay (Periférico Oriente) hasta la estación del metro Tláhuac.
Larga lista de pendientes
A lo largo de avenida Ermita Iztapalapa, debido al paso de la maquinaria pesada y de las obras propias del metro, se colocó asfalto de manera provisional con la promesa de colocar el definitivo en el momento de concluir los trabajos, tal es el caso del tramo que se localiza entre las calles de Alfonso Caso y Francisco Rojas.
En esa misma se marca como pendiente restituir un poste de luz de casi 30 metros de altura para iluminar toda esa zona, ya que como resultado del paso de maquinaria pesada se retiró para facilitar las maniobras.
Sobre esa misma avenida Ermita-Iztapalapa, casi esquina con Tlalpan, hay un cruce a desnivel que fue ocupado por el Consorcio Línea 12 para instalar casetas y bodegas, en ese lapso se deterioró el alumbrado público, por lo que también se marca como pendiente un bloque de luminarias.
En la avenida Plutarco Elías Calles, entre Balsas y Ermita Iztapalapa, se daño un área verde que, a la fecha, no ha sido repuesta por la constructora.
Ya en la delegación Benito Juárez, en la zona donde se llevó a cabo el magno evento que reunió al jefe de gobierno, Marcelo Ebrard Casaubón, con sus invitados como Felipe Calderón Hinojosa, Carlos Slim y el jefe de gobierno electo, Miguel Ángel Mancera, también hay pendientes que, debido a la premura para la entrega de la obra, se dejaron a un lado.
Ahí está el caso de Municipio Libre, casi esquina con Uxmal, donde las instalaciones de Gas Natural, agua potable y drenaje que atraviesan la zona fueron desviadas temporalmente porque interferían con la construcción del acceso a la estación “Parque de Los Venados”.
Por esta razón, la constructora realizó las maniobras para que estas instalaciones se canalizaran al predio donde opera un McDonald’s y que, hasta la fecha, no han sido retiradas de ese lugar.
En esa misma zona, en el interior del Deportivo Benito Juárez que se ubica en Municipio Libre, delegación Benito Juárez, la pista de atletismo de dicho centro fue ocupada por los constructores, quienes convirtieron el área en una especie de campamento en el que se guardaba maquinaria y se instalaron casetas.
Como parte de los daños o impactos que causó el paso de la Línea 12, algunos pequeños comercios sufrieron modificaciones, tal es el caso de la pastelería La Esperanza, ubicada en avenida Félix Cuevas, cuya fachada interfería en la construcción de algunos muros.
Ahora, los afectados urgen que esta fachada sea restituida como lo prometió el Consorcio Línea 12.
En el tramo de esa misma avenida Félix Cuevas se negoció con los vecinos del lugar para que temporalmente se permitiera a la constructora colgar los cables de Comisión Federal de Electricidad (CFE) y telefonía sobre las fachadas mientras se construía la estación del metro. Hoy piden a la constructora que los regrese a sus lugares, ya que actualmente representan un peligro para los moradores de estas viviendas de cuyas fachadas pende el cableado.
El mismo caso se padece en la calle de Extremadura, en el tramo de las calles de Patriotismo y Poussin, donde se construyó la estación Mixcoac de la llamada Línea Dorada.
Pero el pendiente número 49 de esta lista que se atribuye a ICA cierra el ciclo: “Finiquitar a los vecinos cuyas propiedades resultaron dañadas por la construcción de la Línea 12”. Esta vez, en los tramos de Eje 7 Sur, Eje 8 Sur y División del Norte.
La promesa de Marcelo
El compromiso hecho a principios de año por el jefe de gobierno en funciones, Marcelo Ebrard, fue que la indemnización a los afectados por el paso de la Línea 12 concluyera antes o a la par que la entrega de la megaobra.
Los pagos a los afectados se siguen marcando en los informes internos del Proyecto Metro y se señala a ICA por no cumplir.
Desde principios de 2012 se publicaron en la Gaceta Oficial del Distrito Federal las reglas de operación para la entrega de recursos a todos aquellos habitantes cuyas casas tuvieron que ser reparadas o demolidas por el paso bestial del Metro.
“Que no queden adeudos”, dijo Marcelo en aquella ocasión. Pese a ello, los constructores aún no terminan de negociar o ponerse de acuerdo con algunos vecinos que reclaman sus pagos.
Para canalizar los problemas con los vecinos se creó el PROAPAOM-2012 de donde saldrían los apoyos económicos a los afectados.
El programa de indemnización se puso en marcha tres años después de la construcción de la Línea Dorada, en vista de que el contencioso con los vecinos se agudizara por los reclamos.
A la par de este programa, se destinaron recursos también para todos aquellos comerciantes cuyos negocios se vinieron abajo por el inicio y duración de las obras que impedían a los clientes acceder a sus establecimientos.
De 2009 al primer semestre de 2012 se calculan pagos de 107 millones de pesos extras con motivo de indemnizaciones a personas directamente afectadas por las obras de construcción.
La Secretaría de Gobierno del DF informó de que se había indemnizado a 6 mil 785 comerciantes hasta junio de 2012, los mismos que fueron reubicados en el trazo de la ruta que conecta Mixcoac con Tláhuac.
También es cierto que, a río revuelto, muchos vecinos de la obra aprovecharon el paso de la Línea 12 para adjudicar el deterioro de sus casas a las operaciones de la maquinaria pesada.
Distinguir entre los afectados reales y aquellos que buscan una ganancia extra aludiendo daños a sus casas e inmuebles, es lo que mantiene empantanadas las negociaciones con algunos colonos. El siguiente paso natural son los tribunales.