La defensa de Juan Iván Peña Neder buscó el 18 de noviembre del 2011, a un par de meses de que fuera detenido, un arreglo económico para dar fin a la demanda de violación que su ex esposa puso en su contra.
Rosalba Chau Gámez, una de las abogadas que llevan el caso llamó a Talía Vázquez Alatorre para insistir en un acuerdo mediante una suma de dinero.
¿Quíen va a pagar?, le cuestiona la denunciante.
“Pues yo creo que él, de su dinero. Yo no sé si tenga dinero o no tenga dinero. Hasta donde yo sé hay un dinero para lo que se ofrezca”.
¿Mi abogada me dijo que podría ser mucho dinero?, le insiste Vázquez Alatorre.
“Pues yo no sé cuánto podramos, o a cuánto le podremos llamar mucho. Desconozco la situación financiera de este señor, pero si llegamos a un acuerdo es sobre bases firmes”.
Y es que en el primer ofrecimiento de dinero, se mencionó que un casinero importante sería el encargado de dar la suma.
Cuando la abogada es cuestionada ella asegura que desconoce la existencia de un casinero y que solo sabe que hay dinero y calmar al ex funcionario ligado al círculo panista.
“Desconozco a la persona pero yo sí tengo línea por una cantidad de dinero y lo van a poner en su lugar al señor. Tiene que respetarla a usted y a otra su familia”.
En la llamada la defensora no menciona una cifra pero ofrece que además se compromete a que Peña Neder no volverá a molestar a su exesposa.
“No habría ninguna trampa si nosotros llegamos a un tipo de acuerdo”.
Al inicio de la llamada Chau Gámez reconoce que una parte de los abogados que defienden al ex asesor de la Segob, pertenecen al despacho del exsecretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.
Vázquez Alatorre le pregunta a la abogada cuál es la garantía de que no será amenazada ni hostigada nuevamente, pues no cree en la palabra de Peña Neder. Además asegura que su exmarido no tiene dinero.
La litigante no puede responder sobre el origen del dinero. Se concreta a decir que si acepta el ofrecimiento pueden explorar el monto y asegurarle que Juan Iván Peña Neder no la volverá a molestar.
“Yo ya hablé con él. Él está verdaderamente arrepentido”.
Además acepta que las acciones de su cliente, como enviar correos con fotomontajes pornográficos de Vázquez Alatorre a los senadores, son hechos deleznables.
“Yo se lo dije a su abogada, no tiene nombre una acción de esas”.
En varias ocasiones Vázquez Alatorre le dice a la defensora que el tema no es el dinero, que lo que quiere que se le garantice es su seguridad y la de su familia.
“Porque ahorita ustedes me dicen que me van a dar tres pesos o muchos, es como si me dijeran que le ponga precio al velorio de mi hijo”.
Chau Gámez no logra persuadir a Vázquez Alatorre de tomar una cantidad de dinero a cambio de desistirse del pleito y dice que le hará saber a Julio Esponda sobre esta posición.
“Dígale a Juan Iván que si quiere llegar a un acuerdo, que empiece por retractarse de las infamias, no le pido que reconozca la violación porque sé que no tiene pantalones, pero que siquiera por miedo a la cárcel, porque yo no soy matona, yo sé que él sí”.