Más de un servidor público del Distrito Federal ha sido víctima de intervención telefónica. Espiados y exhibidos en sus conversaciones privadas, algunos tuvieron que renunciar a sus cargos y otros más, tragarse el escarnio público.
“Es Héctor Serrano”, acusó sin tapujos Ricardo Monreal, el candidato a jefe delegacional por Cuauhtémoc, el primero que se atreve a señalar de espionaje al secretario de Gobierno del Distrito Federal.
Aunque el zacatecano es el primero en ponerle nombre al presunto responsable de este delito en diversas oficinas del Gobierno del Distrito Federal (GDF), funcionarios coinciden en señalarlo, sin atreverse a denunciarlo.
“Por aquí no, mejor nos vemos en persona”, se cuidan algunos de los servidores públicos respecto a su teléfono celular y de oficina.
Durante los últimos meses del año 2014 quedó claro que el espionaje es una práctica de uso cada vez más común en el sexenio de Miguel Ángel Mancera, cuando quedaron al descubierto diversos personajes grabados en conversaciones comprometedoras.
Y aunque algunas de estas llamadas, que luego son difundidas a través de las redes sociales, han sido adjudicadas supuestamente al grupo Anonymous, no ha quedado claro quién adquirió el equipo con el que se espía a funcionarios públicos y empresarios.
Algunos de los que han sido espiados, grabados y exhibidos: Édgar Armando González Rojas, ex oficial mayor del Gobierno de la capital; Josué Ramos Miranda, ex oficial mayor de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
También, Édgar Amador Zamora, secretario de Finanzas; Manuel Granados Covarrubias, presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, y Ricardo Monreal Ávila, candidato a delegado de la Cuauhtémoc por Morena.
Llantas con sobreprecio
El mes de octubre del año pasado, uno de los primeros en caer en las redes de este espionaje fue Édgar Armando González Rojas, entonces oficial mayor del Gobierno del DF.
Bajo el nombre de “Armando Justicia”, un anónimo difundió en las redes sociales una serie de presuntas irregularidades en la Oficialía Mayor.
El supuesto justiciero anónimo filtró algunas grabaciones en las que se escuchó la voz del entonces oficial mayor y de algunos de sus colaboradores inflando en un 30 por ciento la compra de 10 mil llantas para renovar los vehículos del Gobierno del DF.
Los audios se hicieron públicos, detonando el escándalo que terminó con la expulsión del Oficial Mayor del GDF en medio de severos cuestionamientos de corrupción.
‘Está de la chin…’
Luego del primer descalabro de la administración de Miguel Ángel Mancera, el siguiente en la lista del espionaje fue el oficial mayor de la Asamblea Legislativa, Josué Ramos Miranda.
Al entonces funcionario se le espió y grabó cuando habló por teléfono con un colaborador al que se le atribuyó ser Rey Alfonso Terán Estrada, presunto miembro del Cártel de Sinaloa, después el funcionario aclaró que se trataba de Javier González, un amigo cercano.
El punto es que el ex oficial mayor, cercano al coordinador de la bancada del PRD en la Asamblea Legislativa, Manuel Granados, quedó exhibido en su privacidad. En aquella conversación el exfuncionario fue grabado en esta parte:
Josué: Ya supe la mala noticia
Amigo: ¿Cómo la ves?
Josué: Pues está de la chingada cabrón porque al rato voy a seguir yo.
Amigo: ¿Por qué tu?
Josué: Pues porque así se van a poner los chingadazos.
Amigo: El viene de la Procu, todos los de la Procu vienen sucios.
Josué: ‘Ta bueno carnal, gracias por avisarme y estoy pendiente eh.
Los audios ventilados en diciembre del 2014 y adjudicados al grupo Anonymous fueron acompañados de una acusación de enriquecimiento ilícito y vínculos con el narcotráfico.El oficial mayor de la ALDF cayó.
La Comisión de Gobierno de ese órgano dijo que lo separó del cargo para no obstaculizar las investigaciones, a fin de que éste pudiera esclarecer los hechos en los que se le involucraba en las redes sociales.
Pese a que argumentó que su esposa ganaba bien y mejor que él debido a sus ingresos de más de 170 mil pesos, el oficial mayor nunca regresó a su puesto.
El mensaje de ‘Papá Pitufo’
Los últimos días de diciembre pasado, el presidente de la Comisión de Gobierno, Manuel Granados, y el secretario de Finanzas, Édgar Amador, pasaron a la lista de espionaje.
Los servidores públicos fueron grabados cuando sostenían una llamada telefónica en la que celebraban la goliza que les metieron a los diputados al lograr un presupuesto de mil 875 millones de pesos sin definir proyectos específicos ni reglas.
Manuel Granados fue grabado mientras le decía a Amador:
“A Papá Pitufo (presunta referencia a Federico Döring) háblale porque, te lo cuento aquí en corto, porque le mandó un mensaje al 32 (jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera), que ahí estaba, que había salido muy bien todo por unanimidad, que había sido un ahorro para la ciudad –bueno, para él- que le habíamos ahorrado algunas cosas”, reprodujo en ese momento el diario Reforma.
“Nos salimos todos limpios. A todo mundo le convino cabrón”, se escuchó decir al secretario de Finanzas.
Ambos, Granados y Amador, se mantuvieron en sus cargos pese a la exhibición pública de sus maniobras en el reparto de los recursos públicos.
Manuel Granados terminó casi la legislatura y Édgar Amador se mantiene en su cargo. Ambos tuvieron que asumir y tragarse el episodio. Ninguno presentó denuncia penal.
El rival en Cuauhtémoc
Apenas hace unas horas le tocó a Ricardo Monreal, el candidato de Morena a la jefatura delegacional en Cuauhtémoc, quien compite por el cargo contra José Luis Muñoz Soria, el abanderado del PRD que puso Héctor Serrano Cortés, según el reparto de tribus.
En el espionaje se escucha al exgobernador de zacatecas ordenarle a Néstor Núñez, su coordinador de campaña e hijo del gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, realizar un contrato simulado.
Monreal reaccionó de inmediato y de acuerdo con la explicación que dio, en esa llamada le pedía a su colaborador, sí, efectivamente simular un contrato en el que la publicidad en la que aparecen los demás candidatos de Morena sea prorrateada a todos.
“Son prácticas serranas”, acusó sin tapujos Monreal al secretario de Gobierno, Héctor Serrano Cortés, a quien señala como el responsable de orquestar la guerra sucia en estas campañas cuyo desenlace está próximo, el 7 de junio.
Ante la acusación directa de Ricardo Monreal y las sospechas de otros tantos funcionarios que señalan a Héctor Serrano, sin atreverse a dar su nombre ni hacerlo público, esta casa editorial buscó una postura del secretario de Gobierno. Hasta el cierre de esta edición, no hubo respuesta.