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Los trenes de la Línea 12 Tláhuac-Mixcoac circulan a diario con movimientos forzados entre el bogie y la vía, ese problema hoy por hoy puede causar un descarrilamiento. En las vías de esta línea hay un desgaste irregular, prematuro, que urge desacelerar.
Así de claro lo dicen los diagnósticos internos en poder del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) del Distrito Federal. El organismo ya solicitó a la Secretaría de Finanzas capitalina se realicen las modificaciones presupuestales correspondientes del ejercicio 2014 para contar con recursos a fin de pagar un programa de mantenimiento urgente.
Pese a lo grave del diagnóstico, nadie detiene al tren, que a diario efectúa su recorrido abarrotado de pasajeros.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera está informado de la gravedad de la situación que se ha discutido en más de una ocasión ante el Consejo de Administración del STC Metro que preside Rufino H. León Tovar, en su calidad de secretario de Transportes y Vialidad.
El informe confidencial al que Reporte Indigo tuvo acceso y que dio a conocer en su edición “Peligro en la Línea 12”, es del conocimiento no solo de Joel Ortega Cuevas, director del Metro de la ciudad de México, sino también de otros miembros del gabinete que forman parte de dicho Consejo de Administración, donde se discute la problemática, la emergencia y las rutas a seguir con la llamada Línea Dorada que se construyó en el sexenio de Marcelo Ebrard.
Ante la emergencia, los enterados de dicho “Informe de Afectaciones a la Operación y Seguridad de la Línea 12” realizan un listado de los pendientes que tiene el Proyecto Metro que encabeza Enrique Horcasitas Manjarrez, respecto a la Línea 12, la demanda de ICA, Carso y Alstom, así como las indemnizaciones a los afectados que no han podido cobrar su dinero.
El pasado mes de agosto del 2013 se publicó en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el decreto que establece la futura extinción del Proyecto Metro DF que fue creado para planear la mega obra, concretar y ponerla en marcha.
Desde esa fecha se indicó que la Contraloría General capitalina es la responsable de vigilar el proceso de conclusión de las obligaciones de este órgano desconcentrado.
Pero en medio de este escenario de peligro para los miles de pasajeros, Enrique Horcasitas simplemente no puede desaparecer. Es el rostro público más visible que dejó Marcelo Ebrard Casaubón. A quien exigirle cuentas claras.
A raíz de las fallas recurrentes, los vicios ocultos, las deudas, la demanda y los afectados por la construcción de la Línea 12, se solicitará una opinión técnica a la Secretaría de Obras y Servicios capitalina (SOBSE) respecto a la conclusión de los compromisos del Proyecto Metro.
Ambas dependencias, Secretaría de Obras y Contraloría General, deberán emitir una postura para definir si ya es momento o no de que el Proyecto Metro se extinga.
Pero el informe confidencial es muy claro y actualmente existen diversas situaciones y procesos incompletos derivados del contrato 8.07 CO 01 T2.022 “Proyecto Integral a Precio Alzado y Tiempo Determinado para la Construcción de la Línea 12 Tláhuac-Mixcoac del Sistema de Transporte Colectivo”.
Así que Horcasitas no se puede ir aún.
Los claroscuros de Horcasitas
El funcionario, cercano a Marcelo Ebrard, sigue en medio de la polémica. Desde el inicio del proyecto, cuando fue nombrado en el cargo, como principal responsable de dirigir la obra cumbre del exjefe de gobierno, Horcasitas evidenció un claro conflicto de intereses: ser hermano de un alto ejecutivo de ICA, una de las empresas constructoras que ganaron la licitación para construir la Línea Dorada.
Su hermano, Luis Horcasitas Manjarrez, se desempeñaba en ese momento como Director General de ICA, cuando se adjudicó la obra a este empresa.
Luego de ese momento, Luis Horcasitas Manjarrez fue nombrado Vicepresidente de Construcción de la firma, luego de más 34 años de laborar para dicha compañía.
Ambos hermanos, uno desde el Gobierno del DF y el otro desde la iniciativa privada, son actores fundamentales para explicar el cúmulo de fallas reportadas desde antes que se inaugurara la Línea 12 en octubre del 2013.
Además de él, como director de Proyecto Metro, urge señalar a todos los funcionarios que son responsables de todas las irregularidades, así lo señala puntual el informe confidencial del Metro.
“Identificar en forma firme y punitiva al o los responsables”, apunta.
Mientras el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, o el director del Metro, Joel Ortega Cuevas, se atreven a dar a conocer con nombre y apellidos a dichos responsables, urge también, señala el informe, arrancar el mantenimiento.
“Es necesario partir del diagnóstico de los consultores a fin de dimensionar las problemáticas, establecer planes de trabajo y tener los parámetros de contratación de servicios de mantenimiento entre empresas altamente especializadas con infraestructura en México y uno de los dos consultores franceses expertos en la materia”.
En caso de que el gobierno de Mancera Espinosa decidiera extinguir en estas condiciones al Proyecto Metro, la Secretaría de Obras y Servicios, que hoy dirige Alfredo Hernández, sería la depositaria final de la información completa que logró amasar el Proyecto Metro respecto a la mega obra altamente cuestionada.
Ante el cúmulo de fallas que ya están documentadas y que encendieron los focos rojos en el GDF, si no actúa Mancera, el gobierno federal debería intervenir.