Autoridades de Ciudad Juárez, Chihuahua, presentaron a Rosalío ‘N’, un hombre con antecedentes por abuso sexual, como el presunto homicida de Rafael Santillán Vargas, o Rafita, el niño de seis años encontrado muerto en esa zona el pasado 13 de agosto; las hipótesis indican que la víctima fue asesinado por resistirse a una violación.
Rosalío tiene 23 años, y autoridades comenzaron a sospechar de él por caer en imprecisiones durante sus declaraciones; también se sospecha que el sujeto mantuvo el cuerpo de Rafito en su casa durante cinco días.
Rafita desapareció la tarde del 8 de agosto, cuando salió de su casa para ir a la tienda y comprar un refresco; cinco días más tarde, su cadáver fue localizado por familiares en un terreno baldío ubicado a 250 metros de su hogar.
El día del hallazgo, Rosalío había dicho que vio a sujetos arrojando un bulto al lugar en donde se localizó el cuerpo del menor.
Debido a que vecinos y familiares participaron en la búsqueda de Rafita, no se descarta que Rosalío haya formado parte de estas acciones para desviar la atención.
La investigación indica que el día de su desaparición, Rafita estuvo dentro de la casa del sospechoso, quien dice que el menor se presentó en el inmueble y le dijo que no quería volver a casa.
Aunque Rosalío señaló que golpeó a Rafita porque el niño rompió un adorno de su casa, sus antecedentes por abuso sexual en contra de una menor hacen sospechar que el niño fue atacado por resistirse a una violación.
El golpe recibido provocó la muerte al menor de seis años; fue entonces que el sospechoso lo habría llevado a su recámara, y al confirmar su muerte, decidió meterlo en un clóset.
Debido a que Rosalío vive con su madre, decidió comprar productos químicos como cloro para ocultar los olores que desprendía el cadáver de Rafita.
El día de los hechos, el presunto asesino habría abandonado el cadáver en donde fue hallado.
Autoridades consideran que cuentan con evidencia suficiente para vincular a proceso al sujeto.
