El rap más allá de la violencia

Al menos dos raperos han aparecido en notas periodísticas señalados de que sus actividades musicales están relacionadas a contextos de violencia ligados al crimen organizado en Jalisco, artistas explican por qué no debe generalizarse esta idea
Jonathan Ávila Jonathan Ávila Publicado el
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El rap en Jalisco no tiene que ver únicamente con delincuencia, violencia ni crimen organizado. Aunque recientemente intérpretes de ese género han estado ligados a casos de este tipo, algunos raperos explican el otro lado de la moneda y cómo este estilo de música es una forma de expresión que busca generar conciencia, por ejemplo.

En lo que va del 2018 diversos iconos del rap en Zona Metropolitana de Guadalajara han aparecido en notas periodísticas bajo el señalamiento de que sus actividades musicales están relacionadas a contextos de violencia ligados al crimen organizado.

El más relevante fue el de QBA, nombre musical de Christian Omar N, del que las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Jalisco señalaron que había disuelto en ácido a los tres estudiantes de cine de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV) por supuestamente estar ligado a labores de venta de drogas y vigilancia con el Cártel Jalisco Nueva Generación.

África Eleazar, un cineasta que en 2014 había seguido los pasos de QBA para realizar un documental, escribió en mayo al conocerse la noticia de su presunto involucramiento que no trataba de justificar la situación o suponer una verdad, pero puso en evidencia el contexto del músico al describirlo como ‘un paisaje desolado, plagado de drogas, armas, falta de oportunidades, violencia, desigualdad, envidias y pobreza’.

Durante los meses en los que QBA fue el centro del debate sobre su presunta participación en el caso de los tres estudiantes del CAAV, Eleazar criticó el amarillismo de algunos medios y de cómo la historia de este joven se convirtió “en un verdadero cuento de horror” por el tratamiento que se le dio a su contexto más allá del mero caso que hasta entonces no era concluyente, según las propias autoridades.

No todos los que han encontrado en este género musical una forma de expresar sus sentimientos están relacionados con este tipo de situaciones de violencia y crimen, algunos llegaron por ideas románticas o para desestresarse

“Me involucré en este género más por expresión que por una fama, a la que normalmente se entra a esto. Es un medio que me sirve para sentirme más desahogado, desestresado. (Hablo) de mis problemas. Empecé hablando de pedos más románticos porque era un niño puñetas que creía en el amor. Ya más grande y maduro estoy viendo que no. Hay más pedos, no nomás eso”, expresó Lestat MR, rapero de la metrópoli tapatía.

Por su parte Gabriel ‘Skel’ Villegas, quien en los últimos años se ha convertido en un importante exponente del rap en Jalisco que no sólo comparte su música, sino que se involucra en otros aspectos de este movimiento musical, como las batallas –competencias de rap– a través de su participación o como jurado, recordó que desde los inicios el rap surgió como un medio de expresión y protesta.

“Nada más es una expresión de lo que se está viviendo, porque sí se viven esos contextos. Sólo que aquí el problema es el aprendizaje de la responsabilidad que es tomar el micrófono. Tomar en cuenta hasta dónde pueden llegar tus palabras y cómo puedes seguir como modelo. Porque a final de cuentas eres un ícono social”, apuntó Skel.

También explicó que no todo el rap es “malandro”, es decir, en el que se exalta el entorno violento y aclaró que su participación está más ligado a lo que se denomina rap conciencia.

“Hay una diversificación del rap. Hay desde rap malandro, romántico, rap conciencia, hay muchísimas ramas. Para empezar no es bueno generalizar, porque cada quien tiene objetivos distintos de lo que hace con su música”
Gabriel ‘Skel’ VillegasRapero

El profesor de la Universidad de Guadalajara e investigador de El Colegio de Jalisco, Rogelio Marcial, coincidió que el rap es una expresión, pero también puede ser una opción de vida para quienes tienen el sueño de poder sobresalir en este género musical.

Marcial también recordó el asesinato de Ramón Conchas ‘Mr Yosie Locote’, a quién en abril pasado las autoridades encontraron sin vida tras haber sido levantado por sujetos en la colonia Santa Cecilia, al oriente de Guadalajara.

Él era conocido por sus videoclips con escenas donde se portaban armas de fuego y lo que parecía ser droga como mariguana; además acostumbraba a transmitir en vivo las iniciaciones de los nuevos miembros que se adherían a su banda, en la que por varios segundos el nuevo integrante era golpeado.

El académico señaló que si bien es cierto que algunas expresiones del rap surgieron desde las pandillas más antiguas de la urbe, que buscan expresar la realidad de lo que se vive, no en todos los casos hay una conexión directa entre pandillas, crimen organizado y el rap, como se ha mostrado de forma recientemente en los medios locales.

¿Ligados?

Los casos de raperos relacionados a situaciones de violencia son:

El más relevante fue el de QBA, nombre musical de Christian Omar N, del que las autoridades de la Fiscalía General del Estado de Jalisco señalaron que había disuelto en ácido a los tres estudiantes de cine de la Universidad de Medios Audiovisuales, CAAV, por supuestamente estar ligado a labores de venta de drogas y vigilancia con el Cártel Jalisco Nueva Generación.

El asesinato de Ramón Conchas ‘Mr Yosie Locote’, intérprete de este género a quien en abril pasado las autoridades encontraron sin vida tras haber sido levantado por sujetos en la colonia Santa Cecilia, al oriente de Guadalajara. Él era conocido por sus videoclips con escenas donde se portaban armas de fuego y lo que parecía ser droga como mariguana.

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