Redes sociales: el cuadrilátero electoral
Hoy el campo de batalla electoral son las redes sociales desde donde los precandidatos y aspirantes captan la atención y el voto de los jóvenes, una generación que difícilmente se deja asombrar y que cada día les interesa menos la política
Rubén ZermeñoLa forma de hacer política en México está cambiando. El campo de batalla ya no es la televisión ni el mitin, el cuadrilátero electoral ahora son las redes sociales, desde ahí precandidatos y aspirantes se dan con todo, sin límite de tiempo y sin un réferi que los regule.
El espectáculo debe de ser bueno para poder captar la atención y el voto de los jóvenes, una generación que difícilmente se deja asombrar y que cada día les interesa menos la política o por lo menos la manera tradicional en la que se hace.
Por la falta de regulación y por el gran impacto que generan, los aspirantes a un cargo público de elección han comenzado a tender puentes para acercarse a los votantes. La estrategia es simple, parecer menos políticos y más ciudadanos para generar empatía.
Para lograrlo, los aspirantes, hacen planas, cuentan chistes, van al supermercado, suben fotos de sus hijos o improvisan una banda de rock.
En la red también hay campañas exitosas, campañas que han ganado elecciones, echas por jóvenes y para jóvenes. Los principales ejemplos provienen de Guadalajara y Nuevo León, ambos casos traen consigo la marca independiente.
Pedro Kumamoto hizo historia en Jalisco en 2015, se convirtió en el primer candidato independiente en ganar una elección para ocupar un puesto de representación popular en la entidad.
Detrás de él se encontraba un grupo de jóvenes del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), convencidos de que había que remplazar a la clase política de Jalisco, ya que ellos no los representaban y no veían por sus intereses.
Aunado al hartazgo por los partidos políticos, despliegue por tierra, presencia en las calles y una inteligente campaña en redes sociales, “Kuma” logró hacerse de más de 50 mil votos y ganar el Distrito 10 para ser su representante en el Congreso local.
A diferencia de los partidos políticos, el equipo de Wikipolítica no promovía la imagen de Kumamoto, difundía sus propuestas, sus planes de trabajo, el joven de 25 años les hablaba horizontalmente a sus votantes.
La campaña de Kumamoto costó tan solo 242 mil 900 pesos, de los cuales 18 mil 626 fue dinero público y el resto donaciones. Su equipo al publicar los recursos no solamente realizaron un ejercicio de transparencia, demostraron a los partidos políticos que se puede hacer campaña con menos financiamiento público y con más estrategia digital.
La victoria de Kumamoto fue el gane del político independiente, del ciudadano, del joven y de la estrategia digital.
Detrás de la estrategia en la campaña de 2015 de Pedro Kumamoto se encontraba Susana Ochoa, una joven comunicóloga del Tec de Monterrey, nacida en Chihuahua y enraizada en Guadalajara. Para ella, el éxito de la campaña provenía de que eran “personas comunes”.
“Somos personas comunes que utilizamos el transporte público, que le debemos todavía a las universidades donde estudiamos y que hacemos una política que creemos que le debe de hacer sentido a las personas que hoy por hoy no se sienten representadas por la política”, dijo la excoordinadora de comunicación en entrevista a Reporte Indigo.
Para la ahora aspirante a una diputación en el Congreso de Jalisco, lo importante de las redes sociales es el fondo y no la forma que utilizan otros políticos para querer ganar adeptos ya que según ella lo que se necesita son propuestas.
“Las redes sociales siguen siendo una herramienta pero no significan el fondo, en dado caso son la forma que se utiliza para mandar un mensaje y si el mensaje que tienen los partidos políticos y la clase política sigue siendo el mismo, las redes sociales no van a hacer diferencia, en todo caso van a maquillar las ideas y le van a meter mucho dinero pero me parece que mi generación no es tonta y sabrán distinguir cuando son las propuestas honestas y cuando los mensajes sí tienen que ver con la realidad que viven los jóvenes de mi generación”, agregó Susana.
Cuando arrancaron la campaña en 2015, ninguno de los participantes habían hecho comunicación política pero tenían referentes de otras campañas exitosas en el extranjero y muchas ganas de llegar al Congreso.
La estrategia utilizada por el “Equipo de Kuma” fue mixta, combinando tierra y aire, trabajo territorial y una fuerte campaña de redes sociales para potencializar lo que hacían en las calles. Durante esta campaña electoral, el plan será el mismo, aunque son conscientes de que los jóvenes y las redes sociales esta vez tendrán un gran peso y podrían definir una elección.
“Creo que la generación que viene y un poco de la nuestra puede definir la elección en la medida que entendamos que en 2018 se van a definir un montón de cosas para nuestro futuro”, dijo la integrante de Wikipolítica, quien sentenció que de no ser así terminarán decidiendo por ellos “los mismos de siempre”.
Si la estrategia de Kumamoto fue mixta, la de Jaime Rodríguez “El Bronco” fue por aire, una campaña electoral a la gubernatura de Nuevo León inflada desde las redes sociales.
Su gobierno ha sido un reflejo de su campaña, imágenes, bromas y muchos caracteres, lo que le han valido al “Bronco” convertirse en el rey de las redes sociales, tiene una interacción del 95 por ciento.
“Soy el único ente de este mundo que tiene un poder así de interacción. Me gusta cotorrear con la raza, yo soy un adicto a Facebook, ahí me doy cuenta de todo lo que pasa en el estado”, dijo hace unos meses Jaime Rodríguez.
La estrategia del neolonés comenzó en redes sociales y terminó en tierra, según su estratega digital, Miguel Dávila, el primer paso que dio fue contactar a cada uno de los usuarios que comentaban en su perfil para armar desde lo digital una red de apoyo en tierra.
“En Facebook armamos nuestro ejército de apoyo, que fueron los que daban a conocer el mensaje del ingeniero. Así llegamos a más gente hablando con la gente de Facebook que te dice ‘yo te apoyo’. Eso es algo que no se hace actualmente: si tú comentas en el perfil de un político o de un gobernante, lo que menos te esperas es que él mismo te dé respuesta o que te busque, y el ingeniero lo hizo. Eso fue clave”, comentó el estratega en una entrevista a medios nacionales.
Fake News: un peligro de risa
Para la profesora e investigadora de medios, internet y cultura digital, María Elena Meneses, las actuales campañas de los aspirantes presidenciales hacia los jóvenes han sido un fracaso ya que no tienen propuestas claras y en cambio les dan memes y muchas veces sus equipos digitales comienzan estrategias de “fake news” o noticias falsas.
“Piensan que con un meme chabacanón y simpático van a poder conquistar el voto joven, es una estrategia que les va a costar muy caro porque los jóvenes son jóvenes pero no son tontos”, dijo la académica.
Meneses agregó que debido a experiencias internacionales, los públicos de los entornos digitales han aprendido de las propias redes, por lo que ya no caen en este tipo de información.
A esto se suma la contraofensiva de los aspirantes presidenciales, como Andrés Manuel López Obrador que evade los ataques y la supuesta injerencia rusa con risas, chiste y sarcasmo.
“Hay más conciencia de este tipo de situaciones, lo que estamos viendo es que en las redes digitales los propios públicos ya reaccionan con burla antes estas campañas que ya no están resultando efectivas y pongo el ejemplo con las llamadas de Puebla que recibieron algunos ciudadanos para decirles que AMLO va a vender el petróleo a Venezuela y a Rusia, lo que pasa es un relajo, un pitorreo de los ciudadanos”, agregó la investigadora.
Para blindar las elecciones ante las noticias falsas, Meneses propone se hagan acuerdos multisectoriales como el que se hizo en Francia en las elecciones pasadas, un trabajo de empresas de internet, la academia, gobierno y autoridades “para controlar la epidemia de ‘fakenews’ pero sin coartar libertades”, dijo Meneses.
Enrique Culebro, presidente de la Asociación Mexicana de Internet, coincide con Meneses, para él las noticias falsas y los bots dejaron de tener efecto.
“El fenómeno de las noticias falsas y del uso de bots para fortalecer las redes sociales es algo que cada vez tiene menos efecto entre los internautas, quienes cada vez identifican de manera más fácil y clara qué información vale la pena consumir y cuál no”, dijo el especialista al respecto.
También puedes leer:
Jóvenes y redes, el nuevo voto duro por Ernesto Santillán
Generación Z irrumpirá en las urnas por Erick Miranda