Redes: territorio comanche
La falta de regulación de las redes sociales por parte de las autoridades electorales ha provocado que éstas se conviertan en el medio perfecto para que a pesar de la veda los precandidatos y sus partidos puedan seguir promocionándose frente a los votantes y atacándose entre ellos
Ernesto Santillán[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_7xx15j8n” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] Cuando se busca ser la persona más poderosa de una nación la guerra no se gana en una batalla ni se pelea en un solo frente.
El internet y las redes sociales ampliaron las fronteras de la comunicación convirtiéndose en una de las herramientas más poderosas de la política. Y es precisamente ahí, en el mundo digital, donde las reglas no existen, que en este momento se está librando uno de los enfrentamientos que decidirá el futuro de México.
Sin un árbitro electoral con las capacidades suficientes para vigilar y regular el comportamiento de los distintos contendientes a la silla del águila, los golpes bajos, las fake news y todas las acciones y estrategias que conforman lo que se conoce como la guerra sucia se han vuelto el común denominador en el proceso electoral más complejo de la historia reciente del país.
Este no es un fenómeno exclusivo de México, es algo que se lleva a cabo en todos los procesos electorales del mundo.
Además de la falta de regulación, la especialista considera que las redes sociales han cobrado una gran importancia en la política no sólo porque es un espacio en donde todo está permitido, sino porque a diferencia de los medios tradicionales, las plataformas digitales le permiten a la ciudadanía involucrarse e interactuar de una manera mucho más directa e inmediata con quienes buscan gobernarlos.
“Las redes sociales han abierto el debate entre la ciudadanía y los gobernantes. Anteriormente, cuando los mensajes únicamente se transmitían a través de espectaculares, panfletos, televisión y radio, los pobladores sólo se quedaban con el mensaje enviado y no podían responder u opinar sobre el mismo, hecho que cambió radicalmente con las plataformas digitales.
Lo que ahorita estamos viendo es una evolución natural en la forma de hacer política ante el rápido avance tecnológico de la época. Al igual que el resto de las actividades que realizamos, la política ha tenido que adaptarse e incorporar estas nuevas plataformas para sobrevivir en un mundo cada vez más digitalizado y en donde los medios tradicionales tienen cada vez menor incidencia entre la población”, señala Natali Becerra.
Sin embargo, esto no quiere decir que todas las posibilidades que las redes sociales abren en el mundo de la comunicación sean buenas. En realidad, muchos de los nuevos aspectos son perjudiciales tanto para el proceso electoral como para los mexicanos.
Las Fake news, por ejemplo, son uno de los productos comunicacionales más dañinos, pues fomentan la desinformación, la desconfianza y no aportan nada positivo ni a la imagen de los partidos ni a la de los candidatos que los abanderan.
“Los constantes ataques, la difamación y las noticias falsas no son lo que le dan la victoria a uno u otro candidato, de hecho, en muchas ocasiones, este tipo de actividades lo único que provocan es el hartazgo de la ciudadanía y que ésta se aleje del proceso electoral, pues lo que la gente busca son propuestas que den soluciones a sus problemas, no una guerra de dimes y diretes entre candidatos”, asevera la experta en comunicación Jennifer Islas.
En este sentido, la falta de una normativa electoral clara también promueve que estas acciones se lleven a cabo, pues no hay fronteras claramente marcadas de lo que está permitido y lo que está prohibido, dejando vacíos en la ley los cuales son aprovechados por aquellos que desean atraer apoyos de la ciudadanía o simplemente descalificar a sus rivales aunque este estrategia no les garantice una victoria.
“Yo en lo particular no estoy a favor de la regulación en redes sociales ya que esta práctica nada más promueve la simulación como se ha vio en las precampañas y ahora comienza a verse, de manera distinta, en las intercompañías”, revela Jennifer Islas.
Intercampaña, lucha en la oscuridad
En sus orígenes, los tiempos electorales: precampaña, intercampaña y campaña fueron creados para delimitar cuándo los candidatos a un puesto de elección popular podían realizar actos de proselitismo y cuándo no.
La falta de regulación y los vacíos jurídicos en la Ley Electoral han provocado que las redes sociales se conviertan en el arma perfecta de los políticos durante la veda electoral
Esto sucedió después de las elecciones de 2006, cuando Andrés Manuel López Obrador, entonces candidato a la presidencia de la República por el Partido de la Revolución Democrática, perdió los comicios por un margen de tan sólo el .56 por ciento frente a Felipe Calderón.
Sin embargo, la reforma electoral promovida por el Congreso de la Unión en la cual también se prohibió la compra de spots por parte de particulares, la realización de llamadas telefónicas o la promoción de canciones que inviten a votar por un candidato en la época de veda electoral no ha cumplido a cabalidad con su cometido.
Buena parte del problema proviene del uso de las redes sociales, las cuales no están bien reguladas por el Instituto Nacional Electoral ante la dificultad que representa poder identificar cuáles de los contenidos provienen de ciudadanos que simplemente desean ejercer su libertad de expresión o de aquellos que están recibiendo algún tipo de remuneración de parte de algún partido o candidato sin que ésta se dé a conocer a cambio de crear contenidos para difamar a sus rivales o simplemente hablar bien de ellos cuando éstos no pueden hacerlo de forma abierta sin violar la ley electoral.
A pesar de que el periodo de intercampaña comenzó hace cuatro días, y durante éste está explícitamente prohibido que los candidatos se promocionen o hagan cualquier tipo de evento para hacer llamamientos al voto, los partidos y sus candidatos han logrado darle la vuelta a estos impedimentos que finalizan el próximo 29 de marzo.
Cuando se trata de poner en la escena pública propuestas de campaña, hablar bien o mal de algún candidato, tocar temas de la plataforma electoral o pedir el apoyo ciudadano, el arma ideal de los partidos son las redes sociales.
En la plataforma de Facebook, por ejemplo, se pueden encontrar páginas y grupos donde usuarios, los cuales supuestamente no están ligados a ninguna corriente política, bajo el pretexto de ejercer su libertad de expresión, se dedican a promover o a difamar uno o varios de los candidatos.
De esta forma, el Instituto Nacional Electoral, no puede sancionar a las instituciones políticas o a sus abanderados por llevar a cabo actos anticipados de campaña.
Frente a este fenómeno, Jennifer Islas explica que para evitar que esto suceda se requiere de que tanto la ciudadanía como los políticos se comprometan a cumplir la ley.
“No es lo mismo traer una red de activistas digitales que acarreados digitales. Los partidos políticos se supone que tienen a muchas personas y aliados que pueden hablar para bien de ellos sin quebrantar la veda electoral, desgraciadamente no hay partido o candidato que no haga uso de troles y de bots para que bajo el amparo de éstos puedan llevar a cabo una guerra sucia para intimidar y atacar, incluso, a otros usuarios de redes sociales que abiertamente se pronuncian por un candidato distinto al que ellos respaldan”, explica la especialista.
Duelo de abanderados
En el caso del precandidato Ricardo Anaya, en la plataforma de Facebook, podemos encontrar dos grupos manejados por ciudadanos los cuales se dedican a promover y hablar bien del expresidente nacional del PAN.
El primero se llama ‘Anayistas’ e, incluso, está registrado en la red social como una organización política.
Entre sus publicaciones se encuentran mensajes de todo tipo, de entre los cuales destacan los siguientes:
Acompañado de una fotografía donde aparece el precandidato de Por México al Frente subiendo un andamio como lo hizo en su cierre de precampaña en Veracruz se encuentra un mensaje que dice: “Al término de la pre, Ricardo Anaya Cortés cerró espectacularmente alcanzando a quien tiene 18 años candidateándose, ¡ya sabes quién! Estamos seguros que los mexicanos respaldarán las propuestas de Anaya, quien representa el cambio inteligente.
El segundo grupo de Facebook se llama “Ricardo Anaya 2018” y la dinámica es muy similar a la anterior: publicar miles de mensajes, fotos y videos promoviéndolo.
Sin embargo, aquí también se puede apreciar la el uso de los bots, los cuales, a través de comentarios al interior de las publicaciones lo descalifican y se burlan de él y de los usuarios que lo apoyan. Tampoco faltan contenidos que aunque no favorecen a Anaya, están enfocados a grillar a sus rivales.
El candidato blanquiazul también ha hecho de las suyas para llamar la atención sin necesidad de promocionarse.
Tal es el caso del video donde Ricardo Anaya acusa que el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) lo ha estado siguiendo y espiando.
El video desató críticas, burlas y hasta llamados a la Segob para que aclararan las declaraciones de Anaya. A pesar de los malos comentarios por parte de sus detractores, Anaya estuvo en la mira de todos y, sin importar si es buena o mala: publicidad es publicidad.
En el caso del José Antonio Meade su equipo de campaña ha manejado una estrategia distinta.
El abanderado de la coalición Todos por México se ha enfocado en dar entrevistas a distintos medios de comunicación -acción que está permitida por el INE- y de aparecer en algunos eventos como el de Líderes Mexicanos, en el cual justificó su tercer lugar en las encuestas.
Aunado a esto, tanto en Twitter como en Facebook también se encuentran grupos encargados de dar difusión al tecnócrata como en el caso de Ricardo Anaya.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador, ha sido un poco más discreto bajo la excusa de que quiere evitar ser sancionado por Instituto Nacional Electoral.
Incluso, durante una reunión privada con los militantes de Morena en el Estado de México la cual se llevó a cabo hace tres días, el exjefe de gobierno de la Ciudad de México pidió que por favor no lo grabaran y, haciendo alusión al caso de espionaje denunciado por Anaya, dijo que eso sólo lo puede hacer la Segob. No obstante en redes sociales, al igual que el resto de los candidatos, también se encuentran páginas y grupos dedicadas a promocionarlo y buscar el apoyo del electorado.
El INE en la mira
El Instituto Nacional Electoral, órgano responsable de organizar los próximos comicios del primero de julio, es una de las instituciones que más ha sido cuestionada por su falta de capacidad para hacer cumplir la ley electoral durante los tiempos electorales, los cuales han sido criticados por ser una simple simulación.
La consejera electoral Adriana Favela, admitió en una entrevista que el reto para regular ciertos aspectos, como lo son las redes sociales es un reto enorme, sin embargo, aseguró que se están vigilando a detalle el resto de las plataformas de comunicación como lo son radio, televisión y los medios de noticias para garantizar que los precandidatos no incurran en actos anticipados de campaña.
De ser sorprendidos, la consejera Favela, explicó que las consecuencias pueden llegar hasta el punto de cancelar el registro de aquellos que buscan contender por la presidencia de la República.
En cuanto al combate a las fake news, el INE firmó un contrato con Facebook en el cual aseguran se ayudarán mutuamente para combatir la publicación de este tipo de contenidos y ayudar a la ciudadanía a identificarlos para que puedan tomar una decisión informada el día de la elección.
Sin embargo, medios nacionales han publicado que lo dicho por el consejero presidente Lorenzo Córdova respecto al contrato con la red social más popular del mundo es falso, pues informan que en ninguna parte del arreglo se especifica que la empresa de Mark Zuckerberg haya accedido a combatir o prevenir la difusión de noticias falsas en su plataforma.
El INE todavía tiene una tarea muy complicada por delante, entre las cuales se encuentra la labor de fiscalización de los partidos y asegurar que se lleven a cabo unas elecciones limpias y transparentes, una labor que de no lograrse con éxito ayudaría a fomentar la ya existente desconfianza en la ciudadanía hacia las instituciones y la clase política.
Continúa leyendo:
Guerra sucia versión Leaks por Laura Islas