Reencuentro de abogados
Allá por 2004, un joven abogado llevaba la agenda y abría la puerta de la oficina de Gabriel Regino García, el llamado “Jefe Tigre” de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF).
A más de diez años de aquella situación, José Joel Pichardo Nepomuceno fue designado como el nuevo director general de la Policía Bancaria e Industrial (PBI).
El jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa sabe muy bien quién es Joel Pichardo, antiguo colaborador del polémico exsubsecretario de Seguridad Pública local, Gabriel Regino.
Icela Lagunas
Allá por 2004, un joven abogado llevaba la agenda y abría la puerta de la oficina de Gabriel Regino García, el llamado “Jefe Tigre” de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF).
A más de diez años de aquella situación, José Joel Pichardo Nepomuceno fue designado como el nuevo director general de la Policía Bancaria e Industrial (PBI).
El jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa sabe muy bien quién es Joel Pichardo, antiguo colaborador del polémico exsubsecretario de Seguridad Pública local, Gabriel Regino.
Todos ellos, Mancera, Regino y Pichardo formaban parte del círculo de abogados que Marcelo Ebrard llevó con él para dirigir a una de las corporaciones policiacas más grandes de América Latina, la SSPDF.
En ese grupo de abogados que llegaron por aquellos años a Seguridad Pública capitalina también estaba Manuel Arroyo Hernández, a quien Marcelo Ebrard nombró como director de Asuntos Internos de la corporación y quien fue detenido y acusado en el 2012 por la Subprocuraduría Especializada en Investigación en Delincuencia organizada (SEIDO) de la PGR, como uno de los funcionarios federales que supuestamente brindaban información al capo del narcotráfico, Joaquín “El Chapo” Guzmán, antes de que fuera capturado.
Arroyo apareció hace tres años en el lugar número uno de funcionarios que se ostentaban cercanos a la entonces procuradora general, Marisela Morales, a fin de ofrecer sus servicios como informante de grupos delincuenciales.
Aunque estuvo preso en un penal de alta seguridad en Tamaulipas, Manuel Arroyo quedó en libertad.
El paso de aquellos abogados por la Secretaría de Seguridad Pública del DF dejó huella.
Como subsecretario de Seguridad Pública del DF, Gabriel Regino García, entonces conocido como “Jefe Tigre”, dirigía una serie de grupos especiales o también llamados de élite que acumularon muchas quejas y denuncias por actos violatorios a las garantías individuales y por realizar operativos “irregulares” en la Ciudad de México.
Por aquellos años era usual encontrarse a Regino García uniformado de negro, preparado para encabezar un operativo, mientras que en su oficina del edificio de Liverpool, en la Zona Rosa, José Joel Pichardo lo asistía.
Los distanciamientos
Cuando Marcelo Ebrard fue destituido por Vicente Fox como jefe de la policía preventiva en el DF en 20014, por el linchamiento de policías federales en la delegación Tláhuac, el grupo de abogados se disolvió y cada quien tomó su camino.
Al cabo de los años y cuando Miguel Mancera fue nombrado en 2008 procurador del Distrito Federal, se deslindó para siempre de Gabriel Regino y de su trayectoria juntos en el despacho “Abogados consultores” y en su paso por la SSPDF. Ese fue el primer distanciamiento.
El segundo encontronazo que tuvieron Mancera y Regino fue a finales de 2012 cuando el primero apenas asumía el cargo de jefe de Gobierno y el ex “Jefe Tigre” asumió la defensa de algunos de los jóvenes detenidos durante las marchas y protestas del 1 de diciembre de 2012.
Regino García anunció que sus clientes demandarían al Gobierno del Distrito Federal (GDF) por detenciones arbitrarias por parte de la SSPDF y daño moral por parte de la PGJDF.
El exsubsecretario de la SSPDF dijo que exigiría disculpa pública pese a que sabía que su antiguo compañero, Miguel Ángel Mancera, era la cabeza de gobierno.
La constancia de Pichardo
Mientras Mancera y Regino, antiguos compañeros de despacho se confrontaban abiertamente, el que fuera secretario particular del “Jefe Tigre” en la SSPDF, José Joel Pichardo había tomado su propio camino.
El abogado había logrado colarse al gabinete de Marcelo Ebrard en el grupo que acompañaba a su exesposa, Francesca Ramos Morgan en la Coordinación de Asuntos Internacionales en la que ella se desempeñaba como la “embajadora” de la capital.
Ahí, la exmujer del entonces jefe de Gobierno se apoyó en diversos funcionarios a quienes delegó responsabilidades por regiones.
Así las cosas, Joel Pichardo Nepomuceno aparecía en el equipo de colaboradores de Francesca Ramos como director para la región de América; Luis Magos Mondragón para Europa y Tatiana Alcázar para Asia y África.
Este equipo atravesó con Francesca Ramos el vergonzoso episodio entre el Gobierno de la Ciudad y Azerbaiyán, en el que pactaron la colocación de una estatua del dictador Heydar Aliyeb en Paseo de Reforma, lo que causó repudió de los vecinos y un conflicto que escaló internacionalmente.
Al terminarse el sexenio marcelista, José Joel Pichardo regresó a la SSPDF, en donde se desempeñaba como el director de Instituto Técnico de Formación Policial.
Luego de que hace algunos días se difundió un video en el que aparecía el entonces director de la Policía Bancaria Industrial, Pedro Vizuet Bocanegra, alcoholizado en una oficina, abrazado de otra funcionaria mientras bebía y escuchaba a un grupo de músicos, el mando tuvo que renunciar.
Tras la caída del directivo, la Secretaría de Seguridad Pública que comanda el excontralor Hiram Almeida nombró al antiguo colaborador del “Jefe Tigre”, José Joel Pichardo Nepomuceno, como el nuevo director de la PBI.
La asignación de Pichardo, excolaborador de Gabriel Regino y de Marcelo Ebrard parece enviar un mensaje desde la jefatura de Gobierno. ¿Para quién es la tregua?