Registros biométricos, la búsqueda incompleta
Los gobiernos estatales pueden acceder a los datos biométricos del INE para cotejar las huellas dactilares de cuerpos no identificados desde el 2016, pero las autoridades de Jalisco nunca han usado esa herramienta. De las 25 mil 737 solicitudes de todo el país, ninguna es de la entidad
Luis HerreraLas autoridades de Jalisco han desaprovechado durante más de tres años el banco de registros biométricos del Instituto Nacional Electoral (INE), a pesar de que es una herramienta de gran utilidad para resolver el paradero de las personas que han sido reportadas como desaparecidas en el país.
En respuesta a una solicitud de información, el INE confirmó a Reporte Índigo que nunca ha recibido una solicitud del Gobierno de Jalisco y sus dependencias para cotejar las huellas dactilares de cuerpos no identificados con los registros biométricos que guarda en su banco nacional, pese a que esta vía de colaboración está abierta desde el 2016.
En septiembre de ese año, el INE firmó un convenio de colaboración con alcances nacionales que les permite a las autoridades federales y estatales tener acceso a sus registros biométricos.
“A efecto de lograr la identificación de los cadáveres o restos humanos de personas desaparecidas o desconocidas que contengan huellas dactilares o biométricas susceptibles de ser analizadas”, señaló el INE.
En el periodo 2016-2020, el Instituto ha recibido en total 25 mil 737 solicitudes para confrontar las huellas dactilares de cadáveres no identificados, pero ninguna ha provenido de alguna instancia pública de Jalisco, ya sea su Fiscalía del Estado o su Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF).
El informe precisa que en su gran mayoría las solicitudes fueron presentadas por instancias del Gobierno federal, con 25 mil 108 casos, considerando 24 mil 812 de la Comisión Nacional de Seguridad que encabezó Renato Sales Heredia en el pasado sexenio, hoy extinta, y 296 de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas.
Sin embargo, el INE ha recibido también 629 solicitudes de las entidades federativas, lo que evidencia que ha habido gobiernos locales que sí han recurrido a esta vía para la búsqueda de personas desaparecidas en sus territorios.
Los estados con solicitudes son Aguascalientes, Baja California, Ciudad de México, Colima, Estado de México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz (folio de transparencia UT/20/00119).
Datos biométricos desaprovechados
Con el desaprovechamiento del banco de datos biométricos del INE por parte del Gobierno de Jalisco, este ha perdido la oportunidad de comparar las huellas dactilares de los cuerpos no identificados con esa reserva nacional que guarda registros de más de 92 millones de mexicanos.
El desinterés que han mostrado las dependencias de Jalisco por explotar estos registros del INE, contrasta con los miles de cadáveres que se han quedado sin ser identificados en los últimos años en el estado, los cuales podrían tratarse de personas que permanecen en estatus de desaparecidas, con familias aún en su búsqueda.
El IJCF ha informado que en el periodo de 2009 a junio de 2019 tuvo conocimiento de 3 mil 014 cadáveres que pasaron por sus manos pero cuya identidad nunca pudo ser esclarecida (folio 04383919).
Todos estos expedientes forenses podrían confrontarse con los datos biométricos que el INE ha puesto a disposición de las autoridades.
Con los registros consultados al 4 de marzo, el IJCF asevera que actualmente resguarda en sus instalaciones mil 263 cadáveres que no han sido identificados.
Dado que la posibilidad de tener acceso a los registros biométricos del INE existe desde el 2016, la omisión en el aprovechamiento de este banco comenzó con el gobierno del exmandatario Aristóteles Sandoval Díaz (2013-2018), pero ha persistido hasta la actualidad, en la gestión de Enrique Alfaro Ramírez.
El estado reconoce 8 mil 872 personas desaparecidas y no localizadas, aunque la Federación asegura que son 9 mil 286.
Uso a la baja
El informe que entregó el INE revela que en el 2019 se dio un desplome en el número de solicitudes que recibió de las instituciones federales y locales para la confrontación de huellas dactilares de cadáveres no identificados, el cual habría sido resultado de la desaparición de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
De esta manera, mientras en los años 2017 y 2018 el INE había recibido en total 11 mil 711 y 13 mil 244 solicitudes, respectivamente, para el 2019 apenas registró 779 de estos requerimientos, tanto a nivel federal como local.
La CNS se había vuelto la institución de todo el país que más utilizaba el banco de datos biométricos del INE con estos fines de identificación de cadáveres, por lo que su extinción en diciembre de 2018 redujo considerablemente el aprovechamiento de ese banco de información.
En el 2017, por ejemplo, la CNS presentó 11 mil 705 de estas solicitudes y en 2018 otras 13 mil 107, pero para el 2019, tras su disolución, no hubo ninguna institución que tomara su lugar para la realización de estas labores, ni siquiera la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas que solamente ha presentado 91 solicitudes en 2018 y otras 205 en el 2019, pero no más.
De las 25 mil 737 solicitudes recibidas en general por el INE en el lapso 2016-2020, 18 mil 255 han resultado con una probable identificación exitosa (el 70.9 por ciento), es decir, como “candidatos para efectuar Identificaciones mediante dictamen pericial”.