El PRI logró mantener la opacidad en los sindicatos. En el dictamen de reforma laboral que pretenden sea votado hoy en el pleno de la Cámara de Diputados se modificaron tres de los artículos en este sentido.
Lo que se había considerado como un logro para los partidos de izquierda en el Senado cambió. El proyecto que presentó la Comisión del Trabajo hizo modificaciones en los artículos 371, 373 y desapareció el polémico 388 bis.
En el artículo 371 en el que se establecía que la elección de los líderes sindicales sería mediante voto libre, directo y secreto, se añadió la palabra indirecto.
Esto abrirá nuevamente la posibilidad de que los líderes como Elba Esther Gordillo del SNTE y el priista Carlos Romero Deschamps del sindicato de petroleros, sean electos a mano alzada.
Lo mismo para el sempiterno líder de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe.
El argumento priista es que a pesar de que tiene indicios de inconstitucionalidad este artículo, aceptaron mantener la redacción original y solo incluir una palabra.
Para el artículo 373, hasta el cierre de esta edición, la intención del PRI era modificar los criterios de transparencia que los senadores pusieron a los sindicatos en cuanto a sus finanzas y el uso de las cuotas de los agremiados.
El 388 bis, el artículo más polémico de la reforma laboral, fue desaparecido. Simplemente no estará en el proyecto que de ser aprobado en la sesión de hoy irá nuevamente al Senado.
Este artículo establecía que los trabajadores deben de conocer los contratos colectivos de trabajo antes de ser negociados con los patrones.
Para el PRI, que en todo momento se opuso a este tema, ese artículo significaba poner a subasta los contratos colectivos de trabajo.
Incluso la Coparmex de Nuevo León advirtió que no avalarían la existencia de ese artículo, que incluso era mejor no tener reforma laboral si el precio a pagar era la existencia del 388 bis.
Desde el martes pasado la Comisión del Trabajo planeó reunirse pero canceló un par de veces el encuentro con el argumento de que se estaban ultimando detalles para el dictamen que presentarían a los diputados.
Finalmente el documento quedó, hecho por el PRI y la secretaría técnica de la Comisión, con los cambios a esos artículos.
Acción Nacional hizo alianza con los partidos de izquierda para la modificación, de los mismos artículos en el Senado. Sin embargo en la negociación en la Cámara baja aceptó los cambios de los priistas.
Si los cambios alcanzan los votos en el pleno, la reforma laboral volverá al Senado. El PAN tendrá la última palabra, pues nuevamente en alianza con el PRD, PT y Movimiento Ciudadano podrían devolverle el sentido de transparencia.
