Regreso a clases, comienza la nueva era educativa
Este nuevo ciclo escolar trae consigo múltiples retos tanto para los maestros como para los estudiantes y sus padres, quienes ahora tendrán que participar más en la enseñanza de sus hijos para garantizar su educación ante la falta de interacción con los maestros
Fernanda Muñoz y José Pablo EspíndolaHoy regresan a clases más de 30 millones de niños, niñas y adolescentes en México, pero no de manera presencial, sino desde casa, donde tomarán sus lecciones a través de la televisión o la radio.
El uso de estas herramienta se determinaron para implementar el programa Aprende en Casa II, impulsado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), y el cual busca que los estudiantes no pierdan sus estudios debido a la pandemia de COVID-19, crisis que obligó a las autoridades a suspender las clases presenciales hasta nuevo aviso.
De acuerdo con la SEP, el número de estudiantes que regresa a cada nivel varía: de preescolar son cuatro millones 780 mil 787 niñas y niños, de primaria 13 millones 972 mil 269, de secundaria seis millones 473 mil 608 y de bachillerato cinco millones 239 mil 675.
A pesar de que los maestros no estarán codo a codo con cada uno de sus alumnos, se comunicarán virtualmente con ellos con el objetivo de que despejen dudas después de que las clases transmitidas en televisión hayan terminado.
Sin embargo, ante este nuevo panorama educativo, los padres de familia deberán jugar un papel fundamental en la formación de sus hijos.
Al respecto, la pedagoga Gloria Guadalupe Maya Segura, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, de la UNAM, asegura que tendrá que pasar determinado tiempo para verificar si este método ha sido benéfico o no para los alumnos.
“Al final de todo esto tendremos que esperarnos a ver realmente el resultado de todo lo que están presentando las autoridades, porque hasta el momento sólo han brindado información, veremos qué tanto realmente les están proporcionando a los alumnos nuevos conocimientos, en este caso por medio de la radio y televisión”, detalla.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 92.5 por ciento de los hogares en México cuentan al menos con un televisor, mientras que el 43.0 por ciento de la población de seis años o más es usuaria de una computadora.
Para aquellos que no tienen la posibilidad de acceder a una televisión o un ordenador, aprenderán a través de cuadernillos físicos.
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Contenido no es igual a conocimiento
Para el doctor en Investigación Educativa Rodolfo Cruz Vadillo, los retos de este regreso a clases son mayúsculos, ya que no es sólo transitar de un espacio a otro, parecería que con Aprende en Casa II lo único que ha sucedido es que los estudiantes no se educan en el salón, sino en la casa, pero siguen teniendo acceso a todo lo demás, pero no es así, no es tan simple.
“Habría que entender el arte educativo cómo algo mucho más complejo que sólo el acceso a contenidos. El problema con la televisión, a diferencia del Internet donde también existen problemáticas, es que no hay interactividad”, opina el catedrático de la Universidad Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
El trabajo de educar a través de la televisión no es nuevo, existen desde hace mucho telesecundarias y telebachilleratos en donde los pedagogos se dedican a generar contenidos estructurados y llamativos para ponerlos en video, sin embargo, con el tiempo se ha demostrado que no son muy efectivos.
Lo mismo pasa con Aprende en Casa II, donde lo único que está resuelto es el acceso al contenido, pero no la calidad del aprendizaje. Investigaciones en materia de educación afirman que ese contenido tiene que ser transformado en conocimiento, apropiado y gestionado por los estudiantes.
Negar que las casas cuentan con los requerimientos para que los estudiantes tengan clases es colocar toda la responsabilidad de la educación en los hombros de los niños y niñas, exigiéndoles habilidades de autorregulación, autonomía y organización del tiempo que no tienen.
“Es natural que los chicos vean otros estímulos y volteen, lo que pasaba en la escuela es que todo estaba pensado para que los distractores sean educativos, por eso veías que el profesor agarraba y adornaba el salón, ponía el abecedario, cuestiones que no son nada nuevas, pero que ayudan”, indica Cruz Vadillo.
Lo que evidencia este programa educativo que inicia hoy es que se han centrado en el acceso al contenido sin una propuesta pedagógica con una mirada reducida de lo que es el acto educativo.
“La televisión no puede sustituir el complejo proceso que implica el aprendizaje y no veo hasta ahorita cuál es la propuesta pedagógica. Si de por sí ya habían grandes brechas antes de la pandemia, ahora se intensificarán”, argumenta el profesor de la UPAEP.
Con Aprende en Casa II se prevé un abandono del sistema progresivo por parte de los alumnos, lo que traería muchos problemas, pues un chico entre más tiempo deja de estudiar, más disminuyen sus habilidades de aprendizaje.
“Esta es una educación en pandemia, todos los países van a tener que vivir la reducción de los niveles de aprendizaje, eso es inevitable, pero lo que me parece preocupante es que se esté diciendo que esta propuesta es la solución al problema”, critica el doctor en Investigación Educativa.