El capital paisano

La probable caída del envío de remesas a México desde los Estados Unidos, que podría derivarse como resultado de la feroz política antimigratoria emprendida por su presidente Donald Trump, colocaría a las ciudades del país y a sus economías entre los principales damnificados. 

26,970.2
Millones de dólares en remesas recibió México en 2016
Solo Guadalajara recibió más remesas en 2016 que estados como Colima, con 251.9 mdd; Tlaxcala, 233.5 mdd; y Tabasco, al percibir 153.2 mdd
Según Conapo, de todos los mexicanos de retorno en México de 2012 a 2014, solo el 68 por ciento encontraron un empleo formal, mientras que el 32 por ciento tuvo que conformarse con un empleo informal

La probable caída del envío de remesas a México desde los Estados Unidos, que podría derivarse como resultado de la feroz política antimigratoria emprendida por su presidente Donald Trump, colocaría a las ciudades del país y a sus economías entre los principales damnificados. 

El Consejo Nacional de Población (Conapo) advirtió en su Anuario de Migración y Remesas 2016 de la relevancia que tienen estos fondos de los paisanos para la economía urbana o a nivel municipal en México, al señalar a los receptores más importantes de este capital paisano de miles de millones de dólares (mmdd):

“Tijuana (387.4 mdd), Puebla (340.7 mdd), Guadalajara (325.1 mdd), Morelia (295.1 mdd) y Oaxaca (275.5 mdd) son los principales receptores de remesas en 2015 a nivel municipal. Los principales 20 municipios concentran el 17.7 por ciento de las remesas a nivel nacional”.

Estos valores pueden actualizarse a 2016 con los informes que elabora el Banco de México, y los cuales arrojan el siguiente top ten de las ciudades del país más beneficiadas con la concentración de las remesas que envían los paisanos:

Tijuana, en primer sitio nacional, con 377.4 mdd; Puebla, en segundo, con 368.5 mdd; Guadalajara, en tercero, con 352.1 mdd; Morelia, en cuarto, con 331.9 mdd; Oaxaca, en quinto, con 290.9 mdd; Miguel Hidalgo, en sexto, con 253.5 mdd; Álvaro Obregón, en séptimo, con 245 mdd; Culiacán, en octavo, con 239.7 mdd;  León, en noveno, con 234 mdd y San Luis Potosí, en décimo, con 225.1 mdd.

Esto significa que tan solo este puñado de ciudades en México vieron impulsadas y dinamizadas sus economías en el 2016 con 2 mil 918.4 mdd en remesas, un capital equivalente cercano a los 54 mil 283.5 millones de pesos (mdd), que estuvo fluyendo durante todo ese año, pero que podría venirse abajo en la era Trump.

No muy lejos de ese top ten están otras ciudades importantes del país como Monterrey, que ocupó el lugar 12 a nivel nacional con 204.2 mdd recibidos en 2016, o Acapulco, en el lugar 17, con 179.2 mdd.

Aun tras los mensajes contradictorios que ha emitido en los últimos días el gobierno de Donald Trump, flota en el aire la incertidumbre de posibles deportaciones masivas de migrantes mexicanos, e incluso de la concreción de gravámenes sobre las remesas que transfieren los paisanos a sus familias en México.

La importancia que han adquirido las remesas para las economías de las ciudades del país, queda de manifiesto claramente con el caso de Guadalajara, Jalisco:

En ese municipio, tercer lugar nacional en remesas en 2016 con 6 mil 549 mdp (352.1 mdd), los fondos que enviaron los paisanos terminaron superando a toda la inversión privada del sector inmobiliario que captó ese año por 3 mil 339.5 mdp; desbancó también a la del sector de comercio y servicios de 3 mil 068 mdp; y a la de comercio turístico, de mil 928 mdp, según informes de su gobierno municipal.

Pese a ello, la reacción institucional contra la política antimigratoria de Donald Trump y los efectos negativos que causaría, ha sido más visible por parte de los gobiernos del nivel estatal en el país, a través de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), antes que de las múltiples asociaciones nacionales de municipios y alcaldes del país.

En el 2016 México recibió 26 mil 970.2 mdd en remesas, y tuvo en estos estados a sus principales receptores a nivel de entidades federativas:

Michoacán, en primer lugar, con 2 mil 747.8 mdd; Jalisco, en segundo, con 2 mil 518.1 mdd; Guanajuato, en tercero, con 2 mil 414 mdd; seguido por el Estado de México, con mil 606.1 mdd; Puebla, con mil 462.8 mdd; Oaxaca, con mil 424.2 mdd; la Ciudad de México, con mil 410.2 mdd; Guerrero, con mil 371.5 mdd; Veracruz, con mil 123.6 mdd y San Luis Potosí, con 962.2 mdd.

Ante una probable caída de estos envíos de los paisanos, el Anuario 2016 del Conapo destaca que el 40.8 por ciento de todos los hogares mexicanos que han venido contando con este ingreso para su economía familiar, están encabezados por una mujer, es decir, 526 mil 807 casos específicos (mientras que los 764 mil 865 hogares restantes los encabeza un hombre), con datos de 2014.

En todos estos hogares, las remesas son aprovechadas principalmente para el pago de comida y vestido; saldar deudas, y gastos de la vivienda.

Red de informalidad

Las autoridades de los tres niveles de gobierno en México están por enfrentar un reto mayúsculo, con el probable aumento de paisanos que podrían ser repatriados desde los Estados Unidos en la era Trump, y ante su necesaria inserción en el mercado laboral del país.

En los últimos años, del 2010 al 2016, la repatriación de mexicanos desde los Estados Unidos sumó 2 millones 247 mil 608 casos, según los informes del Instituto Nacional de Migración, por lo que el promedio anual que han venido atendiendo las autoridades y con el que se han habituado es de 321 mil 087.

Mientras que exclusivamente los migrantes mexicanos que son menores de edad y que fueron repatriados por el gobierno de los Estados Unidos, sumó 109 mil 903 casos en el mismo periodo de 2010 a 2016, con un promedio anual de 15 mil 700.

Ante este escenario y de acuerdo con el diagnóstico que arroja el Anuario de Migración y Remesas 2016 del Conapo, la economía informal del país terminaría fungiendo, de un modo u otro, como una red laboral para los mexicanos de vuelta, pues de hecho así lo ha venido haciendo hasta ahora.

Según el Consejo, de todos los mexicanos de retorno en México en el periodo de 2012 a 2014, solo dos terceras partes -el 68 por ciento- pudieron encontrar un empleo formal de vuelta a su terruño, pero no así el 32 por ciento restante que tuvo que conformarse con un empleo informal, con la precariedad de seguridad social que ello implica.

De esos mismos mexicanos de retorno al país en ese lapso de 2012-2014, el 72.3 por ciento era Población Económicamente Activa (PEA), y un 27.7 por ciento no lo era; y de todos ellos, el 65.3 por ciento ya había podido emplearse a su regreso en México, pero aún no un 7 por ciento que seguía desempleado.

De aquellos que ya contaban con un empleo, el 90.1 por ciento tardó un máximo de 6 meses en hallarlo tras su regreso a México. Las plazas laborales que encontraron estos mexicanos de retorno al país en 2012-2014, ofrecían los siguientes sueldos: 

El 19.6 por ciento dijo que no recibía ningún ingreso; el 15.1 por ciento que le pagaban hasta un salario mínimo; el 24.2 por ciento más de uno a dos salarios mínimos; el 29 por ciento más de dos hasta tres salarios mínimos; el 12.1 por ciento más de tres hasta cinco salarios mínimos; y el 2.2 por ciento más de cinco salarios mínimos.

La mayoría de estos mexicanos de retorno terminó hallando un trabajo en el sector agropecuario (38.1 por ciento), que lo consolidó así como su principal empleador, seguido del sector de servicios, con una quinta parte de los casos (19.6 por ciento), y en tercer lugar, el sector de la construcción (17.1 por ciento).

La repatriación de mexicanos desde los Estados Unidos, según los informes del Instituto Nacional de Migración, ha mostrado la siguiente tendencia descendente, con excepción de 2016 que tuvo un repunte:

En 2010 fueron 469 mil 268; en 2011, 405 mil 457; en 2012, 369 mil 492; en 2013, 332 mil 865; en 2014, 243 mil 196; en 2015, 207 mil 398 y en 2016, con 219 mil 932.

Mientras que la repatriación de migrantes mexicanos menores de edad se comportó de esta forma: en 2010, con 20 mil 438 casos; en 2011, con 15 mil 524; en 2012, con 17 mil 129; en 2013, con 16 mil 971; en 2014, con 14 mil 352; en 2015, con 11 mil 743  y en 2016, con 13 mil 746.

Será una realidad económica la mexicana muy distinta a la que conocían en Estados Unidos: en aquel país, señala el Conapo, en 2015 había 8 millones de migrantes mexicanos que eran parte de la PEA, de los que 7.5  millones estaban ocupados, y solo .5 millones no: por lo que su tasa de desempleo se ubicaba en un 5.7 por ciento.

Sin embargo, de los que sí estaban empleados, los niveles de ingresos con los que contaban en Estados Unidos de acuerdo con sus sueldos, eran los siguientes:

El 11.2 por ciento percibía al año menos de 10 mil dólares; el 26.7 por ciento percibía de 10 mil a 19 mil 999 dólares; el 26 por ciento de 20 mil a 29 mil 999 dólares; el 15.3 por ciento de 30 mil a 39 mil 999 dólares; y el 20.8 por ciento de 40 mil dólares o más, todo esto según con el Anuario 2016.

Guadalajara, el rescate paisano

El crecimiento del flujo de remesas hacia la ciudad de Guadalajara desde los Estados Unidos, ha hecho que este capital paisano desbanque a la inversión privada que hacen en el municipio sectores tan importantes como el inmobiliario y el de comercio y servicios.

Guadalajara fue ubicado como el tercer municipio de todo México con la mayor recepción de remesas en 2015, según el Anuario de Migración y Remesas 2016 del Conapo; una cualidad, empero, que conservó el año pasado, según el Banco de México.

Fuera de los reflectores, la gran masa de dinero que envían los paisanos a Guadalajara en un año, supera ya a lo que invierte ahí toda la industria de la vivienda en un trienio, de acuerdo con informes del ayuntamiento.

De los 2 mil 218.5 mdd que recibió el estado de Jalisco en 2015 de remesas, más de una décima parte lo concentró Guadalajara, con 325.1 mdd, por lo que fue superado tan solo por los municipios de Tijuana, con 387.4 mdd y Puebla, con 340.7 mdd. 

Para el año siguiente, en 2016, tanto el estado de Jalisco como Guadalajara aumentaron sus remesas, aquel hasta sumar en total 2 mil 518.1 mdd, esto es, un 13.5 por ciento más a lo que recibió en 2015; y su ciudad capital hasta los 352.1 mdd, un 8.3 por ciento más al monto de 2015.

De esta forma, en 2016, los tres municipios del país con la mayor recepción de remesas, entre los que se volvió a colocar Guadalajara, preservaron la jerarquía de 2015, pero con nuevos valores: Tijuana, 377.4 mdd; Puebla, 368.5 mdd, y Guadalajara con 352.1 mdd.

Así que solo Guadalajara recibió más remesas en 2016 que estados completos como Colima, 251.9 mdd; Tlaxcala, 233.5 mdd; y Tabasco, 153.2 mdd.

Los paisanos dieron impulso a la economía de la capital de Jalisco con fondos equivalentes a 5 mil 136.5 millones de pesos (mdp) en el año de 2015, y otros 6 mil 549 mdp en 2016, no obstante, esta contribución rara vez resuena en el discurso público.

Todo esto, sin embargo, muestra el riesgo que enfrenta la vida economía de la ciudad ante una eventual caída del envío de remesas desde los Estados Unidos, como efecto de la estrategia anti-migratoria que ha caracterizado hasta ahora al gobierno de Donald Trump.

La inversión

El volumen de remesas para Guadalajara es mayor a la inversión “viviendera” que se hace en la ciudad, e incluso a la de otros sectores como comercio y servicios, según los registros municipales.

En el último informe del exalcalde, Ramiro Hernández García, de octubre de 2012 a septiembre de 2015, afirma que expidió “en este trienio más de 3 mil 200 licencias de construcción para viviendas de tipo unifamiliar o multifamiliar, que representan una inversión privada de 5 mil 139 mdp y generaron más de 17 mil empleos”.

Esto significa que tan solo con las remesas de 2015 por 5 mil 136.5 mdp, los paisanos igualaron el monto de tres años captado en desarrollos habitacionales, y ni qué decir de 2016 cuando sus envíos crecieron a 6 mil 549 mdp.

Ante las remesas luce pequeña también la inversión que atrajo Guadalajara por comercio y servicios con la emisión de licencias de giro, que si bien fue de 7 mil 965.9 mdp en el trienio, su promedio anual fue de 2 mil 655.3 mdp, muy por debajo de los envíos de 2015 y 2016. 

El dinero paisano ya compite con la totalidad del sector de la construcción de Guadalajara -no solo vivienda-, cuyo promedio anual de inversión fue de 7 mil 558.5 mdp en ese trienio –22 mil 675.7 mdp en total-.  

Los datos del gobierno de Enrique Alfaro Ramírez no ofrecen el detalle de su antecesor, sin embargo, su informe 2016 reportó una inversión privada de más de 9 mil mdp:

“Nos propusimos atraer una inversión de 6 mil mdp y hasta la fecha hemos conseguido 9 mil 340.5 mdp”, empero, las remesas superaron a cada sector inversor en lo individual:

El inmobiliario fue de 3 mil 339.5 mdp; comercio y servicios, 3 mil 068 mdp; comercio turístico, mil 928 mdp; industrial manufacturero, 680 mdp; y salud, 265 mdp.

La inversión atraída en el primer año de Alfaro Ramírez es, por cierto, menor a la que reportó su antecesor solo en su último año: 10 mil 739.3 mdp.

Zapopan, a cargo del alcalde Pablo Lemus Navarro, vive una situación similar a la de Guadalajara: en 2015 fue el municipio 16 de todo el país con más remesas con 162 mdd, y en 2016 subió un peldaño con 184.6 mdd -un 14 por ciento más-. Esto hizo que en 2015 las remesas para Zapopan rondaran los 2 mil 559.6 mdp, mientras que en 2016 se elevó a los 3 mil 433.5 mdp. 

Jalisco dependiente

Jalisco tiene 1.3 millones de viviendas y el 8.2 por ciento recibe remesas, incluso, es el estado número 15 del país más dependiente de remesas (se mide como porcentaje del PIB), con un grado de 3.1 por ciento, lo que supera al nacional de 2.3 por ciento.

En 2016 fue el segundo estado con más remesas y en 2015 el tercero. Sus tres regiones con más envíos en 2016 fueron: Centro, con 829 mdd (32.9 por ciento); Altos Sur, con 272.7 mdd (10.8 por ciento) y Altos Norte 252.9 mdd (10 por ciento).

En el lapso de 2010 a 2016 se repatriaron en promedio por año 17 mil 655 jaliscienses, aunque con una tendencia descendente, pues si en 2010 fueron 28 mil 153, hacia 2013 bajó a 17 mil 913, y en 2016, 11 mil 078.

La misma problemática podría venir con los menores de edad.

En esos años el promedio anual de menores de Jalisco repatriados fue de 438, también a la baja: en 2010 fueron 679; en 2013, 466, y en 2016, 326.

Distribución de hogares que reciben remesas

>> 49.2 % Rurales

>> 20.8 % Urbanos

>> 29.9 % Mixtos

Remesas vs. Inversión privada en Guadalajara en 2016

La ciudad fue el tercer lugar nacional en remesas en 2016, superando a varios sectores:

>> 6 mil 549

Remesas 

>> 3 mil 339.5

Inmobiliaria

>> 3 mil 068

Comercio/servicios

>> Mil 928

Comercio turístico

>> 680

Industrial manufacturero

>> 265

Salud

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