[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”0_yp07i7kx” responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /] “Santo, santo, santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo, hosanna en las alturas, bendito el que viene en nombre del Señor”, cantan los feligreses de la Parroquia de Santo Tomás Apóstol La Palma, ubicada entre el Mercado de los Dulces y el de la Merced.
En su mayoría los asistentes tienen, aproximadamente, más de 40 años. Casi no hay jóvenes y los que asisten lo hacen por acompañar a sus padres. Ese es el caso de Ángela, de 18 años, quien no se sabe los cantos, observa a su alrededor y bosteza mientras toma su celular para ver la hora. Su pie se mueve de arriba a abajo, parece ir al compás del minutero.
Ella fue bautizada cuanto tenía 8 meses, recuerda su madre, Rosa, una vendedora ambulante del mercado de los dulces. Ángela asegura que sólo acude a misa cuando su mamá se lo pide o porque se trata de una fiesta. Fuera de eso, la joven mexicana no se siente identificada por la Iglesia Católica, y es que la institución ha perdido la capacidad para acercar a los fieles a su fe.
También está el caso de “Cococho” Aguayo, médico y joven católico, quien asegura que lo que más le gusta de su religión es la redención. “Saber que hay alguien que me va a perdonar a pesar de lo que haga me ayuda”, confiesa.
Él reconoce que la institución discrimina a ciertos grupos sociales, pero su creencia apela a una parte de la Biblia que dice: “olvídate de los antiguos preceptos, yo sólo te digo que hagas un mandamiento de amor, que es ámense los unos a los otros como yo los he amado”.
“Yo soy un hombre homosexual. Sé lo que es querer estar en un lugar y sentir que no soy bienvenido en él. Las altas jerarquías se han encargado de cerrar puertas y de hacer comentarios fuera de lugar, me he sentido agredido, pero ciertas cosas me han hecho abrazar la religión”, comparte Aguayo.
Para él es importante que la Iglesia sea más humana y menos ritualista para ponerla al alcance de todas las personas. Quitarse esa superioridad que de repente reflejan.
En sus intentos por sumarlos a sus filas, la Iglesia Católica celebra en el Vaticano la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que centrará sus trabajos en “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, para preguntarse cómo acompañar a los jóvenes y también pedirles su opinión para que los ayuden a identificar las modalidades más eficaces para llegar a ellos.
Pero estos esfuerzos por acercarse a las juventudes llevan ya tiempo en práctica y van desde sacerdotes gamers, youtubers y hasta raperos, como es el caso del español Daniel Pajuelo, quien ha encontrado en las redes sociales un canal para comunicarse con los jóvenes.
Sin embargo, para diversos especialistas, estos cambios simplemente son superficiales, ya que el trasfondo de esta institución milenaria sigue siendo el mismo y, por lo tanto, de acuerdo con la tendencia, está destinada a la desaparición.
¿Una religión renovada?
Para expertos en el tema, sí hay una renovación dentro de esta institución, pero es muy superficial.
El Papa Francisco, a diferencia sobre todo de su antecesor Benedicto XVI que enfatizó mucho en su pontificado temas de doctrina y moral, lo ha hecho en temas sociales, se ha abierto a hablar con grupos minoritarios como con jóvenes homosexuales y eso sí le da una cara aparentemente más fresca, más moderna.
Sin embargo, este 2018 se cumplen 50 años de la Encíclica Humanae Vitae de Pablo VI. Este documento de 1968 consigna los temas de moral, la posición de la Iglesia en contra del aborto y de los métodos anticonceptivos.
En términos generales es una agenda muy conservadora y el papa Francisco la suscribe al 100 por ciento.
“Si vemos el fondo y las verdaderas intenciones del papa Francisco, no son diferentes de las posiciones más conservadoras de Benedicto XVI o del papa Juan Pablo II, sí hay un cambio, pero es un cambio bastante superficial”, asegura el maestro Augusto Reynaud Melgar, internacionalista por El Colegio de México y maestro en Ciencia Política por la Universidad de Tel Aviv.
Una verdadera transformación de la Iglesia, de acuerdo con el experto, es muy difícil. Reconoce que hay esfuerzos importantes como el Sínodo que se celebra actualmente en el Vaticano, pero que deja mucho que desear.
“Este Sínodo va a tomar la participación de jóvenes, junto con los obispos y unos expertos, que les van a dar voz, pero no les van a dar voto. Sí es un ejercicio muy rico, de consulta previa. Desde enero, el Papa mandó una carta a los jóvenes invitándolos, pero la verdad es que las decisiones se van a tomar entre los obispos y no entre los jóvenes, que sólo estarán como auditorio”, explica Reynaud Melgar.
Esa lucha de grupos muy conservadores, que probablemente son minoritarios, pero que son los más vocales y los que tiene más posiciones, definitivamente no van a permitir que haya cambios y el mismo Papa, en sus convicciones personales, no muestra intenciones de hacerlo.
Reynaud Melgar piensa que difícilmente se van a ver cambios sustanciales, que sólo son intentos de mostrar una apertura por parte de la iglesia, pero que es un gesto cuya frescura se queda en la superficialidad y que realmente no va al fondo de una Iglesia que sigue viviendo en 1968.
Gamer, youtuber, rapero y sacerdote
Con más de 219 mil 732 suscriptores en su canal de Youtube, el padre español Daniel Pajuelo creó la organización para evangelizar internet llamada iMision. Usa el rap y los videojuegos como vehículos para transportar la palabra de Dios a los jóvenes.
Pajuelo considera que el evangelio no es un libro con el “que aporrear a la gente, con el que condenar a los demás, con el que juzgar a los que no piensan como nosotros. El evangelio es fundamentalmente la buena noticia de que Dios está con nosotros”.
El youtuber sube videos donde habla sobre temas de sexualidad, inmigración, educación y abusos sexuales. Entrevista a exorcistas, canta y responde a todas las preguntas que le hace la gente, que van desde ‘¿un sacerdote se puede enamorar?’, ‘¿cómo se encuentra la felicidad?’, hasta ‘¿el sexo es bueno?’, entre otras.
No usa sotana, pero sí un lenguaje directo, divertido y cercano con los jóvenes. Muchos usuarios lo cuestionan por su forma de vestir a lo que él contesta que le parece lamentable “que juzguen mi ejercicio sacerdotal por mi forma de vestir, menos mal que a Jesús no le gustaban mucho las formas externas”.
Las redes sociales son espacios donde este hombre ha encontrado una forma “atractiva” de llevar el evangelio. En Twitter cuenta con más de 27 mil seguidores y en Instagram la cifra es superior a los 15 mil.
“Me tachan de anticuado y aburrido”, dice una de sus letras. Con lentes oscuros y playera anaranjada, Pajuelo se mueve al ritmo de la música, sus manos, con tres dedos extendidos y dos inclinados, acentúan oraciones. Disfruta de la melodía, se podría decir que la siente, busca contagiarla.
“No buscamos solo rimas, no, sino vamos más allá, te traemos vida eterna”, canta el padre rapero mientras le pide a los jóvenes ser cristiano y testigos y entregar el corazón.
Auxi Rueda le agradece a Pajuelo el mostrar que hay otras formas de evangelizar. Vanessa Quezada comenta que “estos mensajeros raperos tienen mucho que contar”. Ambos son suscriptores de su canal.
El padre tiene un disco y ha colaborado en canciones con temática cristiana, por lo que para él ha sido fácil adentrarse en este mundo. Su ingreso a YouTube y las redes sociales no fue una decisión personal, pues ha recibido el apoyo y el consejo de sus superiores.
“No podía tomar esa decisión por mí mismo y ha sido una búsqueda de obediencia, una búsqueda de la voluntad de Dios, con mis superiores”, explica.
Aunque las formas de llevar el mensaje de este padre son distintas a las que comúnmente ejercen sus colegas, su contenido sigue marcado por la esencia de la Iglesia; sin embargo, reconoce que el “mal está organizado y arraigado dentro de la iglesia católica” y muestra de ello, son los escándalos de abusos sexuales que se han dado a conocer en Irlanda, Estados Unidos y Chile.
Pero afirma que no deja la iglesia porque ha recibido mucho amor a través de la mediación de esta institución, por lo que vive tratando de devolver un poco de todo eso. También afirma que le duele verla “prostituida”, y por eso no piensa dejarla, en cambio pidió disculpas para comenzar a sanar.
“Hay que tener cuidado con la intoxicación que proviene de los medios, incluso de algunos que se llaman católicos, creo fundamental mantener nuestra adhesión afectiva al Papa, rezar por él, apoyarle. Recomiendo en este tiempo tan crítico leerle, escucharle, acudir a las fuentes y no fiarse de los medios de lo que el Papa supuesta mente dice”, indica Pajuelo.
El problema, según el maestro Augusto Reynaud Melgar, politólogo internacionalista con especialización en asuntos de religión y política, es que la Iglesia católica utiliza estas estrategias, muchas veces copiadas de grupos evangélicos, pero a la hora de la doctrina, se topa uno con que no hay cambios internos.
Fe católica
> La Iglesia católica tiene mil 285 millones de miembros en el mundo
> Sus fieles representan el 17.7 por ciento de la población total del planeta
> México es el segundo país con más católicos con 110.9 millones
*Fuente: Anuario Pontificio de 2017, basado en datos disponibles hasta 2015.
Desafíos del catolicismo
La Iglesia Católica tiene mil 285 millones de miembros, que representan el 17.7 por ciento de la población total del planeta. México es el segundo país con más católicos, 110.9 millones, de acuerdo con el Anuario Pontificio de 2017, basado en datos disponibles hasta 2015. Pero de todos ellos, ¿cuántos realmente ejercen al pie de la letra la religión?
Maurilio Suárez Ortiz, docente del área teológica de la Universidad La Salle, dice que existen tres tipos de jóvenes católicos, los primeros son los convencidos, los que pertenecen a grupos de iglesias por gusto y por convicción. Los segundos son católicos sociales, ni están en contra, pero tampoco se manifiestan a favor. Y el tercer grupo son los animadversos, gente que sí está en contra de esta religión.
“El 20 por ciento de los católicos en México son convencidos, el resto son católicos culturales. Por lo que el gran reto para la iglesia es convencer a quien no lo está tanto”, dice.
La Iglesia Católica en los años 60 del siglo pasado hizo una cosa que se llamó el Concilio Vaticano Segundo y es el esfuerzo de grande aliento que todavía está implementándose, que es la renovación de la iglesia con intenciones y con un fundamento teológico, bíblico y litúrgico para acercarse al hombre de hoy.
Ese esfuerzo se renueva por las actividades que hace la Santa Sede, como los Sínodos de los obispos y las reuniones, y todo va encaminado a tratar de renovar, además de lo que se hace en cada parroquia y diócesis.
Suárez Ortiz señala como dato importante que Francisco es el primer Papa que fue formado teológicamente después del Concilio Vaticano Segundo, por lo que los pequeños cambios de visión se deben a eso.
Fruto de ellos en México, afirma el docente, es el Encuentro Pastoral de la Comunicación que inició ayer y finalizará el 13 de octubre. El trabajo de reflexión se centrará en cómo llegarle a las nuevas generaciones, a los millennials, a los nativos digitales que están impactando en todos los aspectos de la vida y desde luego, la iglesia no es la excepción.
“El Papa Francisco, en un documento que se llama La Alegría del Evangelio, dice que la iglesia debe llegar a donde está la gente y no al revés, no la gente a donde está la iglesia, y algo que es muy cierto es que la gente está en Internet, que es una herramienta, un lugar donde se conoce, convive y socializa”, reconoce el académico de la Universidad La Salle.
Por ello, las diócesis en México están construyendo una plataforma digital para los comunicadores católicos de la nueva generación, porque cada vez hay más sacerdotes con canales de YouTube.
Lo cierto es, que la Iglesia Católica ya no tiene, como alguna vez sí lo tuvo, el monopolio de la religión en México y en muchos otros países. Si una persona quiere ser religiosa y no está de acuerdo con las formas de la iglesia católica, se puede convertir, sobre todo, en denominaciones cristinas o ‘new age’.
“Creo que en México estamos muy acostumbrados a seguirle la pista al catolicismo, pero hay que voltear a ver lo que está pasando con los grupos religiosos cristianos no católicos, esos son los que en poco tiempo van a dominar no sólo el panorama religiosos, sino el social, y probablemente el político”, opina Reynaud Melgar.
Para los especialistas, la tendencia es muy clara, muestra que hay un declive en el número de creyentes. Todavía falta mucho tiempo, pero las proyecciones dicen que el catolicismo irá en picada hasta ya no ser un grupo fuerte.