Ricardo Becerra, de la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México, puesta en marcha por Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, luego del sismo que afectó a la capital del país el 19 de septiembre de 2017, presentó su renuncia debido a la inconformidad con la manera en que integrantes de la Asamblea Legislativa pretenden manejar los recursos.
Becerra indicó a Mancera que no está conforme con los planes que los diputados locales Leonel Luna, Mauricio Toledo, y Jorge Romero, tienen para un presupuesto de ocho mil millones de pesos.
En palabras del ahora excomisionado, el órgano legislativo de la capital del país hace “uso faccioso” de los recursos.
Durante su paso por la Comisión para la Reconstrucción, Becerra determinó como prioridades el brindar certeza jurídica a los damnificados, anular el riesgo a la seguridad ciudadana, en el tema de las demoliciones, y realizar estudios de suelo en los predios afectados.
No obstante, la polémica también siguió a Ricardo Becerra, quien fue acusado de asistir ebrio a una reunión con afectados, realizada en noviembre de 2017.
Horas antes, Mauricio Merino, también integrante de la Comisión, también presentó su renuncia.