Reprueban espacio Fátima, advierten riesgos
Medidas de seguridad incumplidas, errores de construcción y mala calidad en obras, son algunas de las irregularidades detectadas en las millonarias remodelaciones al Centro Cultural Plaza Fátima.
Entre las anomalías más graves está la instalación de una subestación eléctrica que constituye un “peligro de muerte para personas” que asisten al recinto artístico, según una inspección realizada por el Municipio de San Pedro.
Javier Estradahttp://www.youtube.com/watch?v=YYQM7ods30Q
Medidas de seguridad incumplidas, errores de construcción y mala calidad en obras, son algunas de las irregularidades detectadas en las millonarias remodelaciones al Centro Cultural Plaza Fátima.
Entre las anomalías más graves está la instalación de una subestación eléctrica que constituye un “peligro de muerte para personas” que asisten al recinto artístico, según una inspección realizada por el Municipio de San Pedro.
Los errores fueron documentados en un reporte titulado “Áreas de oportunidad” para el inmueble, generado tras una inspección municipal del 16 al 24 de diciembre de 2012.
La construcción del nuevo Centro Cultural incluyó la remodelación de Plaza Fátima, con un costo que superó los 42 millones de pesos, y formó parte de la segunda fase del controvertido Emblema San Pedro, impulsado por el exalcalde Mauricio Fernández.
Por estas irregularidades, la Contraloría Municipal abrió una auditoría a finales del año pasado –que hasta la fecha no cierra- en contra del exdirector del espacio, César Aristóteles García, y el exsecretario de Cultura de San Pedro, Mario Monge.
La revisión detectó que la subestación de 500 kilovoltios-amperios (Kva) instalada en el exterior, no tiene protección a su alrededor y en su localización actual hay riesgo de un choque eléctrico que podría provocar la muerte a los asistentes.
De acuerdo con los inspectores que realizaron el informe, el lugar ideal para ubicarla es el techo del edificio, pero se eliminaron juegos infantiles y área verde para instalarla en su sitio actual.
La inspección concluyó que la subestación era inadecuada, porque las necesidades eléctricas para el Centro Cultural son de cerca de 65 Kva, así que hay un exceso de más de 400 Kva.
Además de estas observaciones, Protección Civil de San Pedro también detectó más deficiencias en las medidas de seguridad del complejo que fue reinagurado.
El director de esa dependencia municipal, José Ismael Contreras, informó en un oficio fechado el pasado 30 de enero que el inmueble carecía de un Plan de Contingencia y detectores de humo.
También apuntó que los extintores eran insuficientes, carecían de señalización y que no había lámparas para casos de contingencia.
El funcionario recomendó instalar un supresor de fuego y barras de pánico, además de reconfigurar la apertura de las puertas de emergencia hacia afuera.
“Se recomienda la instalación de pasamanos y cinta antiderrapante en escaleras. El inmueble carece de señalización de emergencia oficial (salida de emergencia, ruta de evacuación, extintores, punto de reunión, etc.)”, añadió en la misiva.
Otras ‘áreas de oportunidad’
La inspección municipal reveló otras irregularidades y errores en la ecología, la imagen y la calidad de las obras.
Por ejemplo, la revisión refiere que se eliminaron viejos cipreses de hasta 10 metros de altura que fueron sustituidos por árboles de sólo 2 metros.
El auditorio del Centro Cultural cuenta con una climatización insuficiente porque tiene cuatro aparatos de enfriamiento de 20 toneladas, cuando la capacidad requerida es de 28 toneladas para un acondicionamiento idóneo.
Éstos fueron colocados en un desnivel donde está el desagüe pluvial, donde hay una alta probabilidad de que se inunden, además de que las tuberías de refrigerante no cuentan con la protección adecuada.
Escasos basureros, luminarias que no corresponden con el diseño ni el color planeado y la reducción de 72 a 63 cajones de estacionamientos, son otras observaciones registradas.
La inspección destaca que tras las remodelaciones en Plaza Fátima hay posibilidad de encharcamientos en el estacionamiento después de lluvias.
Otros de los errores detectados están en la fachada oscura del inmueble, que fue instalada incorrectamente, con acabados y uniones de mala calidad.
“Toda la fachada está mal”, afirma el reporte, “falta uniformidad en tonos.
“¿No se escogieron bien las piezas o son de segunda?
“Se debió seguir orden de derecha a izquierda para que junta quede al final de pared. No se pintaron boquillas de uniones o no se usó el color de pegamento adecuado”.
En esa estructura, de acuerdo con imágenes anexadas, ya se apreciaba óxido en bancas, guardas, el techo de la entrada principal, arbotantes y registros, poco después de la reinauguración del Centro Cultural.
La revisión señala que en las áreas de exhibición del recinto se debió haber instalado piso de cerámica, mármol o granito por su larga vida y menor mantenimiento, en lugar de colocar uno laminado.
La alfombra adquirida para el auditorio del edificio fue una muy económica y de uso residencial, no apta para edificios públicos.
Además, las butacas de ese espacio se instalaron de manera errónea, porque se anclaron al revés los tornillos sujetadores y tuercas.
Según el informe, a partir del 16 de diciembre del año pasado se realizaron retrabajos en las bancas, postes de luminarias y algunas rejillas.
La inspección comunica que el proveedor principal de las bancas –del cual se omite el nombre- era de “pésima calidad” y concluyó el encargo apenas para la reinauguración.
La Constructora Maiz Mier, otra de las contratistas, “tuvo que pulir todo el trabajo anterior y hacerlo bien”, afirma el reporte sin detallar si por ello hubo sobrecostos en las obras.