No hay imagen disponible

Residuos, la crisis que viene

Las políticas del manejo de residuos en la Ciudad de México son insuficientes ante la gran cantidad de desechos sólidos que se generan día con día en la capital del país, casi 13 mil toneladas diarias, lo que podría generar una crisis ambiental al mediano plazo.

Los rellenos sanitarios que reciben los desechos provenientes de la Ciudad de México están cerca de llegar a un punto de saturación.

De las casi 13 mil toneladas diarias que se generan, poco más de 8 mil llegan directamente a estos rellenos en el Estado de México y Morelos.

5
sitios de disposición final que reciben 8,090 toneladas al día
El activista detalla que la redacción de la Constitución para la CDMX será una oportunidad para hacer ajustes en materia de manejo de residuos, y darle mayores responsabilidades a las delegaciones
En 2011, el gobierno de Marcelo Ebrard Casaubón implementó el programa ‘Vamosa separar’, en el que se exhortaba a la ciudadanía a separar sus desechos en orgánicos e inorgánicos 

Las políticas del manejo de residuos en la Ciudad de México son insuficientes ante la gran cantidad de desechos sólidos que se generan día con día en la capital del país, casi 13 mil toneladas diarias, lo que podría generar una crisis ambiental al mediano plazo.

Los rellenos sanitarios que reciben los desechos provenientes de la Ciudad de México están cerca de llegar a un punto de saturación.

De las casi 13 mil toneladas diarias que se generan, poco más de 8 mil llegan directamente a estos rellenos en el Estado de México y Morelos.

Sin una política realmente eficiente para la separación de los residuos, ni acciones contundentes por parte de la autoridad, no solo se está generando un severo impacto ambiental, sino económico, por el desembolso que se tiene que hacer para transportar los residuos.

Arnold Ricalde, codirector en Organi-K ISSA y activista ambiental desde hace varios años, está convencido de que el mayor problema radica en la falta de planeación y prevención sobre el tema de los residuos sólidos, un asunto que podría generar una crisis en los próximos años si no se cambia el enfoque.

“No estamos previendo qué va a pasar en un futuro, no hemos creado una política pública en materia de residuos sólidos. Estamos cerca de llegar al punto de saturación de esos rellenos y vamos a tener un problema”, afirma Ricalde.

Actualmente hay cinco sitios de disposición final para los residuos sólidos, de los cuáles cuatro están en el Estado de México y uno más en Morelos, lo que genera un costo en miles de millones de pesos al Gobierno de la Ciudad de México.

Sin embargo, la saturación de los rellenos sanitarios, cuya capacidad se podría ver rebasada en un futuro no muy lejano, podría provocar que particulares construyeran más rellenos, pero que estarían cada vez más alejados de la Ciudad de México.

“En la medida que no hagamos una planeación, no tengamos infraestructura para el manejo de los residuos en la ciudad, los costos se van a ir incrementando. Vamos a dejar de tener presupuesto para otras cosas porque lo vamos a estar gastando en el manejo de los residuos”.

El impacto a las arcas del Gobierno capitalino sería mucho mayor ante el incremento del costo de traslado, además el costo para el medio ambiente por las emisiones sería mucho mayor, por la circulación de más tractocamiones a distancias aún mayores.
“También se incrementaría el costo ambiental, pues significaría más emisiones a la atmósfera por parte de estos tractocamiones, además de las que ya se generan en los rellenos sanitarios”, detalla Ricalde.

Se relajaron las medidas

En 2011, el gobierno de Marcelo Ebrard Casaubón implementó el programa “Vamos a separar”, en el que se exhortaba a la ciudadanía a separar sus desechos en orgánicos e inorgánicos, pues de otra forma, los trabajadores de limpia de la ciudad no recibirían la basura.

El programa, sin embargo, se ha relajado, y no tiene los mismos resultados que cuando inició hace 5 años. Según algunos reportes, en 2012 la cifra de ciudadanos que estaban separando sus residuos llegó a alcanzar el 70 por ciento.

Arnold Ricalde afirma que el programa de separación se ha abandonado, tanto desde el gobierno central como de las delegaciones, entre otras cosas se perdieron los incentivos que se otorgaban a los trabajadores de limpia y a los voluntarios.

“Se ve un decrecimiento gradual en el número de ciudadanos que separan los residuos porque las autoridades no aplicaron una serie de medidas que anteriormente aplicaban”, declara.

Muchos ciudadanos han dejado de separar los residuos porque afirman que posteriormente en el camión recolector los vuelven a juntar, y los trabajadores de limpia han denunciado que han dejado de separarlos porque la ciudadanía no coopera.

Para Ricalde, estamos ante una situación de responsabilidad compartida, por una parte, el ciudadano, y por otra la falta de aplicación de una política pública y la poca firmeza de las autoridades.

“Si tú no separas tus residuos, pues el trabajador de limpia, que es un trabajador del gobierno, no te debería de aceptar tus residuos, y si tú los arrojas en la vía pública eres acreedor a una sanción.

“El gobierno debiera tener cierta firmeza para que los trabajadores de limpia reciban solamente los residuos separados”.

La tercera separación

Desde hace varios años, Ricalde ha sido uno de los principales impulsores de la separación de los residuos en orgánicos e inorgánicos, y ahora están apostando por implementar una nueva separación, que es la de los reciclables, lo cuál ayudaría a reducir el impacto ambiental.

“Estamos trabajando varios grupos de la sociedad civil en conjunto con algunas fundaciones internacionales. Hemos platicado también con la Asamblea Legislativa, con algunos diputados y buscamos un manejo integral de los residuos”, comparte.

Actualmente hay una gran cantidad de residuos que no se están aprovechando. De las cerca de 13 mil toneladas que se generan a diario, entre 5 y 6 mil son residuos orgánicos, de los restantes, alrededor de 3 mil 500 son reciclables.

“Solamente el 10 por ciento de residuos sólidos se están aprovechando en la Ciudad de México y esperamos llegar a un 30 por ciento o más si la ciudadanía hiciera la tercera separación

“Se busca implementar una nueva fracción de separación para que podamos reciclar más residuos, que haya por lo menos 3 mil toneladas nuevas de residuos sólidos que no vayan a los rellenos sanitarios”, apunta Ricalde.

La redacción de la Constitución para la Ciudad de México será una oportunidad para hacer ajustes en materia de manejo de residuos, principalmente, el darle mayores atribuciones y responsabilidades a las delegaciones.

“Hay una oportunidad para incrementar la infraestructura en general, y también la estructura delegacional en el término de residuos sólidos. Las delegaciones prácticamente carecen de cualquier estructura para el manejo, además de los camiones”, comenta Ricalde.

Te puede interesar