Retoma un estado que ‘arde’

Con un trasplante de hígado, frente a un estado convulsionado por las autodefensas y una crisis de gobierno que cada vez que se niega se evidencia más, Fausto Vallejo decidió reasumir el encargo constitucional que le otorgaron los michoacanos en las urnas durante el pasado proceso electoral. 

Ayer el estado amaneció sin gobernador. El interino no quiso esperar al acto protocolario para entregar el mando y decidió dejar la casa de gobierno antes

Con un trasplante de hígado, frente a un estado convulsionado por las autodefensas y una crisis de gobierno que cada vez que se niega se evidencia más, Fausto Vallejo decidió reasumir el encargo constitucional que le otorgaron los michoacanos en las urnas durante el pasado proceso electoral. 

Tras haber haberlo consensado con el presidente de la República y el secretario de Gobernación, el que hasta el día de hoy se había mantenido en calidad de gobernador con licencia, decidió cumplir lo que había venido advirtiendo en las redes sociales: regresar a la casa de gobierno de Michoacán.

Nunca había pasado en Michoacán, pero ayer el estado amaneció sin gobernador. El interino Jesús Reyna apenas conoció oficialmente el regreso de Vallejo, no quiso esperar al acto protocolario para entregar el mando y decidió dejar la casa de gobierno el martes a la media noche. 

El gobernador que regresa a su encargo constitucional no asumió el poder hasta entrada la tarde, luego que al mediodía de este miércoles, el Congreso avaló su regreso.

Los dos gobernadores lo niegan, pero es evidente un choque de grupos tras el retorno de Vallejo. Se habla de acuerdos no cumplidos por ambas partes, lo que puede empujar hacia una crisis de gobierno más intensa de la que se vive en la actualidad, una vez que haya reacomodos de funcionarios despedidos y se despida a funcionarios acomodados en el periodo de Reyna.

El regreso del gobernador Vallejo polarizó posiciones en el Congreso local. Mientras el PT, en voz de Reginaldo Sandoval, reclamó un gobierno de 24 horas al día –haciendo alusión a las dificultades que representa el gobernar con padecimientos de salud-, desde la bancada del PRI se defendió la salud del gobernador que fue calificado como un “héroe de guerra”.

El legislador del PT anunció una propuesta de ley con la que se busca adecuar la legislación estatal a fin de que en lo sucesivo un certificado de salud también se encuentre entre los requerimientos de los que aspiran al cargo de gobernador.

Esto es para que no vuelvan a suceder actos como el que hoy protagoniza Fausto Vallejo, quien sin ninguna garantía de su salud insiste en regresar al cargo, insistió Sandoval.

Por su parte, el dirigente del PRD, Víctor Báez Ceja atribuyó el regrero de Vallejo a un capricho personal del mandatario, pues señaló que no existe certeza en su condición de salud.

El líder del PAN, Miguel Ángel Chávez, consideró un desacierto de Fausto Vallejo, regresar a la gubernatura en sus condiciones de salud y lo cuestionó por mentir a los michoacanos desde su campaña, cuando dijo que estaba en óptimas condiciones de salud.

“Luego resultó que se tuvo que separar del cargo para atenderse medicamente”, explicó.

Reclama el mando

Tras haber estado separado del cargo por motivos de salud durante 188 días, ayer reapareció el gobernador constitucional Fausto Vallejo para reclamar la posición de mando más importante en la entidad al interino Jesús Reyna.

Reyna no reasumió sus funciones como secretario de Gobierno –tal como lo había ofrecido públicamente-. El interino optó por abandonar la casa de gobierno ayer por la noche.

Al filo de las 13:00 horas del miércoles, el presidente del Congreso local, Fidel Calderón Torreblanca oficializó el regreso del gobernador de Michoacán.

La salud de Fausto, un misterio

Desde el inicio de la campaña para contender por la gubernatura de Michoacán, la salud del candidato del PRI, Fausto Vallejo, ya era tema de debate. 

La candidata del PAN, Luisa María Calderón y el abanderado del PRD, Silvano Aureoles cuestionaron en no pocas ocasiones la honestidad del hoy gobernador, quien se negaba a hablar de frente a los michoacanos sobre su estado real de salud.

En su momento, el propio Vallejo reclamó su derecho a mantener los hechos de su vida privada en ese mismo terreno, repondiendo -incluso molesto- a los representantes de los medios de comunicación que le cuestionaron sobre su salud. 

Desde la cúpula del PRI estatal se dijo que se trataba de una argucia política de los contrincantes para desacreditar al candidato del tricolor. Las versiones filtradas desde adentro de la casa de campaña del candidato del PRI a la gubernatura, indicaban lo contrario.

Aún antes de que se hiciera pública la presentación de la primera licencia para ausentarse del cargo, ya se especulaba sobre el deterioro de la salud de Fausto Vallejo. El primer foco de alerta se encendió durante la visita del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa a la ciudad de Morelia el pasado 30 de septiembre del 2012. En esa ocasión, el gobernador de Michoacán sufrió un desvanecimiento en un acto público.

La condición de la menguada salud del mandatario estatal se trató siempre de ocultar en términos oficiales. Incluso, tras ese desvanecimiento, el titular de la oficina de comunicación social, Julio César Hernández Granados lo minimizó al escribir en su cuenta de Twitter: “El gobernador @faustovallejof tuvo un espasmo en la laringe derivado de un ataque de tos. Nada de qué preocuparse. Ya está atendiéndose”. En realidad era un problema hepático que le estaba impidiendo respirar.

Tras la primera licencia otorgada por el Congreso local para permitir la ausencia del cargo, existió reticencia del Gobierno Estatal para informar sobre la salud del gobernador. Fue el propio Jesús Reyna en su calidad de gobernador interino y ante la insistencia de los diputados locales, quien tuvo que reconocer públicamente que Fausto Vallejo había sido sometido a un tratamiento para recibir un trasplante de hígado.

El trasplante a Vallejo fue realizado en la ciudad de Chicago, Illinois, según lo dio a conocer el gobernador interino, en un escueto comunicado oficial. Nunca más se informó sobre la evolución ni la condición de salud del gobernador constitucional. A la fecha, aun se desconoce.

Las posturas

> El legislador del PT anunció una propuesta de ley con la que se busca adecuar la legislación estatal a fin de que en lo sucesivo un certificado de salud también se encuentre entre los requerimientos de los que aspiran al cargo de gobernador. 

> El dirigente del PRD, Víctor Báez Ceja atribuyó el regrero de Vallejo a un capricho personal del mandatario, pues señaló que no existe certeza en su condición de salud.

> El líder del PAN, Miguel Ángel Chávez, consideró un desacierto de Fausto Vallejo, regresar a la gubernatura en sus condiciones de salud y le cuestionó por mentir a los michoacanos desde su campaña, cuando dijo que estaba en óptimas condiciones.

El pacto de caballeros 

Días antes de que Fausto Vallejo solicitara licencia para retirarse del cargo, hubo un pacto en la Casa de Gobierno de la capital michoacana. En una cena en donde solo hubo cuatro comensales -entre ellos Carlos Ramírez Marín y el empresario Guillermo Guzmán Fuentes- el gobernador que solicitaría licencia entregó el gobierno a Jesús Reyna García, entonces su secretario de Gobierno.

La única prebenda que solicitó en su momento el enfermo gobernador fue que se respetara la posición de los funcionarios que había llamado a colaborar dentro del gabinete estatal, argumentando que ello le daría certeza al proyecto de trabajo que había planteado para el estado.

De los acuerdos tomados esa noche del 16 de abril de este año, se indicó que fueran informados al presidente Enrique Peña Nieto y al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, razón por la cual había estado presente en la reunión el secretario de Desarrollo Urbano y Territorial del Gobierno Federal. Todos aceptaron y concluyó felizmente la breve velada de la que Fausto Vallejo se retiró dada su condición delicada de salud.

El incumplimiento 

Una vez que fue designado por el Congreso como gobernador interino, Jesús Reyna comenzó una cacería de aquellos que eran afines al gobernador con licencia.

El primero de los funcionarios que tuvo que dejar el encargo fue Ramón Maya Morales, quien el primero de julio de este mismo año le presentó al gobernador interino Jesús Reyna la renuncia al cargo de secretario particular del gobernador, la cual fue aceptada. Se suplió ese puesto con el nombramiento de Arturo Alejandro Bribiesca Gil.

Otro de los hombres de confianza de Fausto Vallejo que fue dados de baja del nuevo equipo de trabajo fue el del secretario de Finanzas, Carlos Rio Valencia.

A el le fue solicitada la renuncia el día primero de agosto de este año. El nombramiento de encargada de la secretaria de Finanzas del nuevo gobierno recayó en Marcela Figueroa Aguilar.

El tercero en salir fue el procurador de Justicia del Estado, Placido Torres. Ahí no se designó a ningún responsable formal de la dependencia. Se dejó en calidad de encargado del despacho al subprocurador Marco Vinicio Aguilera Garibay.

Los cambios ordenados directamente por el interino Jesús Reyna en la estructura de gobierno, alcanzaron a 23 funcionarios de segundo rango y otros 38 de tercer nivel, así como unos 25 jefes de departamento en diversas áreas de la administración del estado de Michoacán, a donde fue asignado el personal seleccionado directamente por el nuevo secretario de Gobierno, cuya titularidad recayó en Jaime Mares Camarena, cercano al interino.

Tras 188 días de ausencia, el gobernador Fausto Vallejo Figueroa encuentra un estado totalmente convulsionado, principalmente en lo que se refiere a la seguridad pública. Durante la ausencia del gobernador constitucional proliferaron los grupos de autodefensa que se constituyeron en al menos 43 comunidades rurales y municipales de todo el estado de Michoacán.

El gobierno interino que recién acaba de concluir nunca reconoció como un problema social la existencia de los grupos de autodefensa. A manera de solución siempre se minimizó la cantidad de los grupos civiles armados que interactúan con la sociedad en el territorio michoacano. De acuerdo a la última versión del secretario de Gobierno, Jaime Mares, en Michoacán solo existen seis grupos de autodefensa: Aquila, Buenavista, Aguililla, Tepalcatepec, Chinicuila y Coalcomán.  

Como resultado de la crisis de seguridad pública que se vive en Michoacán, cuatro municipios no tienen gobierno local, dado que los alcaldes han tenido que abandonar sus oficinas en los palacios municipales por presiones de los grupos armados que siguen actuando en la entidad.

El alcalde de Aguililla, Adán Ceja Valencia no está en funciones desde hace más de cinco meses. Se encuentra fuera de su municipio tras haber recibido amenazas de muerte por parte de grupos armados. Se mantiene escondido en un lugar del que solo saben las autoridades estatales.

El munícipe de Tepalcatepec, Guillermo Valencia Reyes también se encuentra fuera de su municipio desde hace cinco meses, sin posibilidad de ejercer el cargo público para el que fue electo, esto debido a la presión de los grupos de autodefensa que se han instalado en esa localidad y le han impedido el desempeño como alcalde.

El presidente municipal de Aquila, Juan Hernández Ramírez, sigue sin poder ejercer sus funciones, luego de ser expulsado de su municipio, por segunda ocasión, por parte de los grupos de la guardia comunitaria, con quienes no ha podido empatar opiniones en materia de seguridad pública y ejercicio del presupuesto oficial en obras para la comunidad en general.

El alcalde de Buenavista Tomatlán, Luis Torres Chávez, es otro de los ediles desplazados. El funcionario municipal sigue fuera de su localidad, sin posibilidad de ejercer el cargo y el presupuesto de obras. Ya tiene más de cuatro meses que fue expulsado por la guardia comunitaria de ese lugar y se le ha prohibido el regreso al municipio y al desempeño de sus funciones.

Otros dos municipio del estado de Michoacán actualmente se encuentran sin alcalde, aun cuando la causa no es la falta de seguridad, se trata de los municipios de Santa Ana Maya y de Cojumatlán de Regules. En el primero, el alcalde Ygnacio López Mendoza dejó el cargo para iniciar una huelga de hambre, en reclamo de una justa distribución de recursos del gobierno federal a los municipios. La alcaldesa de Cojumatlán de Regules, se Ana Lilia Manzo Martínez se encuentra separada de su cargo debido a que se recupera de un accidente automovilístico.

Aunado a los problemas de seguridad, el estado de Michoacán representa actualmente graves rezagos en materia de ejecución de obras públicas. Los gobiernos municipales siguen reclamando las participaciones para el ejercicio de este año y los problemas de endeudamiento no se han resuelto. 

 

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