Reviven calle violenta
Una de las zonas más peligrosas en el Centro de Monterrey amenaza con volver a la vida: la calle Villagrán, donde proliferan bares y centros nocturnos y que ha sido escenario de múltiples actos violentos.
A pesar de que cuenta con una clausura definitiva, uno de los centros nocturnos que podría reabrir es el Tangalay, bajo una nueva razón social: Dubai.
El secretario del Ayuntamiento de Monterrey, Jesús Hurtado, confirmó que personal de este espacio se ha acercado para solicitar una anuencia para conseguir una nueva licencia de venta de alcohol.
Félix Córdova
Una de las zonas más peligrosas en el Centro de Monterrey amenaza con volver a la vida: la calle Villagrán, donde proliferan bares y centros nocturnos y que ha sido escenario de múltiples actos violentos.
A pesar de que cuenta con una clausura definitiva, uno de los centros nocturnos que podría reabrir es el Tangalay, bajo una nueva razón social: Dubai.
El secretario del Ayuntamiento de Monterrey, Jesús Hurtado, confirmó que personal de este espacio se ha acercado para solicitar una anuencia para conseguir una nueva licencia de venta de alcohol.
Compete al nivel estatal verificar los requisitos y entregar las licencias de venta de alcohol, aunque el nivel municipal podría detener dicho proceso al negar las anuencias.
“Este establecimiento tiene clausura definitiva. Entiendo que estaban tramitando un permiso, que no era el Tangalay, era otra razón social y otro giro”, dijo el funcionario.
“En ese sentido estaban tramitando un anuencia de restaurante-bar. Sin embargo, al día de hoy no cuenta con la licencia de alcohol (…) En esta administración no tenemos el riesgo de que abra este establecimiento”.
La calle Villagrán ha sido escenario de sucesos violentos, como el degollamiento de tres militares en el centro nocturno denominado Givenchy’s, además del ataque al bar Sabino Gordo, que dejó 21 personas sin vida.
La matanza del Sabino Gordo ocurrió la noche del 8 de julio del 2011, cuando presuntamente el Cártel del Golfo atacó al grupo delictivo Los Zetas.
Al frente del Municipio de Monterrey se encontraba el entonces alcalde Fernando Larrazabal.
A raíz de estos hechos violentos, el Ayuntamiento regio realizó un operativo en coordinación con las fuerzas federal y estatal, en el que se aplicaron clausuras temporales y definitivas a diferentes espacios de giro negro en los alrededores de la calle Villagrán.
Fue entonces que aplicaron la clausura definitiva a los centros nocturnos Tangalay y Primores, del mismo modo a los bares El Establo y La Casa de Mamá.
Al igual que el Tangalay, estos establecimientos tienen las mismas facultades de solicitar una nueva licencia de venta de alcohol y reabrir bajo una nueva razón social.
Las clausuras temporales se aplicaron a los espacios, Givenchy’s, El Infinito, Tango, La Cava, El Fantasma de Villagrán, Ninas Bar, La Roca, Villares Town y Billares Alameda.
Sin indicio para la autoridad
Reporte Indigo realizó un recorrido durante varios días, en los que se comprobó que en diferentes negocios de giro negro se encuentra personal realizando trabajos de remodelación.
Tal es el caso del Givenchy´s, en donde un grupo de personas se encuentra pintando el exterior del bar, por el lado del estacionamiento, en donde incluso un camión de carga es usado para sacar el escombro del terreno.
También en El Infinito hay actividad, e incluso por medio de redes sociales ya anuncia su reapertura para el próximo 26 de noviembre.
Sin embargo, Jesús Hurtado negó que existan indicios de que El Infinito vuelva a reabrir.
“Este establecimiento cuenta con licencia, pero al momento está cerrado. No opera. No tenemos nosotros algún indicio de que esté en remodelación o que de alguna manera quiera operar”, comentó.
“El compromiso de esta Administración es que aunque cuente con licencia, vamos a estar muy vigilantes en lo particular (de El Infinito) y de cualquier otro establecimiento que viole algún aspecto que marca el reglamento y la ley”.
Los tienen a raya
Jesús Hurtado aseguró que bajo la administrwwación de la alcaldesa Margarita Arellanes se bajó el número de establecimientos de giro negro en la calle Villagrán, desde la avenida Colón hasta la calle Washington.
De 23 espacios con licencia para venta de alcohol, actualmente hay 8, aseguró el funcionario.
Aunque de los ocho establecimientos que cuentan con permiso, hasta el momento sólo cuatro están operando.
“La calle Villagrán de alguna manera por muchos años se caracterizó de tener muchos establecimientos rebeldes, que violaban horarios y que generaban un caos importante para los vecinos del sector”, agregó.
“Es una calle que se caracterizó por proliferar los centros nocturnos. Había bares, restaurantes, lo que se le conoce como antros.
“Hoy sólo existen ocho licencia, pero sólo operan cuatro. En esta administración se ha mantenido a raya este tipo de establecimiento para que no vuelvan a proliferar”.
Vecinos entrevistados por esta publicación, y que solicitaron el anonimato, aseguraron que los trabajos de remodelación se han registrado también en centros nocturnos aledaños a la calle Villagrán.
Los colonos hicieron un llamado a las administraciones entrantes y salientes de los niveles municipal y estatal para evitar que los table dances vuelvan a “adornar” dicha zona a pesar de los hechos violentos, pues la reapertura de los mismos sería como un monumento a la impunidad y al olvido.