Redes Sociales Progresistas (RSP) compite en su primer proceso electoral tras conseguir el registro como partido político. Lejos de presentar perfiles que signifiquen una alternativa para los votantes, el nuevo partido vinculado con la exdirigente sindical Elba Esther Gordillo ha apostado por las candidaturas a celebridades y volver virales sus campañas, a lo que se suman escándalos por el manejo de los recursos públicos.
Al ser de reciente creación, la Ley Electoral obliga al partido encabezado por Fernando González, yerno de “La Maestra” Gordillo, a competir en solitario, y debe obtener al menos el tres por ciento de los votos emitidos el 6 de junio para mantener el registro a nivel federal. De acuerdo con la Poll of polls de Oraculus, RSP sigue lejos de la meta, pues a menos de un mes de los comicios apenas promedia un uno por ciento en las intenciones de voto a la Cámara de Diputados.
Para posicionarse entre el electorado, RSP recurrió a la estrategia de postular a celebridades en “competencia” con el Partido Encuentro Solidario, también de nuevo registro, por ver quién sacaba a más candidatos de estudios de grabación y canchas deportivas para contender por alguno de los más de tres mil puestos de elección popular en juego.
Alfredo Adame y José Luis Romero, “El Tecmol”, se han vuelto tendencia en redes sociales por insultos y demás polémicas; ambos también se han visto implicados en escándalos por posible corrupción en el manejo de los recursos públicos que reciben
El registro de RSP, la meta
En entrevista para Reporte Índigo, Enrique Ortega, CEO de la agencia consultora Lata de Ideas, señala que “RSP lo que está buscando es mantener el registro. No está buscando ganar una elección, por ahí se quedará con algunos diputados quizá, pero realmente su intención no es esa, es mantener el registro porque tener un partido político es un gran negocio”.
En la Ciudad de México, el luchador enmascarado Tinieblas y Héctor Hernández, exvocalista de Los Ángeles Azules, compiten por las alcaldías Venustiano Carranza e Iztapalapa, respectivamente. Sin embargo, RSP llevó la fórmula de las candidaturas faranduleras a un nuevo nivel al postular a Rocío Pino “La Grosera”, modelo de Only Fans, a la Cámara de Diputados por el distrito 3 de Sonora.
La candidata se ha vuelto viral por posar desnuda en su propaganda electoral y por su propuesta de “Chichis para todas” que incluye prótesis para mujeres que hayan padecido cáncer de seno.
Al respecto, Enrique Ortega señala que “‘La Grosera’ llama mucho la atención porque, no solo de RSP, sino de todos los partidos que ahorita están jugando un puesto de elección, “es la única que yo he escuchado que tiene una propuesta. No me gusta, pero la tiene y eso ya debe agradecerse en un escenario donde lo único que ofrecen los candidatos es bailar”.
El actor Alfredo Adame se ha convertido en la figura más sonada de RSP debido a su facilidad para generar polémica. Se viralizó su arranque de campaña a la Cámara de Diputados, por el distrito 14 de la Ciudad de México, debido a que intercambió mentadas de madre con automovilistas. A partir de esto, el “vas y chingas a tu reputísima madre” se ha vuelto su eslogan extraoficial.
Siguiendo la fórmula de Adame, José Luis Romero, alias “El Tecmol”, se volvió viral por primera vez al bailar de manera “erótica” frente a una sexshop en su campaña por la gubernatura de San Luis Potosí. Volvió a ser tendencia luego de negarse a responder preguntas de la prensa y decir “yo no contesto mamadas”, lo que le fue celebrado por usuarios de redes sociales.
“El fallo de RSP ha sido colocar a las figuras, pero no estoy del todo seguro que la gente recuerde que están posicionadas por RSP. Si ahorita salimos a las calles de San Luis Potosí y le preguntamos a la gente quién es ‘El Tecmol’, pues probablemente la gente tenga alguna idea de que es el cuate que baila en TikTok, pero no estoy del todo seguro que recuerden que va por RSP”, agrega Ortega.
Así se ha normalizado ver el logo de RSP contenidos virales. Mayra Sáinz busca ser alcaldesa de Ahome, Sinaloa, con una parodia de El Chapulín Colorado, personaje creado por Roberto Gómez Bolaños. En Querétaro, Adolfo Erreguín recorre el distrito local 4 a caballo en su carrera al Congreso estatal, entre otros casos.
Polémico desde siempre
Estos hechos parecen reflejar el origen polémico que tuvo Redes Sociales Progresistas. Desde que se presentó la organización que buscaría el registro, se señaló que era un nuevo intento de Elba Esther Gordillo por incursionar con un partido político propio. RSP contó con el apoyo de Maestros Por México, la organización magisterial encabezada por Fernando González y René Fujiwara, yerno y nieto de la exdirigente del SNTE.
RSP se presentó formalmente en sociedad en enero de 2019. Para esto, incluso utilizaron la imagen de Andrés Manuel López Obrador y el eslogan “Por un plan alternativo de nación”, bandera que él enarboló en sus tres campañas presidenciales. Para marzo, Gordillo acudió a una de las asambleas para obtener el registro del partido ante el INE en su natal Chiapas.
En octubre, el INE negó el registro a RSP argumentando “afiliación corporativa” de miembros del SNTE y multó a la organización por más de 4.3 millones de pesos. A finales del mes, el Tribunal Electoral revirtió la decisión y dio vida tanto a RSP como a Fuerza Por México, organización vinculada con la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México.
Ya como partido, la polémica ha sido una constante. Alfredo Adame proclamó que se va a “chingar” 25 millones de pesos de su campaña. Esto en un audio, que posteriormente calificó como editado, en el que atribuye la propiedad del partido a Gordillo, López Obrador y al canciller Marcelo Ebrard, a quien ya identifica como “el próximo presidente de México”.
El Tecmol”, por su parte, fue cuestionado por hacer campaña en un helicóptero de casi dos millones de dólares y por golpear a un joven durante un acto. Entre sus antecedentes, entre 2019 y 2020, sus cuentas bancarias fueron congeladas por presuntos nexos con huachicoleros y fue vinculado a proceso por falsificar firmas para programas sociales. Ninguna investigación ha prosperado.
