Con la intención de conservar el poder dentro de la estructura laboral del Sistema del Transporte Colectivo (STC) Metro, el Sindicato está saboteando a la actual dirección general en perjuicio del servicio, acusan trabajadores.
La dirección de la Coordinación de Evaluación de Proyectos y Mantenimiento de Áreas Generales (Cepimag), encabezada por Erika Tinoco Oviedo, no es afín al Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (SNTSTC) y por ello buscan perjudicarla.
De acuerdo con empleados, la dirección de Cepimag logró abrir tiempo extra para hacer nuevos proyectos tanto de mantenimiento como de obras, pero el líder seccional del sindicato, René Yamamoto, lo rechazó a nombre de los trabajadores.
Situación que provoca problemas de dos índoles, pues empresas que desconocen la red hacen los trabajos de mantenimiento de manera incorrecta lo que perjudica al servicio y el personal del área ve afectados sus ingresos.
“El conflicto fue que el STC logró que se abriera tiempo extra y la coordinadora, Erika Oviedo, pidió que se pasara la lista de quienes iban a hacerlo, pero Yamamoto indicó que no, que no queríamos, entonces se contrataron empresas para hacer lo que nosotros deberíamos”, señaló la fuente consultada.
Homero Zavala, de la asociación HazTuMetro que pretende convertirse en un sindicato, aseguró que la nueva dirección de Cepimag buscó hacer cambios en pro del Metro, pero los jefes de las áreas de la coordinación no estuvieron de acuerdo.
“La nueva dirección empieza a hacer cambios y a dar roles de trabajo nuevos para los jefes de las áreas de Cepimag, a ellos no les gustó y (Fernando) Espino (líder del sindicato) dice vamos a sabotearla”, afirmó Zavala.
Por ello, Zavala indicó que el Sindicato busca desestabilizar a la directora para poner a personal a modo.
Además, los ingresos de los trabajadores del área se ven afectados al no tener horas extras.
“Nos dicen que llegó a la coordinación una nueva directora que había creado un proyecto de tiempo extra y resulta que después lo cancelan, que los trabajadores nos negábamos a laborar pero no fue así, lo canceló el sindicato”, explicó otro trabajador de la coordinación.
Las personas que se están viendo afectadas son cerca de 100 que se dedican albañilería, jardinería y otras labores de mantenimiento del Metro, que no están en algún otro programa de horas extras.
La presión del Sindicato llegó al punto que envió el oficio CEN 246/19 el día 23 de mayo pasado para la directora del Metro con la intención de que destituyera a Oviedo con el pretexto de que maltrataba a los trabajadores.
Además, el documento acusaba a Oviedo de no tener la experiencia ni el conocimiento necesario para desempeñar el cargo.
Sin embargo, los empleados de Cepimag mandaron otro oficio el 29 de mayo al presidente del Sindicato donde rechazan lo expuesto en el documento CEN246/19.
Instalaciones del Metro en deterioro
En uno de los accesos de la estación Buenavista de la Línea B hay hundimientos desde el año pasado que la administración anterior del Metro debió atender y problema que le correspondía a Cepimag solucionar.
“Eso pasa en toda la administración del Metro, yo tengo años como jefe, creo que conozco línea 1 a la perfección y desde ahí hago todo el trabajo, minimizo muchas cosas, no exijo para no molestar a los jefes altos y hacer creer que todo está bien”, dice el líder la asociación HazTuMetro, Homero Zavala.
Incluso, aunque los trabajadores reporten los desperfectos, los jefes inmediatos no hacen caso con la intención de no generar problemas para los mandos, dice.
“Los trabajadores elaboran el reporte de un problema que entregan al jefe de un área pero no le dice al gerente o al director o coordinador y no pide materiales, porque si eres un jefe ‘quejoso’ te corren, por eso debes solucionar los problemas con lo mínimo”, dice.
En el caso de Buenavista, los trabajadores de la estación hicieron el reporte desde el 2018 pero no hubo respuesta, hasta que a principios de mayo, cuando el hundimiento causó una grieta y Oviedo ya estaba a cargo de Cepimag, fue cuando se tomó le decisión de cerrar el acceso.
“Se puso en peligro la integridad del usuario por una cuestión de omisión y corrupción”, afirma un empleado de la estación que prefirió no dar a conocer su identidad.
Detalla que el acceso, debido al hundimiento y la inclinación, tuvo que estar clausurado desde antes de que Serranía tomara la dirección del Metro, pero se ignoró la situación.
Al respecto, Zavala asegura que no solo se está afectando la imagen y reputación de los trabajadores del Metro, pues no existe una percepción de que hagan su trabajo, sino el presupuesto del medio de transporte.
“Al no dar las horas extras a los trabajadores, estás pagando sueldos completos a las empresas porque el Sindicato rechazó la propuesta que hizo la directora de Cepimag”, indica.
Además, refiriere que son trabajos que no se realizan correctamente porque las empresas externas desconocen la situación del Metro y los tipos de materiales y técnicas que se requieren.
“En remodelar la estación Revolución se gastaron 73 millones de pesos, al tercer día trabajadores de Cepimag estaba corrigiendo las labores que quedaron mal”, acusa.