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Salarios altos, un fondo político

Para el economista Marco Antonio Durán, si el Gobierno Federal realmente quiere resarcir la pérdida del poder adquisitivo que de 1980 a la fecha rebasa el 70 por ciento, el salario mínimo debería establecerse en 150 pesos diarios.

Los 80 pesos al día que tabula en promedio el sueldo de un trabajador en nada resuelve el problema, asegura.

“Porque ni siquiera alcanza para adquirir una canasta de 33 alimentos básicos”, advierte.

El economista propone a los legisladores subir a debate un nuevo índice para establecer el ingreso mínimo.

70
por ciento del poder adquisitivo real del salario mínimo se ha perdido desde 1980
http://youtu.be/agddvYl4ei4
De acuerdo con la Cepal, México es el único país al final de la década anterior en el que el valor del salario mínimo es inferior al del umbral de pobreza per cápita
http://youtu.be/zflsexSywWg

Para el economista Marco Antonio Durán, si el Gobierno Federal realmente quiere resarcir la pérdida del poder adquisitivo que de 1980 a la fecha rebasa el 70 por ciento, el salario mínimo debería establecerse en 150 pesos diarios.

Los 80 pesos al día que tabula en promedio el sueldo de un trabajador en nada resuelve el problema, asegura.

“Porque ni siquiera alcanza para adquirir una canasta de 33 alimentos básicos”, advierte.

El economista propone a los legisladores subir a debate un nuevo índice para establecer el ingreso mínimo.

Y que sean ellos, los distintos partidos, los que asuman el costo político de su propuesta.

“Así sabremos por quien votar”, remarca Durán.

Si los legisladores no quieren, dice el economista, pues entonces que el gobierno establezca un esquema como el que ha venido aplicando para la gasolina y el gas: aumentar cada mes el salario mínimo hasta resarcir su pérdida.

Opciones hay, advierte, pero lo cierto es que los salarios no van a crecer más porque entonces las pensiones se convertirían en un costo mayor para el gobierno.

Este asunto, explica a Reporte Indigo, tiene un fondo político más que económico.

El problema de fondo, expone, es que en México no hay productividad porque los trabajadores no tienen acceso a la tecnología y la capacitación.

Las empresas, por su parte, prefieren llevarse todas las utilidades que capacitar a sus empleados.

Un trabajador mexicano, ejemplifica, es tres veces más productivo en Estados Unidos que aquí porque allá tiene acceso a la tecnología.

Según datos del Inegi, en el país solo se generan 700 mil empleos con las percepciones mínimas.

“Un trabajador prefiere irse a la informalidad y ganar 200 pesos al día que 67.90 en la economía formal”, señala Durán.

Sin embargo rechaza que el aumento al salario mínimo sea inflacionario, como lo ha declarado el gobernador de Banco de México, Agustín Carstens.

“La inflación proviene del aumento en los precios, servicios, y del tipo de cambio porque la mayor parte de los productos que consumimos son importados”, dice.

A su juicio, Banxico debería primero medir el impacto directo de los salarios sobre la inflación y vería que no tiene ningún impacto

Salarios y productividad

Marco Antonio Durán acepta que los salarios tienen que ir de la mano de la productividad, el problema es que en México la productividad no crecido como debiera.

Mientras el rendimiento por hectárea de maíz es de 2.2 toneladas por hectárea en el país, en Estados Unidos está sobre 8.5, señala el economista.

“Porque allá se invierte en tecnología, capital y capacitación”, explica.

Otro ejemplo es la industria manufacturera. En los últimos cinco años la productividad ha crecido en promedio 12.5 por ciento y los salarios solo 2.1.

Las instituciones financieras, agrega, tienen elevadas utilidades y a un cajero solo le pagan 8 mil pesos al mes.

Pero a la fecha, el 90 por ciento de los empleos que se generan en el país lo hacen las pequeñas y medianas empresas, aunque no tienen acceso a tecnología.

“Si se quiere relacionar el salario mínimo a la productividad, entonces también hay que pagarles por su productividad a los legisladores, a los funcionarios”, indica.

Medirlo de esa manera, detalla, significaría que un diputado o senador no debe ganar más de 50 pesos al día y un magistrado 100 pesos, “siempre y cuando sean productivos”

Pero mientras no haya un equilibrio en la distribución del ingreso, no se puede pensar en pagar salarios por productividad.

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