En un año Santiago Nieto Castillo consolidó a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) cuyas investigaciones propiciaron la renuncia de dos personajes que se creían intocables en México: el ministro Eduardo Medina Mora y el otrora poderoso líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps.
El trabajo realizado por la UIF durante 2019 también alcanzó a exfuncionarios de alto nivel como Genaro García Luna, detenido en Estados Unidos por presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa.
Antes de que finalice el año, Nieto Castillo definió las áreas en donde enfocará el combate al lavado de dinero para 2020: secuestro, tráfico de especies y de órganos.
En entrevista para Reporte Índigo, el doctor en derecho asegura que el primer logro durante su gestión fue revertir la idea de que la UIF era un “instrumento de ataque a adversarios políticos” como ocurría en otros sexenios.
Detalla que con la llegada de la Cuarta Transformación, se marcó el arranque de investigaciones en cinco frentes: el combate al huachicol; el tráfico de migrantes; la lucha contra la corrupción política; ir tras las empresas fachada y también las denominadas factureras.
De acuerdo con el informe “Casa Limpia”, la UIF ha dado golpes certeros contra los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita ya que tan sólo de enero a octubre de este año, se bloquearon 9 mil 100 cuentas bancarias y se congelaron activos por 5 mil 329 millones de pesos; 47.3 millones de dólares y mil 875 millones de euros. Los mayores montos desde que se creó la unidad en 2004.
En esta lucha, el funcionario federal resalta que tiene el apoyo de la Secretaría de la Función Pública (SFP), de la Fiscalía Anticorrupción y de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales, esto para generar casos que puedan ser llevados ante los tribunales.
“Al momento el 100 por ciento de las denuncias que han sido judicializadas por la Fiscalía General de la República (FGR) han tenido vinculación a proceso”, comenta.
No más invulnerables: Santiago Nieto
Dentro de las batallas ganadas en 2019, Santiago Nieto Castillo destaca el trabajo de la UIF como mecanismo para remover el halo de impunidad que protegía a algunos de los personajes más relevantes dentro de la política nacional.
“Las renuncias recientes, Medina Mora o Romero Deschamps son importantes para combatir la corrupción, pero hay que dar un paso adicional para combatir la impunidad y eso tiene que ser que las personas lleguen a los tribunales y que los jueces resuelvan conforme a su criterio”, manifiesta.
Afirma que lo importante es que nadie que haya cometido una arbitrariedad o un acto ilegal quede sin ser llamado a rendir cuentas. Y es por eso que sus declaraciones a la prensa son muy cuidadosas.
El denominado “zar antilavado” reconoce que ha recibido amenazas por realizar su trabajo, pero no en este sexenio, sino en el anterior con Enrique Peña Nieto, ya que en 2017 fue destituido de su cargo como titular de la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos Electorales (Fepade) cuando trabajaba en la investigación contra Emilio Lozoya, exdirector general de Pemex.
Pese a que este tipo de investigaciones concentra casi toda su atención, el también especialista en temas electorales y autor del libro “Sin filias ni fobias. Memorias de un fiscal incómodo”, aún procura darse tiempo para leer.
“Ahora estoy leyendo un libro que me hizo favor de regalarme el doctor Baltazar Garzón que se llama ‘No a la Impunidad’, en donde habla de la jurisdicción universal. Sigo leyendo y sigo durmiendo”, finaliza sonriendo.