Saquean la caja

En el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) hay un saldo pendiente. Los consejeros salientes deben regresar… lo que se llevaron.

Un día antes de dejar el cargo de manera oficial, se repartieron casi 20 millones de pesos en liquidaciones mutuo y un acuerdo de retiro equivalente a un bono de marcha. 

De esta forma, los ahora ex consejeros electorales se retiraron con un cheque que oscila entre los 2 millones y medio y los 3 millones 200 mil pesos, según la antigüedad de cada uno en la institución.

Jonathan Villanueva Jonathan Villanueva Publicado el
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No se trata de un desvío de recursos, sino de una cuestión ética, ya que el salario bruto al que tienen derecho es de 170 mil 855 pesos mensuales cada uno
La ley prevé para estos puestos una liquidación y un fondo de retiro, pero recurrieron a la figura de mutuo, solo aplicable a mandos medios e inferiores
El grupo de exfuncionarios acordó llevarse una partida extra de millón y medio de pesos cada uno

En el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) hay un saldo pendiente. Los consejeros salientes deben regresar… lo que se llevaron.

Un día antes de dejar el cargo de manera oficial, se repartieron casi 20 millones de pesos en liquidaciones mutuo y un acuerdo de retiro equivalente a un bono de marcha. 

De esta forma, los ahora ex consejeros electorales se retiraron con un cheque que oscila entre los 2 millones y medio y los 3 millones 200 mil pesos, según la antigüedad de cada uno en la institución.

De manera legal, solo tenían derecho a su liquidación y al fondo de retiro que tienen asignado desde que asumieron el cargo de consejeros electorales. 

Pero el pasado 6 de diciembre firmaron el acuerdo JA147-12 donde se autorizaron a ellos mismos el proyecto de Lineamientos para la terminación de la Relación Laboral por Retiro Forzoso por Conclusión del Cargo por decisión unánime, una trampa jurídica para la liberación de un bono de marcha bajo la llamada figura de “mutuo”.

En la práctica, instituciones como el IEDF y el Tribunal Electoral del DF (TEDF) cuentan con una partida especial para dar una generosa liquidación de mandos medios hacia abajo cuando quieren prescindir de sus servicios para evitar litigios por despidos injustificados que, a la postre, obligan a los órganos autónomos a pagar salarios caídos y a readmitir al personal despedido.

Pero a última hora, los siete ex consejeros electorales acordaron aplicarse esa medida y, así, llevarse una partida extra de millón y medio de pesos cada uno.

Para evitar que alguno de ellos desistiera de recibir esa remuneración especial, el acuerdo incluyó que la liquidación y el mutuo se entregaran de una sola vez.

No se trata de un desvío de recursos, sino de una cuestión ética, ya que el salario bruto al que tienen derecho es de 170 mil 855 pesos mensuales cada uno.

Además, durante su gestión tuvieron acceso a una serie de privilegios como un fondo de retiro, que también cobraron, seguro de gastos médicos mayores, vehículo oficial, teléfono, fondo revolvente…

El legado

En la última sesión del Consejo General de los ex consejeros, celebrada el pasado martes 15 de enero, hubo nostalgia, recuento, balances y anécdotas, todas positivas.

Durante la reunión, hablaron de lo orgullosos que se sienten por dejar en herencia nuevos sistemas informáticos para procesos electorales, como las urnas electrónicas o el voto por Internet.

Hubo quienes hasta lloraron y, en consecuencia, lamentaron que el tiempo se les hubiera acabado.

Solo una intervención repentina del representante de Movimiento Ciudadano hizo mención al tema.

–¿Cuánto se van a llevar?

La única que contestó fue Carla Humphrey, pero con otro cuestionamiento y el asunto se diluyó.

Nadie habló de los pendientes que dejaron, como el litigio con la empresa Pounce Consulting por la fallida adquisición de mil urnas electrónicas que nunca pudieron usarse y que originó pérdidas por 10 millones de pesos en concepto de adelanto y que podrían incluso duplicarse, en caso de que la firma jalisciense gane el juicio contra el IEDF.

Tampoco hablaron del pago pendiente que tiene el organismo con un hotel del sur de la Ciudad de México por más de un millón de pesos tras la celebración de un evento institucional, una factura de la que nadie se hizo cargo al final.      

Y el tema de los inmuebles que se iban a comprar para los consejos distritales con el fin de ahorrarse 14 millones de pesos en renta, ya que el Fideicomiso para Bienes Inmuebles tiene recursos de sobra para adquirir nuevos edificios, tampoco se abordó.

Los privilegios

Los anteriores consejeros electorales salientes gozaron de una serie de privilegios adicionales a su sueldo, que según la página del Instituto Electoral del DF es de 170 mil 855 pesos mensuales.

Además de esas cantidades, tuvieron acceso a prestaciones como vales de despensa por 2 mil 100 pesos y un seguro de vida de hasta 40 meses de sueldo integrado.  

También a un seguro de gastos médicos, cuya suma asegurada fue de 826 salarios mínimos generales, así como a una póliza de separación del cargo con la que podían ahorrar hasta el 10 por ciento de su salario y recibir una parte igual por parte de la institución.  

Aún así, para los consejeros salientes esos privilegios no fueron suficientes y decidieron otorgarse una partida adicional bajo el argumento de que el código electoral les prohíbe trabajar en el gobierno durante los próximos tres años.

El artículo 29 del Código dice en el cuarto párrafo que, durante los tres años posteriores a la conclusión del cargo de Consejero Electoral, quien lo haya ocupado no podrá ocupar cargos en los órganos de gobierno, en cuya elección hayan participado, ni ser candidatos a ningún cargo de elección popular federal o local.

Este caso también fue denunciado por el diputado local, Eduardo Santillán, quien condenó estos hechos y pidió una explicación.

Reporte Indigo tuvo acceso a los documentos que acreditan estos pagos dentro de la Secretaría Administrativa. 

Es necesario precisar que los nuevos consejeros, elegidos para el periodo 2013-2020 tendrán los mismos beneficios.

Claudia Zavala

Asumió el cargo de consejera hace cuatro años, tras la salida de Isidro Cisneros, que fue el presidente del IEDF y causante del primer gran conflicto del Consejo General por su carácter autoritario.

Cuando Zavala se convirtió en consejera, también fue nombrada presidenta, y a partir de ahí, fue la elegida por sus compañeros para enfrentarse públicamente a todos los asuntos de la institución.

Gustavo Anzaldo

Durante los dos años anteriores ostentó el cargo de presidente gracias a una operación política orquestada en su favor desde el GDF y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, después de que Carla Humphrey, con el apoyo del PAN, le ganara el cargo con el aval de la mayoría de sus compañeros, que se vieron forzados a cambiar su voto. La gestión de Anzaldo se caracterizó por su incapacidad para generar acuerdos y para designar cargos y el rumbo de la institución se perdió.

José Diaz Naranjo

Igual que Carla, llegó al IEDF hace siete años y con el aval de Acción Nacional. Este ex consejero fue el principal promotor de la urna electrónica como nuevo esquema de votación.

Sin embargo, nunca pudo construir un proyecto en el que consiguiera el consenso de sus compañeros. Presidió la Comisión de Asociaciones Políticas en el pasado proceso electoral, filtro de los comicios del 2012, donde no existió una sola sanción a los candidatos a puestos de elección popular.

Ángel Díaz Ortiz

También permaneció en el IEDF por un periodo de siete años y llegó a la institución con el aval del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Fue conocido como el consejero viajero, debido a que, durante su gestión, se dedicó a recorrer el mundo, en vez de presentar proyectos beneficiosos para la sociedad capitalina.

Uno de sus mayores conflictos deriva de un viaje a Salamanca donde la aduana le retuvo una urna electrónica que se había llevado sin el permiso del consejo general.

Carla Humphrey

La ex consejera y esposa de Roberto Gil llegó a la institución hace siete años con el apoyo del Partido Acción Nacional, lo que le costó la presidencia del Instituto Electoral capitalino. Hasta hace solo dos años era la cabeza del IEDF, pero una serie de fotos –donde aparecía con una bandera de Acción Nacional en las manos apoyando a su marido– le complicaron el escenario hasta el grado de que, en la Asamblea Legislativa del DF, querían apartarla por ser afín a un partido político.

Yolanda León Manríquez

Igual que Néstor Vargas, fue fundadora del IEDF, en el que tuvo diversos cargos hasta convertirse en consejera electoral vía Nueva Izquierda.

Por esa razón, también tuvo derecho a uno de los bonos de liquidación más altos.

Se la recuerda por haber desaparecido de una votación del Consejo General durante el pasado periodo electoral cuya finalidad era que los partidos acataran la cuota de género.

Para muchos de sus compañeros, quedó exhibida como la única que se doblegó ante los intereses del Gobierno del Distrito Federal en ese tema.

Néstor Vargas Solano

Fue el último presidente  Consejero General del IEDF y su mandato concluyó la semana pasada. Estuvo al frente de la institución los últimos dos meses y se encargó de gestionar el relevo entre el equipo saliente y el entrante.

Vargas Solano comenzó su carrera electoral en ese órgano colegiado hace 14 años, por lo que su porcentaje de liquidación es mayor al de sus compañeros.

Hace siete años se convirtió en consejero electoral con el apoyo de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN) de René Bejarano.

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