Saqueo reincidente de piezas arqueológicas
La casa de subastas, Sociedad Gerhard Hirsch Nachfolger, de Alemania, que ignoró al Gobierno de México y concretó la venta de un lote de piezas arqueológicas que eran propiedad de la nación, ya había actuado de la misma forma en cinco casos ocurridos entre 2013 y 2016
Luis HerreraLa casa de subastas alemana, Sociedad Gerhard Hirsch Nachfolger, que recientemente comercializó un lote de piezas arqueológicas que son propiedad de México, realizó al menos otras cinco ventas similares entre los años 2013 y 2016, de acuerdo con registros del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En esas cinco subastas previas de bienes arqueológicos de México que organizó la Sociedad, se comercializaron en total 152 piezas prehispánicas que también formaban parte del patrimonio histórico mexicano, de acuerdo con información de la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del INAH (folio de transparencia 1115100015721).
En todos los casos se presentaron denuncias penales ante la Fiscalía General de la República —antes Procuraduría—, sin embargo, nada ha impedido que la Sociedad Gerhard Hirsch Nachfolger continúe explotando comercialmente los objetos y figurillas que están considerados como propiedad de la nación mexicana.
La Secretaría de Cultura que encabeza Alejandra Frausto Guerrero, intentó detener la última subasta que realizó la Sociedad Gerhard Hirsch Nachfolger este 21 de septiembre, sin embargo, ni el llamado directo del Gobierno de México ni la interposición de una nueva denuncia penal hicieron que la empresa alemana cancelara sus planes.
“En relación con la subasta programada para el 21 de septiembre en la Sociedad Gerhard Hirsch Nachfolger, ubicada en Múnich, Alemania, en la cual se incluirán piezas provenientes de culturas mexicanas y, por tanto, pertenecientes al patrimonio nacional, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el INAH informan que se interpuso la denuncia correspondiente ante la Fiscalía General de la República (FGR)”, dice el comunicado del 13 de septiembre de 2021.
La propia Frausto Guerrero envió una carta a la Sociedad Gerhard Hirsch Nachfolger advirtiendo que la subasta implicaba una violación a las leyes mexicanas.
“El INAH realizó un dictamen en materia de arqueología mediante el cual se identificaron 74 piezas arqueológicas en el catálogo de la subasta que son propiedad de la nación mexicana, de conformidad con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos.
“La venta de estas piezas constituye un delito de acuerdo al derecho mexicano y fomenta y contribuye además al tráfico y a la delincuencia trasnacional organizada. Por ello, la titular de la política cultural mexicana solicitó que se tomaran las medidas y acciones necesarias para detener la venta de dichas piezas para su eventual recuperación”.
Pero la intervención gubernamental no surtió efectos y la venta se llevó a cabo.
Respuesta italiana a subasta de piezas arqueológicas
Caso muy distinto es el que acaba de ocurrir en Italia, donde se preparaba otra subasta de bienes arqueológicos de México, y que terminó siendo cancelada por la intervención oportuna y firme del Gobierno de aquel país.
“La Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Cultura y el INAH, recibieron con satisfacción la cancelación de la subasta organizada por el sitio de ventas Casa Bertolami Fine Arts, programada para celebrarse este 16 de septiembre de 2021, en la ciudad de Roma, Italia, y en la cual se ofertaban 17 piezas que forman parte del patrimonio arqueológico de México”, se comunicó el 19 de septiembre de 2021.
En aquella ocasión, la secretaria Frausto Guerrero hizo un reconocimiento a “las oportunas gestiones” tanto del embajador de México en Italia, Carlos García de Alba, como del general Roberto Riccardi, jefe del Comando de Carabineros para la Protección del Patrimonio Cultural de Italia, agrupación que aseguró todas las piezas, bloqueando aquellas que no habían sido subastadas e impidiendo la entrega de aquellas que ya habían sido asignadas.
Unos días antes, el 16 de septiembre, la Embajada de México en Italia se había pronunciado contra la venta que pretendía realizar la Casa Bertolami Fine Arts, en Roma:
“Se está comunicando a las autoridades italianas nuestro extrañamiento e indignación por la venta de material arqueológico mexicano, tanto en el aspecto cultural como legal (…). En cuanto a la legalidad de la subasta, la legislación mexicana prohíbe desde 1934 la salida de dichos bienes del país”.
“Al no contar con certificados de exportación, se entiende que se trata de piezas robadas y sustraídas ilegalmente de México. Por lo anterior, @EmbaMexIta expresa su extrañamiento y protesta firme, y alerta a posibles compradores que se trata de piezas robadas en el caso de las de origen prehispánico. O bien de falsificaciones en el caso de las piezas de reciente manufactura”.
La Casa Bertolami Fine Arts, sin embargo, no aparece ni una sola vez en los registros que elabora la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos del INAH, sobre este tipo de ventas del patrimonio histórico de México, considerando la temporalidad de diciembre de 2012 a febrero de 2021.
Interviene la Guardia Nacional
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, informó este 27 de septiembre que la Guardia Nacional seguirá el modelo de los Carabineros de Italia, que cuentan con la Unidad de Carabinieri para la Tutela del Patrimonio Cultural, y creará un cuerpo especial para la recuperación de piezas históricas que hayan sido robadas.
“Fíjense qué ejemplo tan extraordinario. Italia tiene este cuerpo especial en su corporación de carabineros para recuperar piezas arqueológicas robadas (…). Nosotros ya vamos a seguir el ejemplo de Italia, ya he dado la instrucción para que en la Guardia Nacional se constituya un equipo especial para lograr este propósito”.
Ese día Frausto Guerrero aseguró que trabajan “para que no se repitan casos como el que recientemente ocurrió en Alemania, una subasta donde se pretendían vender 74 piezas de origen prehispánico realizada en Múnich (…). Si bien la subasta se realizó, resultó un fracaso comercial, por lo que el llamado a la sensibilización de posibles compradores no fue en vano”.