Satanismo, contra el estigma
Los distintos grupos satanistas quieren ser visibles en un país donde las religiones más importantes son judeocristianas para combatir las ideas falsas sobre el credo que practican y las cuales persisten en la sociedad; además aseguran que sus creencias pueden beneficiar a los mexicanos
Mariana RecamierLa mayoría de los mexicanos practican el catolicismo, pero al menos dos agrupaciones en la Ciudad de México siguen las creencias del satanismo, una fe que retoma las enseñanzas del principal enemigo para los credos judeocristianos y la representación del mal para las sociedades occidentales.
Hombres y mujeres de distintas edades se decepcionaron de las religiones mayoritarias en México y decidieron crear grupos para practicar una creencia que utiliza la figura de Satán como un referente simbólico que representa la individualidad, la responsabilidad de tus propios actos, la búsqueda insaciable de conocimiento, el respeto a la verdad e incluso el amor.
Los grupos satanistas en México y el resto del mundo luchan con el estigma y los mitos que se reproducen sobre ellos a través de los medios de comunicación y el discurso de las distintas vertientes cristianas.
Al contrario, el satanismo en el que creen tiene sus bases en el ateísmo y principios como la amabilidad y responsabilidad para aquellos que merecen esas cualidades, es decir, uno de sus pilares es la meritocracia. Se aleja del perdón judeocristiano y promueve la venganza, en lugar de ofrecer la otra mejilla.
Reprueba el conformismo, el autoengaño e incluso la estupidez. Promueve una clara separación entre cualquier credo y el Estado, además respeta la decisión de cada persona sobre su identidad y preferencia sexual.
También plantea la posibilidad de crear un satanismo individual que retome ciertos principios básicos de libros como la Biblia Satánica, pero que se adapte a las necesidades y exigencias de cada persona que decide profesarlo.
Templo de Satán, agrupación que tiene su sede en el corazón de la colonia Condesa, parte de un satanismo denominado laveyano. El satanismo laveyano es un movimiento religioso fundado el 30 de abril de 1966 por el autor ocultista estadounidense Anton Szandor LaVey. Esa fecha también es considerada el nacimiento del satanismo moderno.
Más de cincuenta años después del génesis de esta nueva religión, los grupos mexicanos presentan sus creencias como una alternativa para las personas que ya no confían en el catolicismo u otras religiones por los casos de pederastia clerical o la hipocresía que consideran presente en las instituciones eclesiásticas.
Aumentar su número de creyentes también haría posible que se registraran como una sociedad religiosa ante el Gobierno Federal y pudieran acceder a una concesión de radiodifusión si el presidente Andrés Manuel López Obrador continúa con su iniciativa sobre este tema.
Los 9 Pecados Satánicos
Estupidez
Los Satanistas deben aprender a ver a través de esos trucos y no pueden permitirse el ser estúpidos.
Pretenciosidad
Hace que todas las personas se sientan la gran cosa, así lo sean o no.
Solipsismo
Es caer en el error de esperar que las personas te den la misma consideración, cortesía, y respeto que tú les das.
Autoengaño
No debemos rendir tributo a cualquiera de las vacas sagradas que se nos presentan.
Conformismo Gregario
Está bien acoplarse a los deseos de una persona, si al final te trae algún beneficio.
Falta de Perspectiva
Nunca debes perder de vista quién y qué eres, y la amenaza que puedes ser para tu misma existencia.
Olvido de la ortodoxias del pasado
Es una de las claves para lavarle el cerebro a las personas para que acepten algo como “nuevo” y “diferente”, cuando ya había sido aceptado antes.
Orgullo Contraproducente
El orgullo está bien hasta que llega a un punto en el que comienza a afectarnos.
Falta de sentido de estética
El sentido de la estética es importante en la Magia Menor y debe ser cultivado.
Satanismo militante
Baphomet y Lilith viven en las paredes de un restaurante ubicado en la Ciudad de México. El lugar se llama Satanic House y es un cubo negro en la colonia Condesa con murales representativos del satanismo que también se convierte en hogar de la agrupación Templo de Satán.
Este grupo satanista fue fundado en 2007 y desde hace un mes realiza sus reuniones en Satanic House.
Los casi cien integrantes se cansaron de realizar encuentros en lugares públicos y decidieron abrir su propio espacio para discutir las ideas del satanismo laveyano, resguardar una pequeña biblioteca con libros como La Biblia Satánica o El Anticristo, exponer obra pictórica y fotográfica e incluso comer.
Marco Antonio Muñoz es el cofundador de Templo de Satán y uno de los encargados de mantener a flote el pequeño infierno que se construyeron en la Condesa.
Marco cuenta que no hay un momento preciso que marque el inicio del satanismo en el país, pero el primer grupo de esta religión del que se tiene registro en territorio mexicano se llamaba el Templo de Tezcat.
Tampoco se sabe mucho de los integrantes de este colectivo, pero el nombre de Tezcat apareció en un momento como el autor de las traducciones al español de los textos de la ‘Church of Satan’, una organización religiosa fundada en 1966 por el ocultista Anton Szandor LaVey en Estados Unidos.
Marco y otras personas interesadas en el satanismo decidieron crear una agrupación para discutir los mismos temas que ya se trataban en Estados Unidos. Es así cómo fundan Cersat Deus Templum, un grupo que en la actualidad se llama Templo de Satán y sigue de cerca las enseñanzas de Lavey, pero también retoma los conocimientos de otros estudiosos del satanismo e ideas propias.
“La base que tenemos es de Lavey, es decir, para nosotros Satán sólo es un símbolo o un arquetipo. También estamos de acuerdo con las declaraciones, reglas y pecados laveyanos que ponen de facto el carácter simbólico y ateo del satanismo”, explica Marco.
El satanismo de Lavey o laveyano tiene nueve declaraciones en las que se explica lo que representa la figura de Satán.
“El satanismo siempre se ha definido como la religión de la carne, pero eso no significa que sólo busquemos el placer carnal, sino también complacer la mente y las emociones”, explica Marco.
Este tipo de satanismo rechaza en especial nueve pecados, entre ellos la estupidez, el exceso de conformidad y olvidar las “ortodoxias” pasadas.
A diferencia de la Church of Satan, el Templo de Satán no es hermético y retoma las reflexiones de Damien Ba’al sobre el satanismo más militante, es decir, este autor considera que es mejor que los satanistas muestren sus creencias de forma abierta en la sociedad.
“Damien Ba’al habla de que el individuo necesita de la sociedad para evolucionar y es válido. Es un autor que nos gusta mucho porque nosotros somos muy militantes, a nosotros como agrupación nos gusta mostrar nuestra postura política sobre distintos temas”, asegura Marco.
En este sentido, el Templo de Satán considera que cualquier persona puede vivir sus preferencias e identidades sexuales como lo deseen mientras mantengan congruencia entre lo que hacen y dicen.
Para esta agrupación laveyana también es importante hacer rituales en espacios públicos para demostrar que son otro grupo religioso presente en México.
“Es para que vean que existimos y somos parte de una diversidad ideológica religiosa en México”, dice el cofundador del grupo.
Aunque Marco señala que los mexicanos aún tienen ciertos estereotipos sobre los satanistas, México es un país seguro para practicar el satanismo. En Estados Unidos es diferente porque ‘The Satanic Temple’ en Salem tuvo una amenaza hace poco y forzaron la entrada de su sede.
Marco ve que el peligro que enfrentan no son los estereotipos o prejuicios, sino el avance de ideas cristianas que pueden llegar hasta instancias gubernamentales.
Es por eso que consideran que los grupos satanistas pueden ser un contrapeso ante las iglesias mayoritarias, sin embargo, aún no tienen los creyentes suficientes para registrarse como una sociedad religiosa.
“Ya es una necesidad registrarse como grupo y mostrar músculo porque la idea es ser un contrapeso a las iglesias evangélicas que quieren colocar sus ideas como ideología política predominante”, concluye Marco.
Satanismo gnóstico
El satanismo también se mezcla con el ocultismo y la magia en algunos rincones de la ciudad.
La Orden Satanista de México es otra agrupación que sigue las creencias de esta religión desde hace más de dos años, pero busca su propia forma de interpretar las enseñanzas simbólicas de Satán.
Los integrantes de este grupo tienen un nombre de humano y otro de demonio.
Luis Alberto Mendiola Juárez o Amdusias y Marco Antonio Rodríguez Hernández o Bune.
Amdusias cuenta que los dos decidieron fundar la Orden Satanista de México después de que tuvieron discrepancias con otro grupo porque no les gustaron las acciones del líder: estaba abusando del satanismo para hacer actividades que no son afines a los principios de esta religión.
Es así como deciden seguir el camino del satanismo en su propia orden. Las creencias que ahora profesan tienen elementos de diferentes vertientes, pero se acercan más al satanismo gnóstico porque incluye filosofías como el ocultismo y la magia.
“No rechazamos ningún tipo de satanismo, pero no utilizamos ningún estandarte previo, sino tratamos de hacer una fusión nueva… Tratamos de unir todo eso para adaptarlo más a las corrientes actuales y la forma en que vivimos en México”, agrega Bune.
Amdusias dice que en todo América el satanismo se conoce desde Lavey, pero considera que se trata de una religión que viene desde el tiempo de las brujas. También con la intención de separarse de otros grupos satanistas, la Orden Satanista de México utiliza el hexagrama del ocultista Aleister Crowley.
La agrupación plantea sus propios ejes ideológicos. Su pilar es “Supra omnia veritatem” o “La verdad ante todo”. Además, los integrantes creen en el amor bajo voluntad como Crowley.
El integrante de la Orden menciona que a ellos los encasillan como el lado malo de la sociedad, sin embargo, son personas trabajadoras y emprendedoras que quieren ayudar a que se desmitifique el satanismo.
“Lo que queremos es hacer las cosas bien aunque suene paradójico. Las personas se quedaron en los ancestros que hacían sacrificios, pero ese satanismo teísta ya casi no existe”, comparte Amdusias.
El satanista dice que solamente en algunos lugares de Europa todavía se sacrifican humanos o animales porque para el teísmo la sangre es muy valiosa, pero ellos creen que no es necesario hacer ese tipo de rituales.
Para dar a conocer más información sobre el satanismo, organizan reuniones y galerías de arte como las dos ediciones que realizaron del Artelarre en 2017 y 2018.
“Nosotros en un principio quedamos que sólo íbamos a ser seis, pero decidimos abrirnos un poco para que la gente entrara con nosotros con la finalidad de que esto vaya creciendo y en algún momento conseguir el registro que tanto buscamos para ser reconocidos como una sociedad religiosa por el Estado”, comenta Amdusias.
No obstante, la Orden Satanista también quiere mostrar que otras religiones dañan a los mexicanos.
Es por eso que difunden los conocimientos satanistas mediante un programa de radio que se transmite por Circo Volador todos los lunes de 9 a 10 de la noche en vivo y los miércoles la repetición es a las 11 de la mañana.
Además, a la agrupación le gustaría tener un espacio en otros tipos de medios de comunicación para hablar del satanismo.
“Vivimos bajo una mentira política de una libertad de expresión que no existe. Si se da la oportunidad que sea abierto para todas las religiones y no sólo para las que le gusten al presidente. Lo invitaríamos para que nos conociera y viera quienes somos”.
Satanismo LGBTTTI
Un joven de 20 años quiere llenar un hueco dentro del satanismo mexicano. Iker Andre Quint pretende crear un subgrupo enfocado a las personas que forman parte de la comunidad LGBTTTI en el Templo de Satán.
Desde su experiencia como hombre transexual, Iker se da cuenta que aunque el satanismo respeta todas las identidades y preferencias sexuales existe muy poca literatura sobre el cruce entre diversidad sexual y pensamiento satánico.
Además, observa que tampoco hay grupos para las personas LGBTTTI satanistas que necesitan acompañamiento para enfrentar procesos de transición o para comenzar a mostrar sus preferencias sexuales.
“A la gente no le gusta hablar de que hay diversidad sexual y que existe algo más aparte del cristianismo o el catolicismo, entonces juntar esto está difícil. Incluso para nosotros, como satanistas o como comunidad LGBTTTI es sumamente complicado hablar estos temas, sobre todo el religioso”, comenta Iker en entrevista.
Añade que no existen libros satanistas que aborden de forma directa a la comunidad LGBTTTI. Comenta que el único texto que involucra diversidad sexual es The Satanic Warlock de Robert Johnson, pero sólo está enfocado al hombre satánico.
A pesar de esta ausencia de información y grupos de apoyo, Iker piensa que el satanismo le ayuda en sus procesos como hombre transexual. A diferencia de otras religiones, el joven se siente cobijado por los principios de su religión y filosofía.
Con la apertura de Satanic House hace un mes, el joven y otro integrante del Templo de Satán quieren crear un grupo desde el que se realice activismo para visibilizar y apoyar a las personas LGBTTTI satanistas.
“Ser parte de la comunidad LGBT o ser satanista por sí sólo es un estigma. Vendría muy bien una red de apoyo para chicos que quieran introducirse al satanismo y que sean comunidad LGBTTTI y muchas veces no tienen el apoyo de los papás en ambos aspectos”, comenta Iker.
El joven agrega que el acompañamiento sobre todo en temas de transición es importante. Menciona que una persona que pasa por un proceso de este tipo necesita una red de apoyo emocional y física.
“Estamos abogando por la libertad de vida como satanistas y también nos toca ser militantes y apoyar con acciones y no solo con el discurso. Abrir este espacio va enfocado a eso”.
Iker también piensa a largo plazo. Planea diferentes talleres para más adelante crear alguna fundación que vaya coordinada junto con el Templo de Satán, sobre todo para chicos y chicas transexuales de bajos recursos que no cuenten con el apoyo de sus padres.
Por ahora, los diferentes grupos satanistas se plantean como espacios de apoyo para las personas decepcionadas de otros credos que busquen nuevos códigos religiosos para llevar su vida e incluso para quienes quieren practicar su sexualidad en forma plena.